Mis brazos eran sostenidos por dos hombres fornidos mientras me sacaban del auto en el que me habían recogido.
No tenía intención de protestar por el momento, pues, mi escape fue premeditado y todo lo que aconteciera después de él le pertenecía solo a un hombre que me esperaba en alguno de los departamentos con los que contaba el gran edificio frente a mis ojos.
Mientras observaba el edificio, uno de los hombres que hacía solo unos momentos me sostenía, deshizo su agarre en mi brazo para quedar detrás de mí, hice el amago de girar mi cuerpo para observarlo pero no me fue posible debido a que de un momento a otro mis ojos ya no fueron capaces de ver. Una venda, de la que no podía reconocer el color, cubrió mis ojos mientras el hombre que la había atado me sostenía otra vez en un agarre firme pero no doloroso.
Luego de esto, comenzamos a caminar y por el cambio de aire a mi alrededor pude saber que habíamos entrado al edificio que fue lo último que vi, la noche afuera era fría y el cambio en el ambiente hizo que el aire se convirtiera en algo más cálido.
Desde el momento en que entramos en la gran estructura mis sentidos intensificaron su atención. Fui capaz de reconocer que estábamos en un elevador (probablemente privado, porque HuanYue no era un idiota y sabía que otros harían preguntas si veían a alguna persona con los ojos vendados que estaba siendo llevado a quien sabe dónde) y que este se deslizaba por las bisagras permitiéndonos ascender.
Mientras mis pies estaban detenidos dentro del elevador me dediqué a contar los pisos que subíamos, fueron treinta pisos y conociendo a la persona que me esperaba detrás de esas paredes, este era el pent-house que debería estar avaluado en unos cientos de millones como poco.
Cuando sentí que las puertas del elevador se abrían suspiré y los hombres se abrieron paso dentro de una habitación.
Los pasos se escuchaban nítidos en el piso de mármol mientras guiaban mis pasos dentro del departamento.
Para mi sorpresa, mi cuerpo no se sentía tenso. Estaba expectante, emocionado, irradiaba una tensión diferente a la que pudiera imaginar y eso me hizo sentir peor porque lo necesitaba, ese fuego, esa emoción latente e inolvidable era la que me había hecho falta desde el momento en que el nuestro final dio paso a la separación que yo sabía que llegaría.
Mientras mis pensamiento se perdían en el nosotros que nunca pudo ser, fue imposible para mí no notar que nos deteníamos frente a una puerta mientras mi corazón latía desbocado en mi pecho por primera vez desde que había contactado al número de teléfono de mi antiguo compañero.
El sonido de la puerta abriéndose llegó a mis oídos y mis sentidos se intensificaron aún más, a mi nariz llegó también el aroma que había estado añorando por años y que había dejado en su ausencia un vacío mucho más grande de lo que quería admitir.
Entramos a la habitación y los hombres que me sostuvieron todo el camino se fueron en silencio, dejándome a merced de mi cazador... o mi presa.
Cuando estuve solo dentro del cuarto sentí su presencia, imponente, fuerte y sumamente sexual, cosa que provoco un estremecimiento en mí.
No sabía en qué lugar del cuarto se encontraba pero no podía no decir que necesitaba ver su rostro, quería sentirlo y apreciar la belleza que recordaba en este joven hombre.
—Hay algo que me resulta inexplicable y agradecería que me lo aclararas—dijo mientras por fin sentía que comenzaba a moverse por entre lo que imaginaba era una oficina.
—Hace años te dije que todo llegaba a su debido tiempo—comencé a decir—. Si estoy aquí hoy es porque ese tiempo ha llegado.
—No puedo entender cuál es el motivo por el que me llamaste—escuché que decía una voz en mi espalda, mientras HuanYue ignoraba mis palabras—. ¿Estas buscando burlarte de una persona otra vez?
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El precio de viejos rencores.
RomanceHace cuatro años, WuQue, que vivió subyugado ante los deseos de su madre toda su vida, tuvo que rechazar al amor de su vida de la manera más cruel, destrozando su corazón en el camino; en ninguno de esos momentos sus sentimientos importaron porque h...