Fiesta Pt1

41 6 16
                                    

Coriolanus se miraba al espejo arreglandose la fina corbata que había tardado tanto en escoger para acompañar su fino traje color vino hecho a la medida, cortesía de los Plinth por su puesto.
Ya que a parte que había ganado el tan codiciado premio Plinth, Sejanus y él se habían hecho tan amigos que Má Plinth prácticamente lo había adoptado.

Y esa noche justamente se celebraría el compromiso de Coriolanus con Livia Cardew. Su archienemiga, pero ella por suerte había olvidado eso para solo centrarse en la fortuna a la que ahora era acreedor.
Esa chica era la última mujer con la que le gustaría formar una familia, pero era malditamente rica, y elevaria su estatus, cosa que la abuelatriz anhelaba... Y ya que a él no le gustaba alguien ¿porque negarle la felicidad a su abuelatriz por el poco tiempo de vida que le quedara?.
Coriolanus seguía inmerso en sus pensamientos, hasta que Tigris toco la puerta de la habitación, dejándose ver con su hermoso vestido nuevo, cortesía de Coriolanus.

 Coriolanus seguía inmerso en sus pensamientos, hasta que Tigris toco la puerta de la habitación, dejándose ver con su hermoso vestido nuevo, cortesía de Coriolanus

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Mirate! - dijo Coriolanus sonriéndole cuando ella dio una vuelta modelando el vestido.
-¿A que es hermoso?! Ayy lo AMOOO, muchas gracias Coryo! - dijo Tigris feliz.
-Esto no es nada, tan solo quiero compensar lo mucho que diste por mi.- dijo Coriolanus abrazando a su prima.
-Coryo... No puedo creer que vayas a casarte. - dijo Tigris tomando el rostro de su primo con su dulzura habitual.
-Ni yo... Pero aquí vamos, directo a mi fiesta de compromiso. - dijo Coriolanus fingiendo entusiasmo tratando de ocultarle a Tigris su profunda irritación por Livia, y el hecho de que sabía que jamás sería capaz de amarla.
Aunque esa fiesta no se estaría celebrando de no ser porque Tigris había fingido que la prometida de su primito le agradaba, aunque realmente Livia le hacía vivir un infierno cada vez que se veían.

Pero como ella creía que Coriolanus amaba a esa bruja, prefirió guardar silencio.
-Bueno, entonces disfrutemos tanto esta noche, y más porque será la primera del resto de tu vida junto a Livia. - dijo Tigris tratando de sonar optimista.
Y Coriolanus hizo lo mismo, fingiendo emoción de ver a Livia, mientras le extendía el brazo a su prima para salir a buscar al chófer, e ir a la fiesta.

La reunión se llevaría a cabo en la mansión de los Cardew, en el corso, entonces ahí debían ir.
Tigris fue a por la abuelatriz, y ya los tres listos, salieron a buscar al chófer que ya los esperaba listo.
Coriolanus le pidió al chófer qué llegara puntual, pero tampoco demasiado temprano.
Cada segundo cerca de Livia le suponía un infierno, y más fingir amor hacia ella.
Entonces, cuando estuvo preparado para fingir, el auto llegó a su destino, y el lacayo de los Cardew abrió la puerta del auto de los Snow en cuanto llegaron.
Y en cuanto Coriolanus y su familia bajaron, las cámaras de los reporteros no se hicieron esperar.
Entraron a la mansión qué estaba elegantemente adornada con flores blancas, y ya había bastantes personas charlando en el gran salón de la mansión.

Coriolanus y Tigris entraron lentamente por la abuelatriz, pero en cuanto la gente vio a Coriolanus se acercaron a él para preguntarle cosas y felicitarlo absolutamente por su compromiso.
Pero faltaba la prometida.
Él señor Cardew lo saludó, y le dijo que Livia bajaría en unos minutos.
Y cuando al fin bajo, Coriolanus estiró su cara en una fastidiosa sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Balada Escrita En Las Estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora