Uncontrollable Desires || Bakugou Katsuki x OC || BNHA

🔥 Capítulo 5 🔥

  Asami se dirigió a la oficina de Katsuki, la cual se encontraba abierta y lo vio dejando una bolsa de hilos con un bonito moño azul sobre su escritorio, repleta de dulces.

"Así que sí se compró dulces", pensó curiosa, jamás había hecho algo como eso antes y sonrió. "Quizá quiere darme la bienvenida", se entusiasmó ante la idea. Golpeó suavemente la puerta e ingresó.

—Bakugou-san —llamó—. Best Jeanist nos está buscando. Parece que tiene algo para nosotros.

—Está bien, vamos —la siguió.

La joven alzó ambas cejas y dio un paso atrás, los dulces quedando donde los dejó. "Tal vez me los dé más tarde, no me impacientaré", se dijo.

En la oficina del héroe se encontraba Natsuki con una carpeta en mano, husmeaba el lugar con notoria curiosidad. No se parecía en nada a la gran y ostentosa oficina de Endeavor, ese lugar derrochaba dinero por todos lados. Best era más elegante y humilde, le gustaba eso.

Best le explicó al par el trabajo que Natsuki estuvo realizando y que ya tenía resultados positivos como para ponerse a trabajar en seguida. Se vieron impresionados por su trabajo de tan sólo un día cuando la mujer se dispuso a explicar todo lo que había encontrado y cuál era su conclusión.

A pesar de odiar el trabajo de oficina, lo hacía y muy bien.

—Con eso tenemos lo necesario para actuar —dijo el jefe.

—Pero yo creo que si esperamos un día más podremos atraparlo en flagrante delito —intervino Natsuki.

—No hay necesidad de esperar, nos moveremos hoy —denegó el hombre—. Prepárense, salimos en 5 minutos.

Los tres asintieron y procedieron a salir.

—Akamori, tú no —detuvo Best Jeanist.

Natsuki volteó un tanto perpleja y confundida.

—¿Cómo? —Fue lo único que pudo articular.

Los otros dos ya se habían ido.

—Tú seguirás con el trabajo de oficina —ordenó.

Okay, no esperaba eso en lo absoluto y su rostro no hizo más que demostrarlo.

—Acabo de resolver un caso y no me mandará allí fuera —concluyó molesta—. ¿Sigue con esa estúpida idea del castigo?

—Nada de estúpida idea —sentenció igual de molesto—. Estarás a prueba por un tiempo, he tenido que soportar tus llegadas tardes, excusas insulsas y he tenido algunas quejas de tus compañeros —enumeró—. De ahora en más te conviene seguir las reglas si es que quieres continuar aquí.

La boca de Natsuki cayó abierta, incrédula. Él tenía razón, llegaba tarde, daba malas excusas y realmente no recordaba tener algún inconveniente con algún compañero. ¿Será que ese par que la trató como una cualquiera abrió la boca y hablaron pura mierda?

Iba a protestar y ponerse a gritar, pero se tragó todo su orgullo y dejó la carpeta sobre el escritorio.

—Bien —aceptó marcando cada letra. Se dio media vuelta y salió.

Fuera se encontraban Asami y Katsuki, ambos oyeron la conversación. Natsuki ni siquiera reparó en ellos y se fue echa una fiera a su oficina.

Azotó la puerta y soltó un grito ahogado, dio pisotones y batió sus brazos como una desquiciada. Estaba dejando salir toda su frustración sin la necesidad de ponerse a romper todo el lugar como lo hubiese hecho su yo del pasado.