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(capítulo dos) ❛ gracias a todos ❜
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El último acorde se deslizó entre el aire del teatro, lento, como si no quisiera desvanecerse. Casi pude sentirlo vibrando en mi pecho mientras el público rompía en aplausos, envolviéndome en una calidez que me hizo sonreír como una niña en su cumpleaños. Tomé un respiro profundo y me quedé un segundo ahí, en el centro del escenario, con las luces acariciándome la piel y los ojos fijos en las primeras filas. Quería saborear cada segundo, porque sabía que cada momento encima de un escenario no se volvería a repetir ni se sentiría igual.
Los dedos todavía me temblaban un poco, esa mezcla de adrenalina y nervios que me acompañaban en cada show. Pero esa noche era diferente, tenía algo más en el pecho, una emoción más densa, más personal. Cerré los ojos por un instante y, al abrirlos, sonreí con más fuerza.
— Muchísimas gracias — dije con la voz algo ronca por las emociones que se me arremolinaban en la garganta — De verdad, no tengo palabras para describir lo que significa estar esta noche aquí. Barcelona... esta ciudad me ha dado tanto.— Sonreí — Hace dos años llegué a la capital,, sin saber muy bien qué me esperaba, pero esta ciudad me ha arropado de una forma que nunca habría podido imaginar. Y hoy... puedo decir que me siento en casa.
La ovación se sintió como un abrazo colectivo, y no pude evitar que una pequeña risa nerviosa se me escapara de los labios. Miré hacia un punto indefinido entre la multitud y seguí.
— Aquí he vivido cosas que ni siquiera llegué a soñar. Buenas y malas, como la vida misma, pero todo me ha ayudado a crecer. — Por alguna razón, un fogonazo de la discusión con Gavi me cruzó la mente. Su mirada seria, sus palabras. El estómago se me encogió, pero aparté el pensamiento con un parpadeo — He conocido gente increíble que me ha acompañado en este viaje y que me ha ayudado a no rendirme con este sueño que parecía imposible hace no tanto tiempo.
Desvié la mirada hacia el palco, donde sabía que estaban mis familiares y amigos y, aún con dificultad, pude distinguir algunas caras conocidas. Pau y Marc estaban allí, sonrientes como siempre, apoyándome desde la distancia, y junto a él, alguna de las personas que más quiero: mi familia, algunos amigos de la infancia, Nay, y también el ejército de monos que mis mejores amigos habían traído con ellos: Fermín, Pedri, Héctor y Lamine.
— Quería dar este concierto aquí porque esta ciudad me ha dado el valor de seguir luchando, incluso cuando todo parecía estar en mi contra. Me ha hecho sentir que, aunque las cosas se pongan difíciles, siempre hay alguien que te respalda. Y hoy... estoy tan, tan agradecida de poder compartir este momento con todos vosotros. — Noté un nudo en la garganta, pero seguí adelante a duras penas — Este concierto no sería lo mismo sin vosotros, los que habéis venido desde lejos para verme a mí, mi familia, mis amigos, y los que estáis aquí y formáis parte de este camino.
El público volvió a aplaudir y sentí una oleada de calor subiendo por mi pecho. Era como si, de alguna manera, todo lo vivido en esos dos años cobrara sentido en ese instante. Cada pequeño logro, cada caída, cada mal comentario, y sí, incluso cada discusión. Todo me había traído a este punto, bajo estas luces, frente a esta gente. Era exactamente donde debía estar.
— Ahora... ya que estamos aquí entre familia y amigos, quiero aprovechar para compartir una noticia que me tiene muy emocionada y me hace infinitamente feliz! — Hice una pausa, dejando que los murmullos y las expectativas flotaran en el aire. Podía sentir todas las miradas del teatro llenas de curiosidad. — No se me ocurre una mejor manera de cerrar el otoño, aunque lo esté anunciando ahora en agosto... ¡A finales de noviembre saldrá mi primer álbum!!
