El día después de su desastre en el campo de fútbol, Jimin no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. A pesar de la vergüenza que sentía por su torpeza, algo en su interior le decía que no podía rendirse tan fácilmente. Había algo en la forma en que Jungkook lo miró después de que se levantó de la caída, un atisbo de curiosidad, tal vez incluso de diversión, que lo mantenía motivado.
Jimin no era alguien que se dejara derrotar por un pequeño tropiezo (literalmente). Después de todo, siempre había tenido éxito en todo lo que se había propuesto. Si tenía que aprender a jugar fútbol para llamar la atención de Jungkook, lo haría. Incluso si eso significaba caerse una y otra vez.
Pasaron unos días, y Jimin continuó asistiendo a los entrenamientos, aún sin saber cómo patear un balón correctamente. Cada vez que Jungkook lo veía intentarlo, apenas podía evitar una leve sonrisa, pero no decía nada. Era claro que Jungkook no se tomaba en serio el hecho de que Jimin quisiera unirse al equipo, pero eso no desanimó a Jimin.
Un viernes por la tarde, mientras Jimin estaba en el gimnasio después de clase, vio a Jungkook practicando tiros a portería. El sonido del balón golpeando la red lo atraía, y, casi como si estuviera bajo un hechizo, Jimin se acercó sin pensarlo demasiado. Era la oportunidad perfecta para hacerle saber a Jungkook que estaba dispuesto a seguir intentándolo.
"¡Jungkook!" gritó, su voz demasiado fuerte para lo que quería decir, pero al menos llamó su atención.
Jungkook lo miró por un momento, levantando una ceja, como si se estuviera preguntando qué hacía allí. "¿Qué pasa, Jimin?"
Jimin tragó saliva, sintiendo los nervios invadir su cuerpo, pero estaba decidido. "Quiero mejorar. Quiero demostrarte que puedo hacer esto."
Jungkook lo observó en silencio, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, soltó una pequeña risa. "¿Mejorar en fútbol? No creo que tengas lo necesario, pero si insistes, puedo ayudarte un poco."
La oferta de Jungkook fue un tanto burlona, pero Jimin se sintió invadido por una sensación cálida. Finalmente, Jungkook había aceptado que intentara mejorar. Para Jimin, eso ya era un avance.
A partir de ese momento, Jungkook comenzó a enseñarle lo básico del fútbol. Pero, por supuesto, las cosas no salían como Jimin había esperado. Cada vez que trataba de hacer un pase, el balón terminaba en el lugar equivocado, o peor aún, se le iba de las manos. Sus compañeros de equipo lo miraban entre sorprendidos y divertidos, pero Jungkook no dejaba de mostrar una actitud tranquila, casi como si estuviera acostumbrado a todo eso.
"Relájate un poco, Jimin. El fútbol no es solo correr detrás del balón", le decía Jungkook, tratando de mantener una calma que Jimin no podía imitar.
Jimin, por su parte, estaba decidido a ser bueno. Intentó dar un pase largo, pero el balón se fue directo hacia el árbol al borde del campo. "¡Lo siento!" gritó, avergonzado.
Jungkook no pudo evitar reírse esta vez. "Bueno, al menos tu puntería es única."
A lo largo de la semana, Jimin fue mejorando, aunque a un ritmo mucho más lento de lo que hubiera querido. Sin embargo, algo comenzó a cambiar en el aire. Durante uno de los entrenamientos, Jimin notó que Jungkook parecía distraído. Sus ojos no se enfocaban tanto en el balón como en una de las chicas que estaba en las gradas mirando al equipo.
Era evidente: Jungkook estaba interesado en ella.
Jimin sintió una punzada en el pecho al ver cómo la chica le sonreía a Jungkook desde lejos. Sentía que, por un instante, el mundo giraba demasiado rápido. El fútbol no era nada comparado con esto. Si Jungkook realmente le prestaba atención a otras chicas, entonces todo lo que había intentado había sido en vano. ¿De qué servía todo su esfuerzo si Jungkook estaba tan centrado en alguien más?
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Jimin no podía dejar de pensar en lo que había visto. La imagen de Jungkook sonriendo a la chica en las gradas se le quedó grabada en la mente. En su corazón, algo comenzó a formarse. ¿Qué era eso? ¿Celos? No podía ser posible. No podía estar celoso de una chica que ni siquiera conocía.
Pero, a medida que pasaban los días, los celos se convirtieron en algo tangible. Jimin se dio cuenta de que no solo estaba intentando llamar la atención de Jungkook, sino que también estaba deseando que Jungkook lo mirara como algo más que un amigo o un compañero de equipo.
Y, con cada intento fallido de jugar al fútbol, el sentimiento de inseguridad crecía. A pesar de sus esfuerzos, Jimin no lograba ser lo suficientemente bueno para impresionar a Jungkook, y eso lo llenaba de frustración. Se estaba empezando a preguntar si valía la pena seguir intentándolo.
Un día, después de un entrenamiento particularmente agotador, Jimin se encontró a Jungkook fuera del vestuario. Este se estaba guardando su equipo en la mochila, y Jimin sintió que tenía que decir algo, algo que no había podido expresar en todo este tiempo.
"Jungkook..." dijo, dudando al principio. "Gracias por ayudarme con el fútbol."
Jungkook lo miró por un momento, sin comprender completamente a dónde quería llegar Jimin. "No tienes que darme las gracias, es solo fútbol."
"Pero... quiero decir, no se trata solo del fútbol. Se trata de..." Jimin se detuvo, sintiendo las palabras atoradas en su garganta. ¿Cómo podía decirle que en realidad lo que más quería era que Jungkook lo notara, de una forma diferente?
Jungkook lo observó unos segundos más y luego, con su típica sonrisa tranquila, le dio una palmada en el hombro. "Lo sé. Sé lo que estás intentando hacer. Pero, ¿sabes qué? Si te gusta el fútbol, sigue adelante. No es tan malo, y además, se nota que te esfuerzas."
Aunque las palabras de Jungkook fueron amables, Jimin no podía evitar sentirse aún más confundido. ¿Era un elogio o simplemente una forma de ser educado? ¿Jungkook realmente lo estaba viendo, o solo veía a otro compañero más?
Esa noche, Jimin se dio cuenta de algo importante: no podía seguir basando toda su existencia en la aprobación de Jungkook. Necesitaba encontrar su propio camino, ya fuera en el fútbol o en cualquier otra cosa. Si Jungkook lo notaba, sería porque realmente lo apreciaba, no porque él estuviera desesperado por su atención.
Pero por ahora, seguiría entrenando. Porque, a pesar de todo, lo que realmente deseaba era que Jungkook lo viera por lo que realmente era: alguien que no se rendía, incluso cuando las cosas no salían como esperaba.
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𓂀 ℂ𝕠𝕟𝕢𝕦𝕚𝕤𝕥𝕒𝕟𝕕𝕠 𝕖𝕝 ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫ó𝕟 𓂀 kookmin
FanficJimin hijo único de una familia adinerada, con una vida llena de lujos, amigos y todo lo material que podría desear. Sin embargo, hay algo que le falta: el amor y la atención de Jungkook, el popular capitán del equipo de fútbol de su escuela.