Tomé su cara entre mis manos.
- ¿Mi amor, qué pasa? ¿Por qué estaban todos aquí? ¿Por qué estoy lastimada?
La miré, estaba aturdida, confusa y alarmada.
-Mi manzana...mi amor...-La besé con suavidad
-Lucifer...dime qué está pasando aquí...
Tomé sus manos con suavidad.
- Ha sido todo una locura, mi vida, ven, siéntate conmigo, deja que te explique.
Estuve narrándole todo, paso a paso, el incidente con Alastor, cuando Alexei la descubrió, cuando tomé la decisión, cómo se exilió, cómo me afectó a mí, a Charlie, que nunca la dejó de lado, cómo me hizo tanto daño no tenerla, día tras día, eso fue una tortura mental y física, me dolió más que nada en el mundo, era lo que yo más amaba, sin menospreciar el amor incondicional que siento por mi hija.
Ella no dijo nada, sólo me miraba en silencio, sus ojos se clavaban como dos puñales en mi alma, seguía en silencio, cuando terminé de narrar todo, ella sólo me miró.
- Todo esto, ha pasado en seis meses...
- Mi amor, no sé si podrás perdonarme...-Dije acariciándole la cara.
Lilith no dijo nada, sólo tomó mi mano, suavemente, besándola.
- Mi vida, hiciste lo que debiste. Yo también me hubiera puesto así...y a pesar de todo, viniste por mí...
-Nunca podría darte de lado, cariño...eres todo para mí...
-Lo sé mi amor... Estoy agotada...
-Ven, mi pastel de manzana- Con suavidad, la ayudé a tumbarse, acomodé su cabeza sobre la suave almohada, y saqué sus zapatos, al ver sus pies desnudos, no pude evitar la tentación de pasar mis dedos delicadamente, subiendo por su pierna. Llegué al muslo. Ella miraba, expectante.
-Luci...
-Dime, mon amour.
- ¿Me odias por lo que hice?
La miré.
- ¿Me odias tú por echarte de palacio?
-No, nunca, mi vida.
- Ahí tienes la respuesta.
Me hizo el gesto para que me acercara, así lo hice, en el momento justo en el que me acerqué a su cara, me abofeteó, tan duramente, que me sacó el sombrero, me agarró por el traje, y me besó salvajemente, me separé a tomar aire.
- No vuelvas a dejarme, o tendré que tomar medidas yo misma.
-¿Cómo cuáles?-Dije sonriendo divertido.
- Te ataré y te daré con el látigo.
- Eso me encantaría...lo sabes muy bien...
- Luci...
- Dime mi amor.
- ¿No te duele que me haya acostado con Alastor?
Me quedé callado. No me dolía, me producía asco, repulsión, que ese bastardo pusiera sus pezuñas asquerosas sobre mi manzana.
-No, mon cherie. Me produce asco que ese venado asqueroso te haya tocado. Eres demasiado delicada para un payaso como él.
Si te sirve de consuelo...no me acuerdo de nada...
- Eso está mejor- Sonreí- Así te ahorras el mal trago, mi amor...-Hundí mi rostro entre su cuello y el hombro, aspiré su perfume, mientras con la otra mano subía por el muslo.
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El Guardián.
General FictionContinuación del maestro, en este caso, tras los sucesos que acabaron con la caída de Evelyn, Alexei es nuevo Centinela del infierno, sirviendo a la familia Magne.