I Love You. I Need You (ILYINY 1).

Capítulo 8: Después de la tormenta... siempre viene una locura.

Maratón 3/3 Siiii

Este es el One-Shot Scarlet Visión: https://www.wattpad.com/149213974-vivir-en-paz-one-shots-parte-sin-t%C3%ADtulo-2

Regalo One-Shots: https://www.wattpad.com/myworks/43830361-un-peque%C3%B1o-regalo-%5E-%5E

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El rostro de Steve era un completo desastre, las lágrimas aún siguen brotando de sus ojos, y va y viene a través de todo el pasillo del hospital. La ciudad podría estar cayendo a pedazos, pero él quería estar allí, con ella. Porque la amaba, sí, la amaba y jamás lo negaría. Necesitaba verla como nunca antes lo había necesitado. Le arde el pecho, como si el corazón se le estuviera haciendo trizas, y las astillas del mismo, se le clavaran en el cuerpo.

Suelta un grito de desesperación justo al mismo tiempo que una mano se posa sobre su hombro.

- Steve – dice Wanda con sigilo.

Steve gira por completo y abraza a Wanda con fuerza.

- Shh, tranquilo. Ella saldrá de esto, ella es la más fuerte de todos por aquí – asegura Wanda y le dedica una mirada aseguradora antes de separarse del cuerpo del soldado.

- Siento mucho lo que sucedió – dice Visión y rasca su nuca algo confundido por no saber bien que decir.

Wanda le regala una mirada comprensiva y Steve intenta con fuerza sonreírle.

- ¿Hace cuánto está allí? – finalmente dice Visión.

- Unas dos horas – dice Steve entre gemidos de desesperación.

Y esas dos horas se podían comprobar fácilmente mirando directo a los enrojecidos ojos de Steve.

- Le dieron en el pecho – dice Steve. Su voz está ronca – lo último que me dijeron fue que sería una operación muy complicada... ¿Saben? La amo, no puedo perderla, no ahora – murmura.

Tres horas. Tres horas habían pasado desde la llegada de Wanda y Visión, y cinco horas de operación. El rostro de Steve es fúnebre, y aún sigue sucio por la reciente batalla.

- Ganamos – dice Wanda con la ropa algo arañada – lo logramos – dice y se sienta junto a Steve – vine aquí con Janet.

- ¿Qué sucedió con ella? – pregunta alarmado Steve.

- Tuvo... un aborto – dice Wanda junto con un gesto extraño – no sabía de su embarazo, tomó el riesgo, y perdió al bebé.

Steve frunce el ceño y se imagina que el dolor de Hank, debe ser tan asquerosamente profundo como el suyo.

- ¿Descubrieron que activó a los robots? – pregunta Steve.

- No hayamos absolutamente nada – dice y Wanda y suelta un suspiro.

- Familiares de Natasha Romanoff – dice el doctor fingiendo serenidad ante las personas frente a él.

- Yo soy su novio – dice Steve, y el temblar de sus labios es evidente.

- Ella lo logró – asegura el doctor – es muy fuerte.

- ¿Cuándo podremos verla? – pregunta Wanda con emoción.

- Ahora está durmiendo, y seguramente lo haga por unos días, pero mañana podrán verla – dice el doctor.

- ¿Tendrá alguna secuela? – pregunta Steve intentando disipar su última preocupación.

- Absolutamente no – asegura el doctor – quizás solo mucho cansancio durante los primeros tres meses – finaliza – si me disculpan, me retiro – dice y se va.

- Está bien – jadea Steve, y sus rodillas impactan fuertemente sobre el suelo – ella está bien.

Y se sintió renacer como el fénix. Al fin podía respirar normalmente. Se sentía vivo otra vez.

Dos meses después:

Natasha recorre la cocina con tranquilidad, Steve se ha vuelto su sombra desde aquel día. Va a donde ella va, respiran el mismo aire, y hasta comparten el más mínimo detalle sobre el otro.

Thor volvió a Asgard, Tony y Pepper se fueron a vivir a las afueras de New York, Henry y Janet decidieron afrontar la pérdida de su hijo, solos y en su casa. Clint y Bárbara están intentando tener un bebé, y finalmente Wanda y Visión están en el dulce plan de las bodas. Steve y Natasha, además de novios, ahora son inseparables mejores amigos.

- Si me dejas sola un momento, no voy a caerme – dice Natasha y se sienta a comer papas.

- Pero ni siquiera quiero que tropieces – murmura Steve a Natasha y le roba papas directo de las manos.

- Te amo – así es, Natasha Romanoff había dicho te amo, y no dejaba de decirlo desde que salió de aquella habitación de hospital.

- Te amo –responde Steve y deposita un suave beso en los labios de Natasha.

- Casémonos – dice Natasha con seguridad.

- ¿Qué has bebido? – pregunta Steve y suelta una risa divertida.

- Hablo enserio, idiota – responde ella con total seriedad.

- ¿En...serio? – pregunta Steve algo aturdido.

- Sé que es una forma extraña de pedirlo, ni siquiera debía haberlo hecho yo, pero qué más da. Estoy totalmente perdida por ti, quiero que nos casemos. De hecho Steve, ¡Casémonos hoy! – dice Natasha con emoción.

- Estás asustándome Nat – dice Steve y se arrodilla frente a su novia - ¿Casarnos hoy? ¿En dónde? – pregunta Steve extrañado.

- Solo hay que ir y firmar, luego podremos hacer una fiesta – dice Natasha.

Está totalmente enérgica, ¿La razón? No puede aguantar ni un segundo más la idea de morir sin haberse casado con el hombre de su vida, y considerando la profesión de ambos, era muy poco probable morir por vejez.

- Pues... - Steve lo medita unos minutos y finalmente sonríe ampliamente – sería muy divertido tampoco decirle a nadie – dice para pararse junto a Natasha.

Ella asiente divertida y abraza al soldado.

- Entonces vamos a comprar los anillos – dice Natasha arrastrando a Steve junto con ella.

Tal vez no fue la manera más convencional, mucho menos la más agradable para su entorno. Pero ambos lo querían, y ya lo habían hecho. Ahora portaban orgullosos sus anillos de bodas y se reían ante su gran travesura. Están comiendo pastas en un famoso restaurante.

- Estamos completa y absolutamente locos – dice Steve y suelta una risa suave.

- Tampoco puedo creérmelo – dice Natasha y acaricia su sortija.

Es plateada con una pequeña y delicada piedra en el centro.

- Estoy casada – murmura Natasha – soy Natasha Rogers – dice y observa a Steve con profundidad, amor y pasión – y te amo como nunca.

Steve ríe con fuerza y acaricia una mano de Natasha.

- ¿Sabes qué significa esto? – pregunta ella con gesto pícaro, y las mejillas de Steve se encienden.

- ¡Natasha! – dice Steve y cubre sus mejillas con sus manos.

- Te casas conmigo, entonces me aguantas – dice Natasha con diversión.

Y lo hacían, se soportaban el uno al otro... por amor.

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¡¡¡Muchas gracias por leer la maratón de esta loca!!!

De verdad las amo!!!

Xoxo <3 <3 <3