Jimin siempre había sido el centro de atención, aunque no lo pidiera. Nació en una familia que lo adoraba, lo consentía, y se aseguraba de que no le faltara absolutamente nada. Como hijo único, se había acostumbrado a tener todo lo que quería.
No era por capricho, sino porque su familia se aseguraba de que tuviera una vida llena de lujos, pero también de afecto. Tenía amigos por todas partes, era popular en la escuela y era elogiado constantemente por sus logros, aunque muchos sabían que, en realidad, su verdadera habilidad radicaba en ser encantador y tener la capacidad de hacer sonreír a cualquiera.
A pesar de todo, había algo que siempre le faltaba en su vida, algo que ni el dinero ni la popularidad podían darle: la atención de Jungkook.
Jungkook no era como los demás chicos de la escuela. Era el capitán del equipo de fútbol, admirado por todos, especialmente por las chicas, quienes hacían lo imposible para llamar su atención. De hecho, Jungkook nunca parecía interesarse en ninguna de ellas, pero eso solo aumentaba su atractivo.
Todos los ojos lo seguían, y todo el mundo lo respetaba, incluso algunos chicos de la escuela se sentían intimidados por su presencia. Era el tipo de persona que no necesitaba hacer mucho para ser el centro de todas las miradas.
Jimin observaba a Jungkook desde lejos con una mezcla de admiración y frustración. Mientras él estaba rodeado de amigos y se sentía querido por todos, Jungkook tenía algo que él no lograba captar: una mirada. Una mirada que no fuera de indiferencia, una mirada que lo viera a él de la misma manera en que Jimin lo veía a él, lleno de admiración y, tal vez, de algo más.
El problema era que Jungkook no le prestaba la más mínima atención. Cada vez que sus caminos se cruzaban en los pasillos de la escuela, Jungkook apenas lo miraba.
Jimin sabía que no podía competir con las chicas que suspiraban por él, pero tampoco entendía por qué a él, el chico que tenía todo, le costaba tanto llamar la atención del chico que no quería nada.
Era otro día de entrenamiento, y la escuela estaba llena de vida. Jimin caminaba por los pasillos con su típica sonrisa encantadora, saludando a sus amigos y respondiendo a algunos saludos de chicas que siempre intentaban iniciar una conversación con él. Pero sus ojos seguían buscando a una persona, y esa persona era Jungkook.
Allí estaba él, al final del pasillo, como siempre, rodeado de su grupo de amigos, con su chaqueta de fútbol perfectamente ajustada, la camiseta ligeramente levantada mostrando los músculos definidos de su abdomen, y esa sonrisa que era capaz de derretir a cualquiera. Sin embargo, Jimin no podía evitar sentirse invisible.
Observaba cómo todas las chicas se acercaban a él, hablaban, reían, pero él ni siquiera se detenía a mirarlas. Parecía tener un aire de indiferencia que solo aumentaba su atractivo.
Decidido a cambiar las cosas, Jimin decidió que hoy sería el día en que, finalmente, lograría llamar la atención de Jungkook. Tenía un plan, aunque sabía que las probabilidades no estaban a su favor. No podía dejar que otra chica ocupara el lugar que él creía que debería ser suyo. Si el destino no se lo iba a dar, entonces él mismo lo tomaría.
Esa tarde, después de clases, Jimin se metió en su habitación y empezó a pensar en lo que podría hacer. Si algo había aprendido de la vida, era que no podía seguir esperando que las cosas sucedieran por sí solas. Tenía que actuar.
Pensó en el fútbol. Jungkook, el capitán, siempre estaba rodeado de compañeros de equipo, entrenando, destacándose en el campo. Si quería llamar su atención, tenía que estar cerca de él. Jimin no sabía nada de fútbol, pero eso no lo detendría. Pensó que si podía involucrarse en el equipo de alguna manera, tendría la oportunidad perfecta para que Jungkook lo notara.
Así que, al día siguiente, Jimin apareció en la oficina del entrenador con una sonrisa confiada.
"Quiero unirme al equipo", dijo sin pensarlo mucho.
El entrenador lo miró, sorprendido. "¿Tú, Jimin? ¿El hijo del dueño de la compañía de software? ¿Estás seguro de esto?"
Jimin asintió, decidido. "Sí, lo estoy. Quiero intentar ser parte del equipo."
Cuando llegó al campo al día siguiente, se dio cuenta de lo lejos que estaba de estar preparado para algo como esto. Mientras todos se preparaban para un entrenamiento serio, él estaba allí con su camiseta nueva y sus zapatillas de deporte, sintiéndose más como un pez fuera del agua que como un jugador de fútbol.
Jungkook estaba allí, como siempre, liderando al equipo con su carisma y su impresionante habilidad. Jimin trató de mantener la calma, pero su corazón latía más rápido de lo que le gustaría admitir.
Sabía que este era su momento. Pero cuando el balón vino hacia él, se preparó para demostrar su destreza... solo para hacer un mal movimiento y caer de bruces sobre el césped, justo frente a Jungkook y sus compañeros de equipo.
El sonido de su caída resonó en el campo y, antes de que pudiera levantarse, escuchó las risas de sus compañeros. Jimin, avergonzado, se levantó rápidamente, pero Jungkook solo lo miró desde la distancia, con una leve sonrisa en el rostro.
"¿Te encuentras bien?" le preguntó Jungkook, su tono relajado, pero con un destello de diversión en sus ojos.
Jimin, sintiendo que su rostro ardía de vergüenza, asintió rápidamente. "Sí... todo bajo control."
A pesar de su caída desastrosa, Jimin no se dio por vencido. Sabía que tenía que seguir intentándolo. Después de todo, ¿quién podría resistirse a su encanto? Pero, por más que intentaba, cada intento parecía ser más torpe que el anterior.
El fútbol no era su fuerte, y sus intentos por impresionar a Jungkook solo resultaban en más momentos incómodos. Sin embargo, había algo en la mirada de Jungkook que, aunque parecía indiferente, mostraba una curiosidad que Jimin no podía ignorar.
Así comenzó la saga de Jimin y sus intentos por atraer la atención de Jungkook. Aunque era consciente de lo difícil que sería, también sabía que no podía rendirse tan fácilmente. Al menos ahora, en su mente, ya había logrado algo: había conseguido que Jungkook lo viera. Y eso era solo el principio.
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𓂀 ℂ𝕠𝕟𝕢𝕦𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟𝕕𝕠 𝕖𝕝 ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫ó𝕟 𓂀 kookmin
FanfictionJimin hijo único de una familia adinerada, con una vida llena de lujos, amigos y todo lo material que podría desear. Sin embargo, hay algo que le falta: el amor y la atención de Jungkook, el popular capitán del equipo de fútbol de su escuela.