—Verán, chicos, hoy nos dividiremos en equipos distintos. He leído un artículo donde dice que para reforzar la confianza en un grupo es bueno salir de la rutina a la que estamos acostumbrados —explicó Zane con su tono sereno.
—Eso suena emocionante —respondió Kai estirándose.
—A mí me da igual —dijo Cole con desgano.
—Entonces lo haré a ruleta —fingiendo presionar unos botones en su brazo, agregó—. Bien, primer grupo: Cole y Jay.
—¡Eso! —Cole chocó manos con Jay.
—¡Sí! —exclamó Jay.
—Segundo grupo... —Zane fue interrumpido antes de terminar.
—Espera, Zane. ¿Qué parte del barco nos tocará? —preguntó Jay.
—Eso también se decidirá por regla al final de la formación de equipos —respondió Zane.
Cole y Jay asintieron, conforme.
—Como decía, segundo grupo: Lloyd y Nya —dijo Zane. Lloyd se acerco y sonrió a Nya, y ella le devolvió la sonrisa con entusiasmo.
—Tercer grupo: Vania y yo —Zane se acercó a Vania con una sonrisa tranquila.
—Y ¿yo qué? —protestó Kai.
—Somos impares, Kai. No hubo mucho que mi sistema pudiera hacer, así que tendrás que trabajar solo —le explicó Zane.
—Ay, está bien —Kai se quedó regañadientes.
—Bien, ahora, las tareas. Grupo uno: los cuartos; grupo dos: la cubierta; grupo tres: la sala de control; y grupo cuatro: el baño.
—¡¿Qué?! No es justo, ¿por qué yo al baño? —se preguntó Kai.
—Vamos, Kai, no es tan malo. Al menos es un solo espacio —dijo Jay.
—Chicos, calmémonos. No lo hagamos tan complicado, solo empecemos —dijo Nya.
—Agh... está bien —suspiró Kai, y se fue a regañadientes hacia el baño. Todos se dirigieron a sus respectivos lugares.
Ya en la sala de control:
—Zane, ¿Nya te explicó el plan? —susurró Vania.
—Sí, me lo comentó, y corregí algunos detalles que estaban fuera de lugar —respondió Zane.
—Gracias por ayudarme con esto. No quería causarte molestias —dijo Vania, algo inquieta.
—No es ninguna molestia. De hecho, me alegra que confies en mí —dijo Zane con tranquilidad.
—No esperaba esa respuesta… pensé que estarías molesto —admitió Vania.
—No lo estoy. Comprendo tu situación con Lloyd. Sé que su trato puede parecerte injusto y duro, pero no lo tomes personal. Lloyd a veces es difícil de entender. Hay asuntos que aún le duelen y eso lo hace retroceder. Pero, si crees que hablar con él solucionará las cosas, deberías hacerlo.
—Gracias por el apoyo, Zane.
—No tienes que agradecerme.
Observando su reloj, Zane prendio la cámara de la cubierta y vio a Nya, quien fingía torcerse el tobillo.
—Creo que es tu entrada —le dijo, señalando la pantalla.
—Oh… sí, voy. Gracias de nuevo —respondió Vania apresurada, y salió rápidamente.
En la cubierta:
—¡Nya! —exclamó Vania al llegar rápidamente a su lado—. Déjame ayudarte —Vania la levantó con cuidado y la apoyó en los brazos de Lloyd.
—Ay, me duele mucho —fingio Nya, con voz de dolor.
—Nya, respira conmigo. Solo concéntrate en respirar —le dijo Lloyd, ayudándola.
—Está bien... —Nya comenzó a respirar lentamente con él.
—Vania, creo que sería mejor que llevaras a Nya con Zane. Yo terminaré aquí —dijo Lloyd seriamente.
—Sí, claro. Apóyate en mí, Nya —respondió Vania.
—Gracias... —agradeció Nya, mientras Vania la llevaba lentamente hasta donde estaba Zane.
De regreso en la sala de control:
—Zane... ya estamos aquí —dijo Nya.
—Vi lo que pasó. No es necesario que me lo expliquen —respondió Zane.
—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Vania.
—Vania, ve con Lloyd y dile que Nya te pidió que lo ayudes. Dile que la dejaste conmigo, que ya terminamos la mayoría de las tareas aquí, y así no sospechará nada.
—Me lo repites? —preguntó Vania, algo confundida.
—Solo ve y dile a Lloyd que yo te envié y que ya terminaste aquí —respondió Nya, un poco impaciente.
—De acuerdo —dijo Vania, y sin más, salió corriendo hacia la cubierta.
Ya en la cubierta:
—¡Lloyd! —Vania se acercó rápidamente.
— ¿Qué pasa? —preguntó Lloyd, con un tono aún distante.
—Vine a ayudar a limpiar la cubierta.
—¿No tienes tareas con Zane en la sala de control?
—No, dijo que ya terminamos la mayoría. Además, Nya me pidió que te ayudara para que no hagas todo tú solo.
—Tú limpia el lado izquierdo, yo el derecho. Así acabaremos más rápido —dijo Lloyd, suspirando mientras le lanzaba un balde y un trapeador.
—Está bien —dijo Vania, tomando el balde y el trapeador, aunque dudó por un instante.
—¿Qué? ¿No sabes limpiar? —preguntó Lloyd, con una pizca de burla.
—Claro que sí. Ser princesa no significa que no sepa limpiar—se defendió Vania.
—Oh... disculpa. Pensé que, con sirvientes, no necesitarías mover un dedo —dijo Lloyd.
—Para tu información, mi padre siempre insistió en que limpiara mi propia habitación. Era mi responsabilidad —respondió Vania, algo ofendida.
—No te ofendas y solo limpia. No estoy de humor para dramas —contestó Lloyd, cansado.
Se quedaron en un silencio incómodo hasta que Vania decidió romperlo.
—Lloyd… ¿por qué tienes esta actitud hacia mí?
—No es algo que te concierne. No te lo tomes personales.
—Oh, claro que me concierne. Te desquitas conmigo.
Lloyd evitó su mirada, manteniendo su indiferencia.
—¿Es por ella? —preguntó Vania en un tono más serio.
Lloyd la miró, esta vez con molestia.
—No sabes nada sobre mí. No creas que porque escuchas algo, entiendes cómo me siento. Ten cuidado con lo que dices.
—¿Así que el gran Ninja Verde amenaza a personas inocentes? —respondió Vania.
—Amenazo cuando alguien es una amenaza para mis amigos o para mí. No te equivoques, Vania. Los de la realeza siempre creen que son el centro de atención… no consideran los sentimientos de los demás, no les importa pisotear a nadie —dijo Lloyd, dolido.
Vania quedó en silencio, procesando el dolor en la voz de Lloyd.
—Lloyd… puedes confiar en mí. No soy tu enemigo. Si quieres contarme tu historia, estoy aquí.
—Ella… ella fue la persona a la que llegué a amar. No sé lo que te habrán dicho, pero mi versión también cuenta.
—Entonces cuéntamela, Lloyd —dijo Vania, colocando su mano en su espalda en señal de apoyo, esperando que él se abriera.
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Segunda oportunidad.
FanfictionJamás creí que me perdonarían... Que él me perdonaria....