IV - Decirte una cosa

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"Happy Family"

Toni: AYUDA, POR FAVOR.

Guille: ¿¿¿ESTÁS BIEN??? ¿Qué ha pasado?

Toni: QUE ALGUIEN ME BORRE LA MEMORIA, ESTOY TRAUMATIZADOOO.

Guille: ...

Lamine: ¿Por qué?

Fermín: 👀

Ferran: 👀

Pedri: 👀

Toni: Estaba buscando un baño y he entrado en la habitación que no debía. He visto a Raphinha haciéndole cosas a Vitor 😭😭

Cubarsí: ¿"Haciéndole cosas"?

Gavi: ¿Qué tipo de cosas?

Toni: Cosas feas.

Ansu: ¿Le estaba pegando?

Toni: No exactamente...

Ferran: ¡¿RAPHA LE DA AL TIGRINHO?! De lo que se entera uno...

Balde:

Lamine:

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Lamine:

Lamine: Lo de tigre no le viene tan mal

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Lamine: Lo de tigre no le viene tan mal... Qué calladito se lo tenían.

Ronald:

Ronald: Acabo de leerlo

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Ronald: Acabo de leerlo. HÁGANLO EN LA CASA DE OTRO, COCHINOS.

***

Guille rió un poco y volvió a guardarse el móvil en el bolsillo. Siguieron llegándole mensajes, pero probablemente fuesen tonterías. Tenía algo más importante que hacer.

Se había alzado de su primo hacía hace un rato, decidido a hablar con Marc. Claro que la decisión le había durado poco, ahora tenía miedo.

Se había paralizado en el momento en que lo había visto en la pista, riendo junto a sus amigos. Le parecía tan atractivo que se sonrojaba con solo mirarlo.

"¡Qué patético!"

Guille estaba rodeado de compañeros bailando y quería moverse también, pero no era capaz.

"No seas cobarde, venga."

Supongo que no faltaba mucho para que se moviera. Pero no tuvo que hacerlo, porque Marc lo vio. Le dijo algo a sus amigos y empezó a caminar hacia él.

"Ay, Dios mío. Ay, Dios mío. AY, DIOS MÍO."

Cuando Marc llegó a su lado, le sonrió. Puede que las piernas de Guille temblaran un poquito.

—Buenas noches, ¿qué tal lo estás pasando?

Lo dijo con su habitual educación. Sí, con esa que derretía por completo al menor.

—B-Buenas noches —"Voy a pensar que no ha notado eso"—, estoy... Ehh... Mmm... Un poco nervioso.

"No sé para qué hablo."

—¿Ah, sí?

Parecía... interesado. Entonces sonrió un poco, el pobre Guille estaba al borde del paro cardíaco.

—Sí, es que... Bueno, quiero... —se detuvo un momento, debía ordenar sus ideas antes de hablar—. Quiero decirte una cosa.

—¿En serio? ¿Y por qué no has venido a buscarme?

—Porque... me daba vergüenza. Ya sabes, estabas con... los mayores.

Marc volvió a sonreír, esta vez conmovido por lo tierno que le parecía el menor.

—Bueno, aquí me tienes ahora. ¿Qué quieres decirme?

Guille había ensayado lo que le diría en su cabeza muchas veces, en serio. Pero ahora, teniéndolo justo en frente, tan dispuesto a escucharlo...

—¿Te...? ¿Te importaría que fuéramos a un sitio un poco más privado?

Casadó frunció un poco el ceño pese a estar sonriendo. Guille parecía nervioso, y no entendía muy bien porqué.

—Claro, por supuesto. Vamos.

Marc volvió a sonreírle con amabilidad antes de sujetarlo por la muñeca. ¡Sujetarlo por la muñeca!

El mayor tiró de Guille hasta un baño. Cerró la puerta cuando ambos estuvieron dentro. Fernández tragó saliva.

—Es un poco pequeño, lo sé —murmuró Casadó—. Pero es lo más privado que se me ha ocurrido. Bueno, ¿qué necesitas?

El corazón de Guille estaba empezando a acelerarse. No era tan difícil, en realidad. Venga. Sólo debía decirle lo que sentía por él.

—Eh... Verás... Yo...

Vale, sí era difícil. Y en su defensa diré que la forma en la que Marc lo miraba no lo estaba ayudando en absoluto.

—¿Sí...?

El menor respiró hondo. Era ahora o nunca. Podía hacerlo.

—Mira, Marc. Sé que eres mayor que yo. Y que no te gustan los chicos.

Un atisbo de esperanza apareció en el pecho del mayor ¿Y si realmente quería hablarle de... aquello?

—Y que probablemente esto te parezca ridículo, o un tonto enamoramiento adolescente. Pero necesito que sepas que... M-Me gustas, Marc. Mucho.

Por una parte, decir aquello fue liberador para Guille. Pero, por otra, tenía miedo de la posible respuesta. Y el silencio que estaba recibiendo no lo ayudaba.

Cuando Marc decidió hablar, a Guille le dio la impresión de que movía los labios a cámara lenta.

—¿Quién te ha dicho que no me gustan los chicos?

Eso ni siquiera entraba en la lista de terribles respuestas que Guille se esperaba, así que lo dejó desconcertado.

—¿Eh? —murmuró—.

—¿Quién te ha dicho que no me gustan los chicos?

—N-Nadie, pero es obvio.

Ahí estaba de nuevo: esa sonrisa terriblemente atractiva.

—Así que es obvio...

Casadó agachó la cabeza por un momento, parecía pensativo. Se mantuvo en silencio unos segundos hasta que negó con la cabeza, Guille supuso que alejando sus pensamientos.

Entonces levantó la cabeza, chasqueó la lengua, lo miró a los ojos y dijo:

—Sí tienes razón en lo de que soy mayor que tú, así que espero que se me perdone por esto...

Dicho eso, tomó al menor del mentón y lo atrajo hacia él.

Guille se dejó hacer, alzó con sorpresa las cejas al recibir un beso.

Un beso de parte de Marc. Dios, MARC LO ESTABA BESANDO.

***

Barça chat - Football ships (chico x chico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora