Jung Hoseok un omega mafioso que todo lo que desee lo consigue como a de lugar.
Min Yoongi un alfa estudiante de universidad que lucha por conseguir sus sueños y haciendo lo que puede para sacar a su familia adelante.
Mención de armamento | mención de sustancias | mafia | violencia NO explícita | lenguaje altisonante | todos los personajes son mayores de edad | Escenas más dieciocho | fluff con drama | todo lo que se lea a continuación es entrenamiento no se busca faltar al respeto a ninguno que se menciona en este fanfic | actualizaciones lentas.
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Una camioneta blindada se estaciona bruscamente haciendo rechinar las llantas, Hoseok tiene el ceño fruncido al solo notar como el alfa baja del vehículo con una sonrisa engreída.
Puede pensar que fue una mala idea haberlo citado, pero de alguna forma puede que no lo sea. Después de las rosas los elogios siguieron de igual forma los regalos, para el omega era un completo fastidio, y más sabiendo que Yoongi podría verlos. Estaba cansado de tener que lidiar con ese alfa y que no lo dejara en paz. Estando frente a frente con sus hombres a los lados, Hoseok suelta un suspiro de cansancio.
—Es una sorpresa que me llamaras, dulzura— menciona el mafioso—. Dime lo que tú desees y yo estaré dispuesto a cumplírtelo.
—Deja de estar jodiéndome la existencia— advirtió el omega. Al alfa se le borra la sonrisa inmediatamente—. Estoy tan cansado de estarte soportando.
—¿Disculpa?
—¿Eres sordo o qué?— se va acercando con lentitud con la intención de intimidarlo—, deja de estarme fastidiando, ¿cuantas veces debo repetírtelo que no quiero absolutamente nada contigo?
—¿Es por qué realmente no me soportas o por qué ya tienes alfa?
No responde porque su expresión ahora cambia a una de sorpresa. ¿Cómo sabía que ya tiene alfa? ¿Acaso tiene algún traidor?
—. No me equivoque— se burla—, escucha muy bien lo que te diré, Jay, a mi nadie me rechaza. Tú serás mío quieras o no.
—No, escúchame tú muy bien a mí, vuelves a molestarme y juro que lo vas a lamentar.
—Ese jodido alfa no durará mucho.
Hoseok enojado, levantó el arma apuntándolo en la cabeza, todos los hombres de Daehyun apuntaron hacia el omega, al igual que los hombres de Hoseok apuntaron hacia el alfa.
—Juro por mi existencia que si llegas a ponerle una mano encima desearás no haber nacido, y lamentarás el día en que me puse en tu camino.
Se sintió ofendido, jamás y nadie un omega lo retaría y menos por otro alfa. Algo que le admiraba era la forma tan grotesca y la valentía que tenía para amenazar a alguien, no le importaba en absoluto si fuese el mismísimo diablo. No respondió por unos largos minutos analizando cada uno de sus palabras, había encontrado el punto más débil del omega y para él sería tan divertido.
—Bien, espero no lo lamentes tú. Solo te recuerdo una cosa, estas retando al diablo.
