Hoy era el día en que mis padres si o si regresaban a la mansión, era el día donde organizaban una gran y lujosa fiesta, para todos esos amigos con dinero. No los veía casi en todo el año y este día no era la excepción, digamos que estaban en casa pero más ocupados que estando afuera ¿Entienden?.
Vine a bajar las escaleras en la noche todo el día me la pasé con mi madre, escogiendo vestidos, accesorios y demás o mejor dicho lo escogía todo ella. Yo solo estaba ahí para no dejarla sola o simplemente para pasar unas horas de madre e hija (era una estúpida perdida de tiempo)
No había visto a Liam en todo el día, era raro que no estuviera pegado a mi. Esa noche la sala estaba más llena de invitados que nunca, demasiadas personas para mí gusto. Mi madre había elegido un vestido negro, largo, de tirantes y con una apertura en la pierna, no lo voy a negar me hacía ver muy bien y se ajustaba perfectamente a mi cuerpo, tenía un poco de maquillaje y zapatilla de tacón alta.
Al llegar a bajo ví a Saúl la verdad había pensado que no iba asistir, decía que esas fiestas eran una perdida de tiempo y yo sinceramente pensaba lo mismo. Al verme vino a mi y me ayudó a caminar hasta el centro, saludando a los invitados con una típica sonrisa hipócrita.
- Te vez hermosa - dijo con una sonrisa mientras yo le daba un codazo - Creo que tú guardaespaldas nos está matando con la mirada.
Al darme la vuelta allí estaba Liam, su mirada fija en nosotros. No le dí mucha importancia, me daba igual que nos mirará, siempre y cuando solo fuera eso. Yo me quedé en total silencio haciendo que Saúl volviera hablar.
- Creo que le gustas - lo mire con cara de desagrado y hice una mueca - ¿Vamos porque no?
- Saúl, no te das cuenta de que el no tiene sentimientos - dije de la manera más sarcástica posible - ¿Porqué no? Ok tengo varias razones, Siempre está serio o se rie de todo lo que digo, me castiga, me mira mal y hasta contrala como me visto.
Era cierto viendolo desde otra perspectiva era diferente, pero vamos el era un mounstro sin sentimientos. Por no olvidar que tenía a su "amiga" Laura.
Ana llegó a dónde estábamos, ella era el amor de la vida de Saúl y creeme ellos si se gustaba. Saúl se despidió con la mano, ellos se fueron a otra esquina del salón con los demás invitado, si estaba sola nuevamente.
La verdad no me apetecía ni un poco estar rodeada de todas esas personas, por lo que salí al patio trasero, ese lugar siempre estaba vacío en las fiestas nadie iba allí. Me senté en un banco que daba una hermosa vista al mar, era una vista perfecta de la noche y el mar osea... Paz y tranquilidad.
- ¿Porque tan sola? - al darme la vuelta allí estaba como un puto fantasma - ¿No deberías estar adentro?
- No conozco a nadie y mi amigo está con la chica que le gusta - el miró fijamente al mar y respiro profundo - Ni mis padres tienen tiempo así que no, no quiero estar dentro.
Se acercó a mi y extendió su mano, pero no dijo nada y yo no sabía a qué se refería con eso. Hasta que dijo en voz baja.
- ¿Confías en mí? - no, no confiaba en el pero igual acepte su mano.
No le iba a mentir, era más que obvio que no confiaba en el no hacía falta decirlo. Una parte de mi decía que si era obvio que tenia que confíar, era mi guardaespaldas y mi vida dependía de el y confiaba en el para eso, pero no para más. No confiaba en el para otras cosas, así que no diría que si jamás
- No, no confío en ti - el soltó una carcajada y se dió la vuelta
Pensé que se iría, pero me equivoqué, siempre que se trataba de el me terminaba equivocado. Era tan impredecible que no me acostumbraría a el.
- ¿Prefieres quedarte aquí aburrida? - me lo pensé por un momento y negué con la cabeza - Vamos te llevaré a un lugar
Decidí solo dejarme llevar, lo seguí hasta el auto. Una vez dentro nos mantuvimos en silencio, odiaba el silencio entre nosotros, era una sensación horrible.
Detuvo el auto justo enfrente de un mirador era hermoso. Mis ojos se abrieron a más no poder, la belleza de la noche más el mar y la luna, era simplemente perfecto. No imaginé eso, se veía incluso mejor que desde el patio trasero de mi mansión.
- Es hermoso ¿no crees? - si que lo era - ¿Quieres hablar de algo?
- es precioso - respondí con una sonrisa luego me voltee a mirarlo - Vale nos haremos dos preguntas por ronda, ¿estás de acuerdo?
El asintió con la cabeza, era obvio por inventar de que hablar tenía que comenzar yo.
- Bien, primera pregunta ¿que edad tienes? - había comenzado con preguntas fáciles pero quería ir directo al grano - ¿Porque empezaste a trabajar de guardaespaldas si se nota que no necesitas el dinero?
- Tengo 27 años, un poco mayor - sonrió y miro el hermoso paisaje - Podrías quedarte con que lo mejor para mí era alejarme de todo y comenzar de 0?
Yo asentí con la cabeza, si no me quería decir no lo iba a obligar. Se notaba que el estaba pensando muy bien sus preguntas.
- El chico de la fiesta... ¿Era tu novio? - esa pregunta me hizo soltar una pequeña carcajada - Y segunda pregunta porque me odias?
Me pensé la respuesta de la segunda pregunta. Yo en realidad no sabía porque lo odiaba, suponía que por su actitud, su risa perfecta y el echo de que tuviera que estar pegado a mi 24/7, pero no eran motivos como tal.
- No, no tengo novio el es solo me mejor amigo - respondí con sinceridad, aunque no se porque me hizo esa pregunta - No te odio solo me molestas un poco.
Cuando Liam estaba apunto de responder su celular comenzó a sonar, puede notar que era Laura cada día me caía mucho peor. Ella dijo algo así en plena llamada { ay amor necesito verte, no me digas que estás con esa mocosa }. Mis ojos se pusieron en blanco.
- Llévame a casa - dije lo más seria posible ya mi mal humor volvía - Tu novia te necesita ver
- Pero aún es muy temprano - respondió, y si por lo que se podía notar el estaba tan incómodo con la llamada de Laura como yo - No es mi novia, señorita Caruso
Volvía la formalidad, Liam Beltrán siendo el. No dije nada, y no tenía planeado decir nada, mejor que se fuera a ver con su chica a mi me importaba un comino.
Al llegar a casa me baje del auto, si me había sentido bien con el por un momento, pero ¿y? Al final ya todo había vuelvo a ser como era antes, mal humor, seriedad y el con su novia o su amiga lo que fuera.
- ¡Liz! - me gritó Saúl - ¿Joder tía haz estado con tu guardaespaldas que han echo?
- Pues lo mismo de siempre, ser formales y serios, distantes y odiosos - Liam paso a mi lado, se paro en la entrada de la puerta junto al otro señor.
Que odio me tenía la vida, ahora tendría que pasar a su lado.No, no y no no quería verlo en ese momento. Al pasar a su lado logro susurrarme algo.
- Lo siento, señorita Caruso - su voz era suave y sincero pero me daba igual - Espero que hayas pasado linda noche .
¿Porque se disculpaba? Era solo mi guardaespaldas, no tenía porque disculparse y mucho menos darme explicaciones. Menos como lo estaba haciendo, maldita sea el y todos los hombres en el mundo ni yo ya entendía que me pasaba con el.
Al terminar la fiesta subí directamente a mi habitación. Mis padres se harían al día siguiente ya que su "día especial ya había terminado" ahora volvían a los viajes y negocios. Yo por otro lado tendría que quedarme nuevamente con mi guardaespaldas, con el y su sonrisa perfecta *dios en que estoy pensando ¿porque digo esas cosas?* .
Ya no se si estar tanto tiempo con el me estaba afectando, solo pensaba en lo guapo que era ¿osea? Si me estoy escuchando?, estoy diciendo que el maldito chico al que odio estaba guapo ni yo me entiendo. El me había dejado muy en claro que me odiaba, también y estaba segura de que no iba a pensar que yo era guapa osea ni en sueños.
~Nota de la autora~: Holaaa mis bebés ¿Será que Liz se está enamorando? 😍💋
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A dos pasos de ti
RomanceUna chica mimada, engreída y que está acostumbrada a que le den todo lo que quiere. Al contrario de el su guardaespaldas un hombre maduro, frío, distante y que solo piensa en su trabajo osea protegerte y nada más. ¿Pero? ambos se odian a más no pode...