════ ⋆★Grid 2012★⋆ ════
Ayrton detestaba en lo que se había convertido su día. Había apostado con Michael y esa gracia lo había llevado a hacerse responsable de dos de sus sobrinos y un colado.
—Entonces... ¿Qué quieren hacer? —les pregunta
—¡Helado! —Max
—¡Marvel! —Esteban
—¡Tacos! —Pierre
—Bueno, creo que te dejamos con ellos. —Gilles palmea su hombro— Pierre se duerme temprano. Tienes que ver que Esteban se duerma y no se quede jugando play con Max hasta el día siguiente. Buena suerte.
—Y si quieres sobrevivir. No dejes que Max coma después de las 10 de la noche. —advierte Mika
—Ten un buen día —Alain le da un beso
—Grac... ¿¡Y tú a donde crees que vas!? —se queja Ayrton
—Es tu castigo, no el mío. —se justifica el francés
—¿¡Entonces me vas a dejar solo con los tres!?
—Pero si es tú castigo...
—¿¡Y tienes la decencia de decírmelo a la cara!?
—Pero... —Alain trata de hablar
—Perfecto, maravilloso, sí. Espera los papeles de divorcio para mañana, Prost. Ni pienses en aparecer en la casa. —exclama Ayrton—. Ustedes tres, vámonos.
Max, Pierre y Esteban se miraron entre sí y se despidieron con la mano de todos.
—¿Divorcio? —preguntó Max, medio en broma, medio preocupado—. Tío Ayrton, creo que eso es muy extremo.
—Sí, ¿qué tan malo puede ser cuidarnos? —agregó Esteban, alzando las cejas con una sonrisa inocente
Ayrton soltó un suspiro profundo, mirándolos con resignación.
—Oh, no, no se hagan los inocentes. Ustedes y su lista interminable de demandas son lo suficientemente malos como para poner en riesgo la paz del hombre más paciente —replicó, dirigiéndoles una mirada de advertencia—. No soy yo, pero sí podrían hacerle enloquecer. Así que, mejor se portan bien, porque los tres están en observación estricta.
Pierre alzó una mano, como si estuviera en clase.
—¿Eso significa que los tacos están cancelados?
Ayrton cerró los ojos, suspirando otra vez.
—No, los tacos no están cancelados... Pero, si me dan muchos problemas, tal vez considere cancelar a alguno de ustedes.
Los tres adolescentes se miraron pensando a que se refería con eso.
—¿Cancelar... como en quitarnos los tacos? —preguntó Esteban con cautela
—No, creo que quiere decir que nos llevaría de regreso a casa sin comer. —murmuró Pierre, frunciendo el ceño
—Bueno, nos escapamos. —Max se encoje de hombros
—¿Escaparse? ¿De mí? —preguntó el brasileño—. De acuerdo, ¿y cuál es el plan de tres adolescentes hambrientos en la ciudad sin supervisión?
—Me sé el camino a casa. —responde Max
—Traigo 20 euros. —responde Esteban
—Mi celular tiene batería y puedo llamar a mi hermano. —responde Pierre