Preparativos y Ansiedades

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El día del concierto llegó rápido y, como siempre, mis emociones estaban a flor de piel. Durante el almuerzo, mis amigas comenzaron a hablar sobre cómo vestirse. Isabella estaba particularmente emocionada por ayudarme a elegir un atuendo. "Tienes que lucir increíble, porque hoy es tu oportunidad para brillar", me decía mientras buscaba en su armario algunas prendas que me podrían quedar bien.

Pasamos la tarde probando diferentes combinaciones de ropa. Finalmente, elegí un vestido sencillo pero elegante que me hacía sentir segura. A pesar de la emoción, no pude evitar que las dudas empezaran a consumir mi mente. ¿Y si "Azul" no pensaba que me veía bien? ¿Y si, por alguna razón, se interesaba más en Paula? Isabella notó mi nerviosismo y me miró con preocupación.

"Tienes que dejar de pensar en eso. Recuerda que 'Azul' te gusta por quien eres, no por cómo te vistes", dijo ella, intentando calmar mis ansiedades. Mientras me preparaba, nuestras conversaciones se llenaron de risas y anécdotas sobre amores de la infancia, lo que ayudó a aliviar un poco la presión.

El viaje al concierto fue emocionante. Mis amigas y yo compartimos risas y nervios, y el ambiente en el coche era de pura adrenalina. Cuando finalmente llegamos, el lugar estaba lleno de gente, y la música pulsaba en el aire. "Azul" ya estaba allí, rodeado de amigos, y cuando lo vi, el corazón se me detuvo un segundo.

A medida que nos acercábamos a la multitud, la emoción y la ansiedad se intensificaron. Recordé lo que Isabella me había dicho: "Deja que las mariposas vuelen y disfruta". Al entrar al recinto, mis amigas me animaron a buscar a "Azul". Cuando finalmente lo encontramos, su sonrisa me hizo olvidar todos mis miedos.

"¡Hola, Azul!", le grité, y él se volvió, su cara iluminada por la sorpresa y la alegría.

"¡Hola, Azul!" respondió con su característica energía. "Me alegra que vinieras. ¿Listas para disfrutar del concierto?"

Con cada canción que pasaba, sentía que había una conexión más fuerte entre nosotros. La música nos envolvía, y cada vez que nuestras miradas se cruzaban, podía sentir que había algo especial en el aire. Sin embargo, en medio de la alegría, el recuerdo de Paula y su relación con "Azul" me atormentaba. Cada vez que ella se acercaba, una sombra de inseguridad se cernía sobre mí, pero decidí no dejar que eso arruinara mi noche.

Mariposas en el estomagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora