BLOODY © [S.S #01.]

Capítulo 15

Mi cabeza reposaba sobre el hombro de Bloody, mientras observábamos el amanecer por mi ventana.

—Lamento no haberte dejado dormir. —murmuré.

—No importa. —respondió, y se movió para ponerse de pie— Vendré más tarde, ¿Estarás bien sola, por ahora?

—Llamaré a Dess. —dije, envolviéndome contra mi sudadera.

Asentí y le di una sonrisa tranquilizadora. Se despidió con la mano y salió, otra vez, por la ventana.

Menuda manera de salir.

Me arrastré hasta la mitad de la cama y me estiré, suspirando.

Eso de que los Demons buscaban hacerle daño a Bloody sólo porque no les agradaba, no me convencía del todo; debe haber una razón real. No era tan estúpida.

Dudaba mucho que esos demonios llegaran al mundo humano en plan: "Oh, miren a ese chico. Le gusta asesinar, ¿eh? no nos agrada, hagámoslo sufrir". Para eso estaba la policía, y ni al caso.

Mi teléfono sonó y lo tomé, observando un mensaje de un número desconocido. Me senté al borde de la cama.

"De: Número desconocido;

Hola, ¿Quisieras ir al parque de diversiones? Soy Derion."

Chequeé su foto de perfil, y en efecto, era él.

Evadiendo el miedo de sus métodos de descubrir cosas, y la confusión, lo pensé:

1.- No tenía nada que hacer.

2.- Ir al parque me serviría como distracción para olvidar esos estúpidos sueños, además de terminar de cerrar el tema de que Derion era uno de esos diablos locos.

Bloody, Bloody, Bloody.

Me di una ducha rápida y me coloqué unos vaqueros negros, una camiseta blanca y unas zapatillas a juego. Dejé mi cabello suelto, tomé las llaves y mi teléfono y salí, antes de encaminarme a la casa de Derion, le escribí a Dess.

"Iré con Derion al HyedPark, ¿Quieres ir?"

Segundos después, respondió:

"De: Dess;

Nop, haré un mal tercio. Luego me cuentas cómo te fue. Ten mi número en emergencias por si las dudas"

"Aunque, sobre pensándolo, debería estar por la zona. Para estar más tranquila"

Acepté su idea de protección, entonces le envié una foto de mi cara aprobatoria.

Cuando crucé la calle, Bloody salió de su casa.

—¿Y tú a dónde vas? —preguntó.

—HyedPark. ¿Tú...?

—Ya tengo planes. —pasó de mí, chocando su hombro con el mío, y observaba cómo se alejaba, con cierto fastidio, le saqué la lengua y el dedo de en medio a sus espaldas.

Seguí a la casa de Derion, escuché la voz de Derek en el auto donde subía, y el golpe que le dio él para que dejara de saludarme. Toqué la puerta.

Derion salió de su casa con una sonrisa, a lo que yo le correspondí con una algo forzada.

—¿Lista? —preguntó, yo asentí.

Mientras caminábamos, decidí preguntar algo para entablar una conversación que ahuyentara el ambiente incómodo.

—¿Te gustan los parques de diversiones?

Oh, claro, los odia, por eso van camino a uno.

—Sí —esbozó una sonrisa y me dio una mirada rápida—. Me dijeron que en el HyedPark hay atracciones nuevas. En el orfanato nos sacaban a pasear una vez al año, cuando mucho.