Prólogo.

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Mi nombre es Alejandro, soy un chico de Montreal. El color de mis ojos es café, el color de mi cabello es café, más o menos castaño, tengo 22, soy alto, m 1.90, musculoso, sin exageraciones. Vivo en los barrios altos de Montreal, específicamente en Westmount.

Este, un día como cualquier otro, iba a mi Universidad, la Universidad de McGill, una de las mejores. Con mis clases habituales, yo estudio administración de empreseas, algún día quiero llegar a dirigir una compañia.

Yo siempre he sido un fiasco en el estudio, porque tengo déficit de atención, lo que me trae muchos problemas, porque en mercadeo se necesitan muchas matemáticas, pero cuando lo intento no me concentro.

Mis padres tampoco están orgulloso de ello lo que para mí es una estupidez, ya que me había peleado con mi madre hace un año acerca de todas las chicas que traía a casa, era un tío de una noche, después las dejaba por ahí como juguetes sexuales, me gusta jugar a la Xbox con mis colegas, sobretodo con José, un gran amigo. Salir con cualquiera y tener sexo el mismo día que las conozco.

Yo era el ligón de las clases, pero a las guarras con las que iba a la Universidad no le gustaba como novio, aunque a mi tampoco me interesan un montón de cerdas. Les gustaba como un jodido juguete sexual, lo que debes en cuando me encabronaba, me encabronaba porque yo soy el que las trata así, no ellas a mí, despues de todo yo me lo había buscado.

No hagas lo que no quieres que te hagan a ti.

La verdad ya me da igual esa frase, desde siempre he sido una persona que los únicos sentimientos que tiene, es la lujuría y la rabia, de resto me vale.

Sabía que les parecía un juguete porque me decían cosas como: "que rico lo haces, aunque seas un idiota" nadie me llamaba idiota quien mierdas se creían para llamarme así, tenía un trauma con esa palabra ya que de pequeño mi padre me decía idiota cada vez que podía, eso me ponía muy molesto, y cuando lloraba de rabia, el me miraba y decía:"el pequeño idiota esta llorando", a ese imbécil no le podía llamar mi padre, él solo era un idiota que había tenido una noche con mi madre(uno de los tantos), mi madre siempre fue una fácil y no me importaba decirlo, yo nunca le importé. A ella no la quería ni cerca después de lo que había hecho conmigo.

~FLASHBACK~
Fue el día de la navidad ante pasada, el cual en las vacaciones mi madre fue a la entrega de notas( yo seguía en el Instituto) después de que ella llegó yo la esperaba al frente de la puerta de mi cuarto, impaciente, tambien estaba muy nervioso, aunque ya sabía lo que venía. Oí a mi mamá entrar por la puerta de casa(lo digo como escritor, todo esto sale de mi imaginación, ninguno de mis padres es así, nadie piense eso, yo quiero mucho a mis padres)
-Hay alguien en casa? Gritó,( ella solía preguntar eso porque en esa época tenía muchos amigos y solíamos salir afuera) a lo que yo le contesté.

-Si, aquí estoy, en mi cuarto viendo la televisión-.

Oí a mi madre subiendo las escaleras,  de repente se abrió la puerta, estaba bastante floja. El otro día, le dí un portazo, se había averiado.

-Tenemos que hablar-. A lo que yo asentí con la cabeza. Ese típico "tenemos que hablar" sabía que era algo malo.

Ella me contó como me fue, lo sabía... como el asco. Y además dijo que yo era la vergüenza de la familia, que era un idiota, que me perdiera y no volviera. No lloré, aprendí desde muy pequeño a forjar un escudo, un escudo, contra esa gente a la que tanto odiaba. Ese escudo servía para no dejar salir sentimientos, ni dejar entrarlos.

-Hijo pensé que deberías irte de mi casa, eres una vergüenza y tu padre y yo no te queremos aquí, nos decepcionas, dimos todo nuestro dinero a un psicólogo, para que te ayudara con tu déficit de atención y la verdad nunca mejoraste y nunca lo harás. No queremos seguir gastando más dinero en ti-. Me lo decía con una pose de chula y una sonrisa macabra.
Eso fue lo último que me dijo antes de decirme "recoge tus maletas vas a ir a un orfanato, porque como antes dije, no queremos gastar nuestro dinero en ti. Que lo haga otro desgraciado". Me hizo estremecerme. Apreté mi puño y mis dientes, de tal manera que me empezó a doler la mandíbula. Le sujete la muñeca a mi madre con tal fuerza que en los próximos días tendría la muñeca morada.

-Eres una fácil, eres la peor madre que he visto en mi vida, te he visto varias veces engañar a mi padre, aunque eso no me importa, porque ustedes dos son unos idiotas!-. Le dije con odio en mis ojos. A lo que ella me dio una bofetada en toda la cara, como nunca la había dado.

Pase 1 año en el orfanato, hasta que una mujer de clase media me recogió de ahí, estuve poco tiempo en su casa, tuve pocas oportunidades para hablar con ella. Me dijo que se llamaba Giovanna tenía un esposo y una hija que nunca llegué a ver porque estaba en otro país con su padre: Jordi. Realmente no me gustaba el amor de una madre, pensaba que el amor era una simple mentira para decirles a los niños que algún día encontrarían su "media naranja".

Pensé la mayoría de mi tiempo ahí en escapar, y así fue. Fui a vivir como un niño pobre, pidiendo dinero por ahí encontré a mi mejor amigo: José, el me enseñó los barrios y que hacer para vivir.

Cuando tuve la edad, empecé a trabajar como camarero en un restaurante, el cual me dio el suficiente dinero para vivir en un apartamento enano, pero ya tenía casa, como José no tenía una, lo invité a vivir conmigo lo cual aceptó y ahora me gano la vida siendo el administrador de el restaurante el cual tuvo muchísimo éxito.

~FLASHBACK~

Y ahora solo soy yo, un chico de 22 años que tiene un Ferrari 458 y que vive en los barrios más prestigiosos de Montreal.
~FIN~
Hola gente que me ve, si es que alguien lo hace.
Quería decirles que estaré tratando de escribir cada día, comenten quiero saber como estuvo.
¿Les gustó? Ojalá, espero les guste comenten lo que sea, ayudenme a mejorar. Siganme, comenten.

Mil Amores: Mil DoloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora