VIII.

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Ha pasado un año tras el ascenso de Hitler... Alemania está envuelta en el caos y la persecusión... las embajadas de Francia, Reino Unido y España estaban llenas de alemanes, italianos, checos y austriacos que buscaban escapar del yugo que los oprimía en sus hogares, barrios y trabajos... durante ese tiempo, Mackenzie y Ernest lograron sacar alrededor de 300 personas (ancianos, niños huérfanos, familias incompletas, judíos, comunistas, científicos, filósofos, académicos, abogados, médicos, ...) era difícil, y los oficiales de la guardia fronteriza estaban sospechando de Mackenzie y sus constantes viajes a Suiza...

- Buenas, señor Mackenzie... con que excusa pretende pasar esta vez? si llegara el caso de pasar... (algo enojado)

- Buenas oficial... no son excusas, es la verdad... se acuerda del amigo que traje la primera vez?

- Sí...

- Pues acá está su madre... ella me pidió que la llevara a donde está su hijo

- Ok.. entonces no le molesta que le haga unas preguntas a la señora?

- En absoluto (nervioso)

Mackenzie empezó a preocuparse mucho... nunca pensó que iba a llegar a ese punto... él creía que ya todo estaba acabado...

- Cuál es el nombre de su hijo?

- Christian... Christian von Haydenberg...

- Ok... el apellido es?

- Por parte de mi esposo... él falleció mientras trabajaba en metalurgia... le cayó hierro fundido en la cara y murió...

Mackenzie no paraba de mirar con asombro las respuestas que decía la señora...

- Debió ser una forma muy fea para morir... mis más sentidos pésame...

- Gracias...

- Ok... (ahora dirigiendo su palabra a Mackenzie)... está bien... tienen paso

- Muchas gracias oficial...

- Siga derecho... no sea que me arrepienta...

- Graciasd

Mackenzie encendió el motor y empezó a andar... pero al ver por el retrovisor pudo notar que el oficial anotaba algo en una hoja muy parecida a la que el jefe de policía en Berlín usó... empezó a preocuparse más...

Después de tan largo viaje, se reunió con Ernest...

- Ernest... tengo que dejar este trabajo extra por un tiempo... creo que están sospechando de mí...

- Aquí? Aquí nadie se da cuenta... además al Embajador Sir Neville cree que tú estás tratando de comunicarte con el gobierno Suizo para establecer un corredor humanitario para los perseguidos... todo anda de maravilla!!! (le entrega su dinero) Aquí tienes por tu excelente trabajo...

- Sí... pero, en la frontera... la guardia está cada vez más complicada y cuando volteé a ver en el retrovisor... estaban llenando un papel rojo...

Estas palabras asustaron tanto a Ernest que casi se desmaya... Mackenzie lo alcanzó a llevar hasta una silla en un café cercano... pidió un Pharisäer (bebida de cafe con ron y nata) para Ernest y para él un espresso doble... después de tomar una taza, Ernest se recuperó un poco de su desvanecimiento...

- Dijiste "papel rojo"?

- Sí...

- Entonces tienes razón... con 3 anotaciones con ese papel... lo más fácil es que te saquén y te lleven a esos campos de concentración en Baviera... cerca a Dachau... menos mal solo tienes una...

En "Besos" de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora