-Un joven despertó, los rayos del sol golpeaban sus ojos haciendo que su vista se dirigiera a la ventana en la pared de piedra de la cual provenía la luz, sonidos llegaban de la puerta siendo golpeada con paciencia y de forma dócil hasta que se escuchó una voz. - Joven Nemo, se requiere su presencia en el auditorio de la Santa sede - dice una persona desde el otro lado de la puerta con un tono elegante y de subordinación.
-Voy en camino, espere que me ponga una ropa apropiada e iremos allá - dice el joven llamado Nemo, quien se dirigió al armario que se encontraba al lado de la ventana y al abrirlo se pudo ver una exquisita cantidad de ropa sumamente elegante, Nemo tomó una prenda de color rojo y se vistió, mirándose al espejo para saber si esa ropa combinaba con su cabello rubio y complexión ligeramente robusta, saliendo de la habitación; tras la puerta lo esperaba un mayordomo de baja estatura quien asintió y al lado de Nemo se dirigieron al patio principal de la Santa Sede donde muchos sacerdotes y monjas se encontraban caminando, un lugar que daba un aire algo atemorizante, siendo rustico y oscuro por la arquitectura de la época, poco a poco se acercaban al auditorio y el aire se sentía algo pesado.
-Nemo podía sentir como un poco de temor se arraigó en él antes de atravesar la puerta del auditorio, aunque su mayordomo lo sacaría de sus pensamientos al abrir la puerta. En ese lugar se encontraban los "Cuatro Grandes", quienes tenían el control total de la iglesia, cada uno sentado en sus tronos altos y totalmente dorados dando la impresión que brillaban con la luz de los candelabros, con la vista enfocada en Nemo, quien se veía nervioso y algo aterrado. - Joven aterrado, puedo ver el respeto y temor que le hemos causado, pero no ha de alarmarse, ya que lo hemos convocado para que lleve a cabo una santa labor - dice uno de los Cuatros Grandes quien habló calmadamente y con un tono paciente. - Este honor se le ha concebido ya que ha demostrado ser un gran devoto a Dios y su gran plan, espero no sea una molestia para usted - dijo con tono paternal el segundo de los Cuatros Grandes, mientras observaba a Nemo. - Así que, enlista tu grupo y prepárate para esta larga travesía que te acercará más a nuestro gran Dios - Ordenó el tercero de los Cuatro Grandes, cuya voz expresaba fuerza y seriedad. El último de los Cuatro Grandes sólo vio a Nemo de forma vacía, como si supiera algo, cosa que al joven le provocaba miedo, tras esa mirada solo dejo que la "conversación" continuara, los otros tres le relatarían cual era el objetivo y que debía hacer.
-El rubio sólo se arrodilló frente a ellos, asintió y se retiró, dirigiéndose hacia donde estaban sus dos compañeros, siendo el comedor donde hallaban.
-En el lugar se encontraban dos jóvenes de su misma edad, ambos con armadura, uno de ellos un pelinegro delgado que mantenía un montón de comida acaparada en una de las mesas, y el otro un musculoso peli castaño que se encontraba peleando con un grupo grande de hombres en el cual todos se estaban golpeando entre sí.
-El pelinegro sintió su presencia e inmediatamente se levantó para saludarlo, pero se volvió a sentar al ver su cara de seriedad.
-Nemo: ¡Corkus cuantas veces te he dicho que dejes las peleas en el comedor! –le grito con un tono serio y de firmeza, llamando su atención por unos instantes haciéndole un gesto de desprecio para luego seguir peleando. Antes de que fuera decir una palabras más, termino dándole un último puñetazo a uno de los tipos se dio media vuelta y fue hacia Nemo.
-Corkus: Vaya me alegro de verte amigo mío ¿dime? ¿Qué te trae por aquí?-dijo con un tono un sarcástico, en un instante poniendo el ambiente totalmente tenso.
-Nemo: Seguramente mejor que tú que no puedes estar 5 segundos sin causar algún desastre o quebrantar alguna ley- lo miraría fijamente poniéndose frente a Corkus quien era mucho más alto y fuerte que él.
-Dorio: No vayan a empezar mejor siéntense y disfruten del banquete mientras platicamos ¿qué les parece? –dijo Dorio desde su asiento. Tras un choque entre la rebeldía de Corkus y la rectitud de Nemo se sentaron empezando a comer.
-Dorio: ¿A ver cuenta que traes entre manos?- dijo con mucha comida en la boca a la par que intentaba tragar.
-Nemo: Pues esta mañana me convocaron en el auditorio y los Cuatro Grandes, nos encargaron una santa labor.- arrugaría un poco la cara al ver comer a Dorio de forma tan desesperada a la par que hablaba con la boca llena.
-Corkus: ¡ya sabía yo el motivo por el que estabas aquí, nunca vienes por algo que nos beneficie a nosotros dos maldito egoísta!- Exclamó con fuerza.
-Dorio: ¡Anímate! Corkus, después de todo tenían tiempo que no nos mandaban hacer un trabajo.- se mantenía muy optimista al ser el más joven del grupo
-Nemo: En eso tiene razón, esta puede ser nuestras ultima oportunidad para enmendar lo sucedido aquella vez- sonaba algo incómodo mientras decía eso recordando un poco su "charla" con los Cuatro Grandes.
-Corkus: ¡¿No recuerdan la última misión?! ¡Metimos la pata y nos terminaron por dejar en el puerto por dos días!- dijo oponiéndose rotundamente de forma violenta
-Nemo: ¡No tenemos la culpa que los malditos bandidos hayan sido más inteligentes que nosotros y se hayan robado las reliquias sagradas de la iglesia!- golpearía la mesa y se pondría de pie mirando a Corkus- Además de que si alguien de aquí no hubiera decidido lanzarse en contra de cinco bandidos a la vez quizás y no nos habrían robado todo- se le quedaría viendo a Corkus quien también se levantaría para intentar golpear a Nemo, pero al escuchar a Dorio dar un suspiro se volvería a sentar.
-Dorio: Oigan ustedes dos, o se sientan y se calman o los mando a dormir aquí y ahora- hablo con paciencia hacia ambos aunque regañándolos por su comportamiento- Recuerden mientras uno esté vivo y pueda respirar con tranquilidad vale la pena empezar mil veces, sin importar los errores al fin y al cabo somos un equipo y estamos para apoyarnos o ¿me equivoco?
-Corkus: Bueno debo admitir que tienes un poco de razón, pero si nos sale mal, que les quede claro que renuncio y te partiré la cara a ti, Nemo.- dijo con ira en su voz y dándole una mirada de muerte a Nemo.
-Nemo: Perfecto eso es lo que quería escuchar, y tu Dorio deja de estar comiendo tanto podrías entrar en un coma alimenticio- Señalaría a Dorio de forma algo despectiva, aunque este último no le prestaría mucha atención ya que era muy despreocupado- Bueno en fin la primera parte de la misión será emprender camino hacia Moraile ya que se dice que ahí las personas están siendo maldecidas por un brujo alterando sus cuerpos, saldremos a las seis de la mañana iremos equipados con comida, dinero, armas, tiendas de campaña y medicina, no sabremos con lo que nos vayamos a encontrar así que tenemos que estar atentos, el objetivo en el pueblo será encontrarnos con un informador de la iglesia que sabe sobre el bosque del cuervo, en el pueblo y este nos explicara otras cosas que debemos saber. ¿Alguna duda?- tomaría un trozo de pan y le daría un mordisco.
-Dorio: bueno demos lo mejor de nosotros.- dijo con emoción y optimismo tratando de animar a sus compañeros.
-Corkus solo gruño con un poco de molestia mientras miraba a sus dos compañeros.
-Nemo sonriente observa su mano en la cual tiene un anillo y con calma le da un beso con algo de nostalgia.
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El Llanto De Los Niños
FantasyUn grupo de aventureros contratados por la iglesia se embarcan en una travesía para matar a un mago que según sus superiores amenaza la vida de todos -LIBRO INCOMPLETO, TARDARE EN SACAR CAPÍTULOS-