Cap 3

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Música lista.

Ambiente decorado.

Todo estaba completamente ordenado para ese día que estaba matando al pecoso, aunque emocionando al pelinegro.

Sin embargo, ese sentimiento se transformada en un miedo, inexplicablemente, enorme.

Hyunjin se encontraba montando caballo, corriendo por largos caminos y hermosos senderos. Quería despejarse, aunque ya todo estuviera listo.

No quería pensar en su pasado, pero ahi estaba, siempre presente.

Para Hyunjin eso siempre fue un tema muy aterrador para él. Su niño de cinco años podía confirmarlo.

-¡Maldita sea, mujer! ¡Solo debo de ir y punto! ¡Carajo, que insoportable! - el padre de Hyunjin era muy explosivo y no tenía para nada paciencia.

-¡¿Pero no entiendes que puedes morir?! -por otro lado la mamá del alfa era más paciente y siempre estaba al lado de su hijo - ¡¿Acaso no piensas en mí?! ¡¿En tu hijo?!

El señor Hwang ya estaba enterado de que el rey Han estaba vivo y ahora solo quería venganza.

Iba a darse una guerra, eso no había duda y todo el mundo lo sabía, pero el problema era que ahora la pareja Hwang tenía una pequeña vida, un alfa que se parecía mucho físicamente a su padre, aunque tenía los mismos lunares que su madre.

-¡Es por nuestra patria! - un pequeño Hyunjin escuchaba todo detrás de la puerta - ¡Es mi patria! ¡Mi pueblo! ¡Y el tuyo también porque eres mi esposa! - se acercó a la mujer y la tomó de la cara con fuerza, sacándole un pequeño jadeo - ¡¿Escuchaste?! - le gritó en su oído mientras la mujer quería alejarse de ese hombre - ¡Te casaste conmigo! ¡Eres mía, solo mía! ¡Este es TU pueblo y debes de morir por él! ¡¿Eso no juraste?!

-¡Suéltala! - se escuchó un pequeño grito en el ambiente.

Hyunjin salió y empujó a su padre, aunque no logró nada, el alfa mayor era más fuerte.

-¡No la toques! - seguía gritando. El rey se alejó y al ver que el menor se ponía al frente de su madre, protegiéndolo de él, lo único que hizo fue darle un golpe en su pequeña mejilla.

-¡Ya basta! ¡Con él no te metas! - le golpeó esta vez a su esposa.

Solo se escuchaban pequeñas gotas del techo cayendo.

El rey se agachó y vio a su hijo que ahora solo quería la protección de su mamá.

-Eso - su tono ahora era calmado - Es para que aprendas a nunca - se acercó más - Nunca atreverte a alzarme el tono o faltarme el respeto y no solo a mí sino a tu pueblo, ¿entendido?

El pequeño solo pudo asentir varias veces, escuchando los lamentos y jadeos de su madre.

El hombre salió de ese cuarto, gritando a sus guardias que debían de empezar a prepararse.

-Mi vida - la señora se acercó al pequeño, agarrándole sus mejillas. Ahora estaban a la misma altura - ¿Te duele mucho?

-N-no, no...- susurraba el pequeño, mirando como los ojos de su madre se cristalizaban - Hay que irnos, mami. Mañana hay que irnos.

Sintió una caricia, vio mejor los ojos de su madre, la noche anterior también había llorado.

-No podemos mi vida...- le dio un besito en su cabeza - Ahora más que nunca, tenemos que quedarnos...

-¿Por qué? - vio una lágrima en la mejilla rosada de su madre.

-Eres el príncipe de este pueblo... - empezó a llorar, abrazandolo - Perdóname, perdóname...

Found - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora