Capítulos #5

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Me parecía muy extraño, que después de tantas horas Giovanna no hubiera vuelto, la llamé.

Al cuarto tono respondió.
~Llamada telefónica~

-Hola cariño-. Me dijo con voz soñolienta.

-Hola mamá, quería saber, donde estas?, estas bien?-. Le dije con un tono preocupado.

-Claro cariño, estoy muy bien, dormí con una amiga, en su casa, estuve toda la noche hablando con ella, hace tiempo no la veía-.

-Bueno mamá, solo quería saber si estabas bien-.

-Claro cariño, no te preocupes-.

~Fin de la llamada telefónica~

Ya no me parecía tan extraño, pero algo sonaba raro. Sin darle mayor importancia, metí la llave en el coche y lo arranqué. Me dirigía hacia el hospital, donde había dejado, a la bella princesa durmiendo en una camilla, iba tan rápido como el rayo, casi me pasaba los semáforos en rojo, solo para saber como estaba ella, MI princesa.
Al llegar, fui a el lobby, corriendo como un desesperado, en realidad, si estaba desesperado, desesperado por ver esa hermosa princesa, o por saber como estaba.

Me dijeron que todavía no podía entrar, ella estaba durmiendo y por el momento ella necesitaba dormir.(se me olvidaba, en una de esas carreras por pasar todos los semáforos en verde, paré y compre unas flores, no sabía si era lo correcto, me gusta ser original, pero en el momento solo pensaba en verla, y no podía pensar en algo).

Cuando me dejaron entrar, solo tenía, unos grandes ojos de angustia, y miedo, al ver como ella estaba toda golpeada, con el labio rojo, hinchado y muy cerca del ojo, tenía un morado, solo llegué, y me senté en una silla, próxima a ella, ella seguía dormida, no la toqué, tenía miedo a que ella despertara, porqué dormía de una forma tan sencilla y hermosa, que solo quería acostarme con ella y abrazarla toda la noche, como un día de invierno en el cual llueve y caen rayos.

La miraba con ternura y miedo, miedo al saber lo golpeada que estaba, llegó la doctora, dijo que ella necesitaría una semana de descanso, una semana que iba a ser totalmente MÍA, cuando la doctora me hablaba yo le preguntaba toda clase de cosas, como: a que horas se toma las pastillas?, que puede comer para que no interfiera en el tratamiento?, no podía creer que había preguntado esa ultima pregunta, esa pregunta tan específica, pero sin embargo, me pasaba por la cabeza, todas las maneras de las cuales ella podía salir afectada, y no tenía miedo a preguntarlas. No paso mucho tiempo, antes de que ella despertara.

-Hola Lana, como te sientes?, sientes que puedes levantarte?-.

-Hola, que haces aquí?-. Me dijo un poco tosca.

-Mira Lana, si tu me lo pides me puedo ir, pero quiero saber como te sientes, antes de irme por esa puerta-.

-Perdón, me siento bien, pero me duele un poco los moretones en mi abdomen-. Me ponía loco, al imaginarme el abdomen de Lana. Solté un suspiro de tranquilidad.

-Ahora quieres que me vaya?, mira hablé con la doctora, y me dijo que tenías que meterte en la cama por una semana, y alguien... te tiene que llevar a casa, pensé que podrías, ir conmigo a casa-. Todo este tiempo, llevaba la mano derecha detrás de mi espalda, porque ahí estaban las flores.

-Un momento, que tienes en la mano-.yo estaba un poco avergonzado, no quería que viera las flores.

-Traía algo pero ya no importa-. Me levanté de la silla, y me dirigía hacia la puerta.

-Espera, Idiota detente-. Me ponía loco que me llamara así.

-Si no quieres mostrarme lo que tienes en las manos, no importa, pero quiero que me lleves a casa-. Sonreí, y al verle mirándome, oculte mi tonta sonrisa.

-Bueno, voy a recoger tu ropa del lobby y nos vamos-.

Salí de el cuarto y fui directo a el lobby, le entregué las flores a la señora que me atendió y me llevé la ropa de Lana.

Cuando entré al cuarto, ahí estaba Lana esperándome, a que le diera su ropa, se la entregué, me fui de el cuarto y esperé afuera, una mujer, muy hermosa pasó enfrente de mi, y me guiño un ojo, yo solo volteé mi cara de lado, dandole la espalda. Lana salió con su ropa puesta, sencilla pero hermosa.

Fui a el lobby y le entregué la bata de hospital a la señora, que anteriormente le había entregado las flores, ella también me guiño el ojo, pero yo no le presté atención.

Salimos de ahí y fuimos a mi coche, yo llevaba a Lana en mis brazos, me encantaba, la miraba todo el rato.

-Lana, necesito que te bajes, para poder buscar las llaves del coche-. Ella se bajó y fue a el lado de el copiloto.
Todo el camino me lo pase mirándola con ternura, porque a pesar de que ella estuviera toda golpeada, seguía siendo hermosa y mi princesa, que tenía toda esta semana para demostrarle cuánto la amaba,( que! Amaba? Que fue lo que dije? Se me está olvidando, la promesa que el día que escapé hice.

Cuando llegamos a casa, la llevé a su cama, en brazos y la dejé suavemente en su cama.

Iba a salir de el cuarto para llamar a domicilio, una comida china, que a Lana le encantaba, lo sabía porque Giovanna me lo había dicho. Pero Lana me detuvo.

-Idiota, espera, quería decirte gracias y pedirte algo, me podrías traer la pastilla para el dolor?. Yo me acerqué, y la besé con ternura y desesperación, abrazándola al mismo tiempo, pero ella no hizo lo mismo, al contrario, me empujo.

- Qué te pasa idiota? Estas cuerdo?-. Salí de el cuarto y fui a llamar el restaurante, después de eso, fui al coche y agarré las pastillas, entré a su cuarto y le entregué las pastillas y un vaso de agua.

-Perdón Lana, por favor no le digas nada a Giovanna-. En ése momento escuché la puerta principal abrirse.

-Hola, hay alguien en casa?.- escuché la voz de Giovanna

~Fin~
Quiero decir que subo capítulo( si tengo tiempo) entre semana, el fin de semana es libre, y he estado muy ocupado espero les guste.

Mil Amores: Mil DoloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora