Capitulo cuatro: Cuidando a una niña mimada

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~Narrado por Liam Beltrán~

Al llegar a la mansión no sabía que estaría cuidando a una jovencita, mucho menos que sería tan malcriada, mimada y patética, de haberlo sabido no hubiera aceptado el trabajo. Yo odiaba ese tipo de chicas y más a ella creía que podía tener todo a toda hora, pero conmigo aprendería que no, no era malo pero simplemente el echo de que tuviera tan mal humor no me caía bien

Solo hacia una semana que la estaba cuidando, y ya se había escapado y gastado todo mi dinero. Entienden lo que digo sobre malcriada? Solo hacia esto buscando que yo renunciará, pero no lo iba hacer, no se lo iba a poner tan fácil. Iba a tener que aprender que las cosas no son cuando ni como ella quiera.

Era de noche y un sábado yo tenía que salir pero sabía que no podía dejarla sola, solo se me ocurrió llevarla conmigo, ¿a dónde iría? Pues necesitaba despejar y eso lo hacía con una chica llamada Laura, solíamos tener sexo de vez en cuando y en este momento lo necesitaba. Subí las escaleras y toque la puerta de su habitación.

- Necesito que te arregles voy a salir y tu vienes conmigo - ví su cara de sorpresa pero no la iba a dejar en la casa sola y menos un sábado.

- Perdón? Recuerdas que prohibiste salir? - dijo mientras buscaba algo de ropa en su closet - ¿A dónde vamos?

Si lo que dijo tenía mucho sentido, yo le había prohibido salir y lo estaba utilizando en mi contra.

- Vamos a casa de una amiga - ví que saco un vestido negro de tirantes se veía algo corto - tienes 15 minutos.

No la dejé seguir hablando, solo salí de la habitación y la esperé en el auto. Al verla llegar no se porque pero me fijé en su vestido y como resaltaba sus curvas, me caía mal pero era hombre y ella se veía hermosa. Sus piernas se veían a la perfección y si su trasero era perfecta, aleje esas ideas de mi mente y la ayude a subir.

- Espero no lleguemos tarde por tu culpa - dije intentando mantener mi actitud distante como siempre pero en realidad no podía

Ella se mantuvo en silencio en los 20 minutos de viaje leyendo y mirando por la ventana, al llegar subimos al ascensor y llegamos directamente al piso de Laura. Ella abrió la puerta.

- Amor llegaste - me da un beso al parecer no se había percatado de que venía con Liz. - Y al parecer trajiste compañía.

La mala cara de Liz era obvio, no fingía al menos una sonrisa. Era ella siendo ella, no fingirá nada.

- Si es la chica a la que cuido no la podía dejar sola - Laura soltó una carcajada y ví en la cara de Liz que no estaba nada feliz. - Oh amor ella puede quedarse aquí mientras vamos un momento a la habitación -dijo Laura mientras se insinuaba poco a poco.

Liz se quedó sola en la sala, Laura y yo comenzamos a tener sexo como de vez en cuando, pero sus gemidos eran demasiado fuertes era normal en ella, solo que ahora Liz estaba justo al lado sentí como tocaron la puerta y nos separamos rápidamente. Allí estaba ella al parecer enojada

- Podrían dejar de hacer tanto ruido parece que hace un año que no tienen sexo - me sorprendió por sus palabras pero luego me dió risa - suenan patéticos

- Si no te gusta te puedes ir - Laura respondió de mala gana - Nadie te invito cariño.

Sabía que Liz se iba a enojar, también sabía que si mal humor saldría tarde o temprano.

- No, no me gusta escuchar lo patética que suenas. ¿Porque gimes tan fuerte? - respondió Liz con sarcasmo haciendo que me diera un poco de risa - Acaso te están dando por el trasero y no aguantas?

Laura se puso roja del enojo, miro fijamente a Liz a los ojos. Me puse en medio de ambas sabía que si seguían no iban a terminar muy bien que digamos, pero Laura decidió decir algo más.

- Liam, que se siente tener que aguantar todos los días a esta patética - Esa fue la gota que derramó el vaso Liz la agarro del cabello - ¡Suéltame!

Los gritos resonaban en el apartamento, Liz no soltaba el cabello de Laura y Laura le dió una cachetada a Liz haciendo que le diera un buen puñetazo por el ojo. Cuando logro separarlas Liz sale por la puerta sin dejarme ayudar a Laura, tenía que seguirla no quedaba de otra

- ¿Porque hiciste eso? - fueron mis palabras exactas y quería una respuesta.

- Odio que me llamen patética y más una chica que gime como si la estuvieran matando en vez de follando - se acomodo en el asiento y miro por la ventanilla - Arruiné a tu chica

Las palabras de Liz a qué se debían? Mi chica? No sabía de que hablaba, Laura y yo solo teníamos sexo y listo, no éramos nada más solo algo pasajero y ya está. Ella no lo sabía y no encontraba que era necesario decirle

- No vuelvas hacer eso ¿quieres? - no porque puse mi mano en su muslo haciendo que ella mirara hacia abajo - Y no es mi chica solo es una amiga

Mi mirada estaba fija en la carretera, yo no sabía cómo reaccionar, estaba casi seguro que la niña mimada y patética no sería capaz de pelear "me equivoqué al respecto"

- Que pasa si vuelvo hacerlo? - pregunta mientras sigue mirando por la ventanilla - Tienes sexo entonces con tus amigas?

Ja era cierto tuve sexo con Laura y no solo una vez si no muchas, pero ella no era mi tipo. Simplemente no era lo que buscaba yo quería a alguien que no fuera amante a las joyas, alguien que no se acostara con todos, que fuera única y especial decidí mantenerme en silencio por un momento antes de responder

- Si vuelves hacerlo tendré que tomar medidas - fueron mis palabras y eran muy claras - ¿eso importa? y no, no tengo sexo con mis amigas solo con ella.

No sabía porque le daba explicaciones a una niña, en específico a ella, no me importaba lo que pensarán de mi pero ella no era igual. Joder yo la odiaba pero quería que ella no pensará que yo era un tipo cualquiera, y menos que pensara lo peor de mi.

Esa noche no hablamos más, tenía su mejilla roja por la cachetada que Laura le había dado. Solo podía pensar en que si sus padres se enteraban me despedirían, no me importaba el dinero pero no quería dejar ese trabajo, no en esos momentos.

No sabía porque ella me odiaba tanto, pero si algo si sabía era que me odiaba de por vida, quizás por el simple echo de que tenía que estar conmigo todo el tiempo. Algo si sabía y es que ella no me quería cerca y menos que la controlarán, pero era mi trabajo. Si no lo hacía me mandarían a la callé y ya está todo terminaba.

Estaban tan pensativo, vamos ¿solo por unos malditos gemidos se había puesto así?... Porque le molestó tanto? Pues digamos que no lo se, digamos que sería una pregunta en mi mente que no tendría respuesta, al menos no hasta el momento. Hasta que ella no me dijera la razón exacta, yo le había dicho palabras parecidas y no me habia golpeado, ¿porque a Laura si? Otra pregunta sin respuesta

Nota de la autora: Holiiii espero les esté gustando mucho la historia estoy tratando de publicar todos los capítulos posibles gracias por el apoyo✨♥️

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