🔥 Capítulo 4 🔥

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  La botella de vino se resbaló entre sus dedos y cayó sobre la alfombra, provocando que el sonido la despertara. Al abrir los ojos sintió un dolor punzante en la cabeza, no estaba segura de dónde estaba o qué sucedió.

Parpadeó y bostezó, ¿qué hora era? Al acomodarse en el sillón cayó boca bajo, golpeándose la cabeza con la botella.

—Auch —balbuceó y tanteó la mesa ratonera—. ¿Qué...?

Tenía varias llamadas perdidas y un buen puñado de mensajes. Se trataba de Best Jeanist y le estaba exigiendo saber dónde demonios se encontraba y por qué no estaba en la agencia.

—Mierda, mierda —iba casi una hora tarde.

Se puso de pie en un brinco, provocando que todo le diese vueltas, pero hizo caso omiso y disparó a su habitación, llevándose puesta la mesa ratonera y la esquina de la pared que daba al pasillo.

—Hijo de tu puta madre —se metió al baño.

No daba tiempo para una ducha. Sólo deseaba que un buen lavado de cara y de dientes fuesen suficientes para ocultar el olor a alcohol que probablemente tenía encima.

Comenzaba recordar lo que había sucedido. Rompió el corazón de Hide, de nuevo, él la dejó allí y ella tomó la botella de vino y la vació en su garganta.

Increíble.

Tenía buena tolerancia al alcohol, pero lo cierto era que este podía atontarla un poco y bajarle el sueño.

—Tengo ojeras —quiso echarse a llorar cuando vio el reflejo en el espejo.

Se calzó un conjunto deportivo, un bolso con algunas cosas y salió por la ventana, volando lo más rápido posible hacia la agencia.

Aterrizó en la puerta a los tropezones, casi yéndose de boca, pero el mismísimo Best Jeanist logró atraparla.

Ella le sonrió tensamente.

—Jefecito...

—¿Se puede saber por qué demonios llegas tarde? —Masculló molesto.

—Juro que tengo una muy buena explicación —comenzó a decir Natsuki—. Verá, yo... Anoche...

Best olisqueó el aire.

—Ugh, ¿sabes qué? No hace falta —se alejó un par de pasos—. Ve y date una ducha, tu pelo parece un nido de castores y apestas a alcohol.

—Pero del bueno —agregó ella con una sonrisa, la cual murió al instante tras la mirada gélida del héroe.

—Y quítate esas gafas de sol —gruñó.

—No querrá ver lo que hay detrás, se lo aseguro —arrugó la nariz—. Mejor me voy a duchar.

A paso continuo y rápido se alejó, no quería provocarlo. Subió las escaleras, cubriéndose el rostro con una mano, dobló hacia la derecha y se detuvo.

A unos cuantos metros se encontraba Bakugou, hablando con una mujer de cabello rubio y un par de alas blancas. Él asentía a cada cosa que ella decía, atento y hasta amable.

Natsuki tuvo que acercarse, pues las duchas estaban en esa dirección.

—Hola —saludó de paso.

Bakugou frunció el ceño cuando no se detuvo en ellos. Pues su rutina del día comenzaba con él, molestándolo. No le sorprendió que haya llagado tarde.

—Akamori, detente —dijo Best Jeanist.

Ésta se detuvo irguiendo bien su postura, dio pasos hacia atrás y giró sobre sus talones con una sonrisa incómoda. "¿Qué demonios sucede ahora?", se preguntó.

Uncontrollable Desires || Bakugou Katsuki x OC || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora