Corrí por el bosque sin rumbo hasta que mi garganta ardiera y mis piernas temblaran, las lágrimas corrían sin parar y mi corazón se sentía tan pequeño y diminuto que me sentía vacía por dentro.
Pegue la espalda a un árbol y me deje caer, ya era de noche por lo que todo estaba oscuro, aun así ya no me importaba el suelo sucio y frío que congelaban los huesos de mis piernas y brazos.
Mi mirada perdida, buscando alguna razón de todo lo que estaba pasando, puse mis manos, cada una, a cada lado de mi cabeza culpándome por todo esto. Mis labios temblaban, y sentía miedo.
Miedo a lo siguiente que pasaría. Yo solo quería estar con alguien que me quisiera, alguien que me apoyara y que me respetara. ¡¿eso era mucho pedir?!
Grite frustrada dejando un camino de lágrimas desde mis ojos hasta mi cuello y mentón. Mis manos tiemblan al igual que mi cuerpo, mi visión era borrosa y ardía.
Escuche un sonido desde el bolsillo trasero de mi vaquero, saque mi móvil que no duro en iluminar mi rostro haciendo que cerraras los ojos de golpe. Era una llamada de Logan. Mire la pantalla sin expresión alguna, no quería contestar en la situación en la que estoy ahora, pero lo más probable es que era alguna noticia sobre los chicos, solté un suspiro y mire a mi alrededor, solo podía ver los árboles y escuchar a los insectos alrededor.
Me soné la nariz que comenzaba a moquear, pero no era algo que me importaba en este momento. Me sentía demasiado cansada. Conteste el teléfono y lo lleve a mi oreja con un pequeño susurro.
—Hola, Logan... —antes de poder decir otra palabra su voz gruesa y arisca me interrumpió.
—¡Ven al Hospital, ahora! —su voz sonaba molesta, nunca había escuchado a Logan en ese punto y lo he visto enojado miles de veces.
A continuación colgó la llamada, mire el teléfono por unos minutos, sentía que mis ojos se cerraron en cualquier momento, mis labios estaban magullados por tantas veces que los mordí.
Me levanté con algo de dificultad, no podía ver con claridad, pero recordaba el camino, como no hacerlo si desde pequeña he recorrido el bosque y buscado mi pareja.
Fruncí el ceño al pronunciar la última palabra, ya de nada servía ahora.
Comencé a caminar para evitar que las lágrimas salieran nuevamente, agradecí que llevaba un suéter aunque mis manos estaban congeladas, pase por árboles con la mirada perdida, solo espera llegar al hospital y ver como estaban los chicos, sé que ellos podían hacerme sentir mejor con solo hablar y podría olvidar un momento el dolor.
Por otro lado, estaba asustada, ¿cómo Ethan entro a la cabaña? Pensé detenidamente todo lo sucedido y caí en cuenta de todo.
No solo que la manada que estaba amenazándonos pertenecía a Ethan, sino también que ellos eran los que habían manchado los árboles alrededor de la cabaña y lo más seguro es que fueran ellos los que golpearon de esa manera a Oliver y a Jacob.
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Escasez de Luna
WerewolfMuchos nos equivocamos respecto al amor; aun así, somos tan autosuficientes para seguir adelante. Pero... ¿Qué pasa cuando esto no es así? ¿Qué pasa cuando ese amor es tu mate/tu pareja predestinada o al menos eso es lo que piensa? Esta es la histor...