Capítulo 2: Encuentros y Descubrimientos

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Al finalizar el entrenamiento, Fermín la buscó en las gradas y la llevó al campo. Entre risas y anécdotas sobre su equipo, comenzó a presentarle a algunos de los jugadores. Sofía sonreía, haciendo lo posible por ocultar la incomodidad que le causaba estar en el centro de atención. Y entonces apareció Pedri, esta vez de cerca, con esa misma mirada curiosa.

—Así que tú eres la famosa hermana de Fermín —dijo Pedri con una sonrisa amigable mientras le tendía la mano.

Sofía tomó su mano, notando el calor y la firmeza en su apretón. Por dentro, su mente parecía una tormenta; por fuera, intentaba mantener una compostura tranquila.

—No sé si famosa es la palabra correcta —respondió, tratando de sonar casual—. Pero sí, soy la hermana de Fermín.

—¿Te gusta el fútbol? —preguntó Pedri, inclinando la cabeza como si realmente estuviera interesado en la respuesta.

Sofía dudó antes de responder. Claro que le gustaba el fútbol; de hecho, amaba el deporte, pero siempre había preferido no decirlo en voz alta. Era una especie de secreto entre ella y su propia sombra, algo que compartía solo consigo misma.

—Diría que me gusta más de lo que la gente piensa —respondió al fin, con una leve sonrisa que solo Pedri pareció notar.

La conversación fue breve, y Sofía se despidió de todos con la sensación de que aquel había sido solo el comienzo. Durante el trayecto de regreso a casa, Fermín no paraba de hablar del entrenamiento, pero Sofía apenas lo escuchaba. Su mente estaba ocupada en otra cosa. O, más bien, en otra persona.

Bajo el Silencio del EstadioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora