Las personas somos duales: Tenemos una parte dominante y otra sumisa. En el BDSM la esclavitud y la libertad coexisten en sus participantes. La primera se experimenta, la otra se siente.
El camino desde el Barrio Francés hasta su casa se hizo en un serio silencio. Hyunjin había comprado algunos tuppers de los puestos de comida que se vendían en la plaza Lafayette. Y ahora estaban cenando en la mesa de la terraza de su habitación. Hyunjin lo había querido así, y lo había dispuesto todo ordenadamente. Felix seguía confuso por lo sucedido en el baño del Pirate's Alley Café. En realidad, él debía seguir las instrucciones del amo Hwang; pero saber que él estaba así por una mentira, lo hacía sentir mal, porque el bulo lo había creado él. Tal vez sería mejor que supiera que entre él y Christopher no había nada. Nada de nada. Pero le daba vergüenza revelar la verdad.
El jefe había escogido algunos platos criollos para llevar. La cocina criolla de Luisiana, mezclaba influencia de distintas partes del mundo: desde la africana y caribeña, a mediterránea y francesa, incluso con toques italianos.
—En Washington no cocinan igual —dijo él llenando el vaso de vino tinto.
Felix cubrió su copa con la mano y negó con la cabeza.
—Todavía tengo absenta en el cuerpo, señor. No me apetece vino.
Hyunjin dejó la botella sobre la mesa, y le sirvió agua. Lo estudió. Los focos del suelo de su terracita de madera alumbraban su rostro y creaban un halo rojizo alrededor de su cabeza. Un hada de los bosques sin sus duendecillos. Y estaba contrariado y preocupado. Como amo, tenía que hacerle entender a Felix que mentirle no iba a concederle buenos resultados en nada. Pero como Hyunjin, joder, la pequeña trola le había fastidiado más de la cuenta.
Felix estaba entretenido mirando las momentáneas reformas que se habían hecho en su jardín. La mesa camilla con las cadenas, las fustas, los floggers, los dos postes de madera clavados como si fueran los palos laterales de una portería de fútbol americano...
—Mi madre tiene la receta de la mejor quiche de todo el estado —murmuró él sin mucho entusiasmo—. Si se lo pides, te enviara tuppers para un mes.
—Me gustaría ver a Solar. —Hyunjin se llevó un trozo de pimiento relleno a la boca—. He echado de menos sus granizados casi cada día de mi vida.
—Y ella te ha echado de menos a ti —exhaló suavemente y se puso un poco de ensalada de patata—. Te adoraba.
—Sí. Provoco ese curioso efecto en las personas.
—Normal, eres un buen mentiroso.
—Como tú —contestó él con acidez. Felix le lanzó una mirada resentida mientras tragaba y se acompañaba con un poco de agua.
—Según las leyes serviles y dominantes, debes aprender a olvidar y no alargar un castigo demasiado, ¿me equivoco, señor?
—Lo que debo, travieso Lix, es hacerte entender que no me debes mentir en ninguna circunstancia. Puede que no te estés tomando esto demasiado en serio porque crees que es algo que no será duradero. Pero, mientras estés conmigo, tienes que estar al doscientos por cien en todos los sentidos. Como agente, como persona y como sumiso.
—¿Tú lo estás?
—Sí. Por supuesto que sí.
Él se quedó callado y siguió comiendo en silencio. No creía que estuviera al doscientos por cien. ¿Quién lo estaba?
—¿Qué tipo de relación tienes con Christopher? —Hyunjin intentó comprender la relación de Felix con ese tipo.
—Nada serio. Ya te lo dije.
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DS Hyunlix
FanfictionLee Felix siempre quiso ser como su hermano Jisung. Por eso, cuando decidió trabajar para la Ley, Felix lo siguió y se esforzó siempre por llegar a su nivel. Ahora, Jisung ha desaparecido, y le piden que colabore en una misión de rescate. Él joven p...