Cuando las palabras sangran

Lo que el viento no se llevó

1.

Y quizá un día ya no recuerdes mi sonrisa pero yo siempre voy a recordar la tuya, y las enormes ganas que me suscitaban de entregar mi vida para que pudieses sonreír para siempre. Y ojalá esto fuese solamente poesía y no el sentimiento más puro que alguien ha despertado en mí.

2.

Dice que me ama. ¿Quién soy yo para decirle que no siente lo que dice que siente? Pero yo no me siento amada.

3.

No tienes que entender quién soy, solo quererme

4.

Lo que más me duele de leerme es ver cuanta gentileza existe en mí, aún después de todas esas heridas

5.

Te diría que sí pero jamás lo voy a admitir porque, de todas formas, jamás vas a preguntar.

6.

Pero sabía que, me quedara o no, dolería toda la vida

7.
Por favor, déjame. Bórrate de mis pensamientos, elimínate de mis recuerdos, desvanécete de mi memoria. Yo no merezco sufrir más.

8.

Te amo, te amo con todo mi corazón y mi ser. Ya no quiero que vuelvas nunca, no quiero caer en la humillación de confesarte cuánto amor sigo teniendo para vos.

9.

Me admito a mí misma que si no me hubieses roto de la forma en que lo hiciste, yo me habría quedado a luchar por vos, por nosotras, toda la vida. Aunque eso significara vivir en agonía perpetua, permanecer en una mentira.

Aunque fuese falso el aire, yo sentía que respiraba.

10.

Me entristece saber que te fuiste hace tanto que ya no sé si te sigo conociendo y me entristece más saber que creo fielmente que si volvieras haría todo por conocer esas cosas que aprendiste estando lejos mío porque todo lo que te constituye siempre es lo único que aprendí a amar.

11.

Al final quizá también yo no debería haber depositado una parte tan grande de mi corazón en tus manos. ¿Culpa mía?

12.

Siempre me va a doler en el pecho, en el alma y en el cuerpo que no me dijeras adiós. Y nunca te voy a perdonar todas las noches que te supliqué que me dijeras algo, lo que sea, pero que respondieras. No me merecía eso, no te perdono y espero que llores y te duela como si arrancaran tus raíces de la tierra con fuerza bruta sin poder hacer nada para evitar tu inminente pérdida de vitalidad.

13.

No tienes derecho a decir que todos se van cuando yo me quedaba, me quedaba siempre a pesar de todo. Y yo no tengo derecho a suponer lo que piensas. Pero siempre tengo la intención consciente e involuntaria de atreverme a suponerlo, porque no me diste opción. Perdón por no renunciar a nosotras cuando vos ya lo habías hecho

14.

Te ves tan inocente en nuestros recuerdos, no parecía que estabas a punto de romper mi corazón y mi vida completa

14.

He perdido la cuenta de cuántas veces te he dicho adiós, siempre preguntándome cuándo será la última vez, la definitiva, y el pánico que me da que llegue ese día porque sé que es el inicio del fin, y yo no elegí esto.

¿Pero pensaste en mí como yo en ti, hoy? ¿Aunque sea hoy?

15.

Lo hice porque estaba completamente enamorada en cuerpo, alma y mente de vos y te habría dado mi vida sin pensarlo si me la hubieses pedido, no me debes nada.