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Culiacán, Sinaloa 📍 3 de Noviembre del 2024 11:25 am
La noche anterior, Tito no pudo dormir, atormentado por la ausencia de Alyssa. Cada sombra en la habitación le recordaba lo mucho que la extrañaba. Se giró de un lado a otro, sintiéndose inquieto, hasta que finalmente decidió ir a ver a su pequeña hija. Al entrar a su habitación, encontró a Annya dormida, con su cabecita tierna apoyada en la almohada y su pequeño cuerpo arropado hasta la barbilla.
Tito se sentó a su lado, sintiendo una paz repentina al tener a su hija cerca. La abrazó con suavidad y, en ese momento, el cansancio lo golpeó como un tren. Cerró los ojos un instante, y cuando se dio cuenta, se había quedado dormido.
Así que ya se imaginarán la imagen que encontraron la mañana siguiente: Tito y Annya estaban en la misma posición, ambos con la boca abierta, como dos dormilones en su propio mundo. Tito, con su cabello desordenado y una expresión de paz, y Annya, con su cabellito rizado que apenas comenzaba a crecer, eran el reflejo del otro.
La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando la habitación con un cálido resplandor. Tito despertó lentamente, sintiéndose como si estuviera en un sueño. Al abrir los ojos, no pudo evitar sonreír al ver la imagen de su hija, quien parecía tan tranquila y feliz.
—Mira nada más, parecemos dos tortuguitas —murmuró Tito, riendo suavemente al ver su propia expresión en la cara de Annya. La pequeña se movió ligeramente, abriendo un ojo y sonriendo al reconocer a su papá.
—¡Papá! —balbuceó Annya, su voz aún adormilada, mientras se estiraba como si hubiera estado en un profundo sueño.
Tito se rió y la abrazó fuerte. —Buenos días, mi amor. ¿Dormiste bien?
Annya simplemente movió su cabeza de un lado a otro, con una expresión que decía que no podía esperar para jugar.
—¿Qué te parece si hacemos unos desayunos juntos? —propuso Tito, sintiéndose revitalizado por la cercanía de su hija.
Annya hizo un pequeño brinco en la cama y aplaudió con entusiasmo, su risa llenando el aire.
A pesar de la ausencia de Alyssa, en esos momentos con Annya, Tito encontró la fortaleza para enfrentar el día. Juntos, se prepararon para un nuevo capítulo, sabiendo que pronto estarían juntos de nuevo como familia.
