—¡Mesa cinco!
—¡Ahí voy!
No es fácil trabajar en un restaurante.
—¡Platos cuatro, seis y nueve listos!
—¡Está bien!
Más cuando también es una cafetería.
Ocho horas, lunes a sábados. Los domingos no trabaja porque Dios tuvo un poco de consideración con él.
Hikari es un buen local. En las mañanas y tardes es una increíble cafetería con un café exquisito y postres recién hechos. Por las noches se transforma en un restaurante y la barra donde se da el café a esas horas vende tragos con alcohol. Se trata de un lugar multiuso con pocos empleados. Shoyo todavía no entiende cómo llegó a conseguir trabajo ahí... y todavía piensa en cómo perderlo.
No es que le guste su trabajo pero sabe soportarlo. Él no quiere dedicarse toda la vida a servir café y escuchar a los clientes quejarse porque casualmente había un cabello en la comida pero debe admitir que el empleo le ha salvado económicamente varias veces. No lo desmerece pero no puede esperar a graduarse para irse de ahí.
—Estoy cansado. Quiero renunciar.
—Yo igual.
—Seamos... tres...
El día termina cuando la puerta se cierra y el cartel de abierto pasa a decir que está cerrado. Ya es de noche y los pisos brillan gracias a la limpieza de Noya.
—¿Alguno tiene una moneda de cincuenta?
—Uh, yo.
Sugawara Koishi es el cajero. Lleva un año trabajando ahí pero todavía le cuesta dar bien el cambio, lo que hace que tenga problemas en la caja y su puesto esté en riesgo. Por suerte se las arregla y da lo mejor de sí para que no lo echen. Él realmente necesita el trabajo teniendo que soportar un alquiler para vivir con su novio.
Es el único, de ellos tres, que tiene pareja. Les contó que conoció a Daichi Sawamura en una fiesta pero no porque haya ido a disfrutar igual que él, sino que llamaron a la policía y él estaba trabajando. Daichi le pidió el número y con el tiempo empezaron a salir. A los cuatro meses de relación, cuando Suga decidió contarle a su familia, lo echaron de la casa por estar con un hombre y la mejor idea que tuvo su novio fue irse a vivir juntos.
—En serio que odio este trabajo. Odio limpiar.
Nishinoya Yuu es su compañero y por suerte, uno de sus amigos más cercanos. Shoyo Hinata no cree en el «no hay amigos en el trabajo» desde que Suga y Noya aparecieron en su vida.
—Pero lo haces bien —sonrió limpiando las mesas.
—Porque si no me echan, Shoyo.
Nishinoya, si tuviera ganas, podría no trabajar y ser feliz. Viene de una familia adinerada de las afueras de Tokio pero como se lleva mal con esta por su liberal forma de pensar, decidió irse a vivir solo y trabajar para demostrar que no necesita nada de nadie más que de él. Claro que cuando se enteró de lo de Suga, le ofreció irse a vivir juntos pero este se negó porque su novio ya tenía todo listo.
¿Y él quién es? Se sorprende. Shoyo es un simple estudiante de universidad que sueña con terminar su —maldita— carrera y ser feliz haciendo lo que le gusta: Profesor de educación física para niños de primario. Adora la educación y la carismática forma de ser de los menores. Hikari no le da horarios así que debe estudiar en las noches o en las mañanas, dependiendo del turno... y de qué tantas ganas de vivir que tenga ese día.
—¡Buenas noches, nos vemos mañana!
Suga se despide de la mano de su novio con una sonrisa. Nishinoya lo hace de manera eufórica y entre risas, los tres se alejan. Shoyo debe caminar a tomar el autobús y estar treinta minutos encima de este para llegar a su casa. No vive solo, a diferencia de sus amigos. Tiene la suerte de no pagar alquiler porque, a sus veintiún años, todavía vive con su madre y su hermana menor.
Se siente cansado cuando se sube al autobús. Va lleno pero por suerte consigue un asiento al lado de la ventana. Para ignorar el bullicio, sube la música en sus auriculares y se centra en la ciudad que ve pasar por la ventana. Todo iluminado, poco a poco la humedad haciendo paso para demostrar que las noches frías comienzan a presentarse para después darle lugar a un horrible otoño. Bosteza pensando que debe llegar a comer, estudiar y dormir. De lo segundo no tiene ganas pero está pagando una cuota en la universidad y no quiere perder el dinero.
Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando su teléfono vibra sobre sus manos. Hinata regresa a la realidad y abre el mensaje en el grupo que tienen él y los dos chicos con los que trabajan. El título los representa todos los días: «Basta de café. Hikari te odio».
1 mensaje nuevo. Suga <3.
¡Daichi me regaló flores de la nada! ¡Miren!
Y con ello, él sonriendo sacándose una selfie con el ramo de flores que su maravilloso novio le dió. Hinata sonríe.
Viva el amor. Los amo.
Y Noya aparece unos segundos después.
LOS AMO CÁSENSE SON PRECIOSOS VIVA EL AMOR
Riendo en voz baja, cierra el chat y regresa a la realidad. Quiere suspirar de solo desear lo mismo que tiene Suga. Le gustaría conocer un chico que le de esos tratos con los que siempre soñó: buenos días más besos, abrazos y comunicación. Un chico que sea dulce con él, que lo comprenda y lo satisfaga en cualquier sentido. Quiere alguien que lo ame y le enseñe que la vida no es tan horrible como parece serlo. Y eso que no la odia pero le gustaría que algunas cosas fueran distintas.
no me aguanté más y necesitaba publicarHOLA, AMORES!!! :) Cómo están?
empezamos reeee tranqui, la historia está hecha para que no se estresen tanto (por ahora)
realmente espero le tengan la misma fé que yo, estoy muy emocionada por subir esto 😭😭
las actualizaciones serán todos los sábados!
nos veeeeeeemos, gracias por el apoyo!!❤️❤️💞💞
tkm tkm tkm
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Zona De Confort¹ | Kagehina
Fanfiction[Confort: bienestar o comodidad material] Dos tipos de personas completamente distintas con diferentes intereses. Kageyama simplemente no se llevaba bien consigo mismo. Habían partes de su forma de ser que quería cambiar, especialmente cuando todo s...