Al igual que la naturaleza, los depredadores son los encargados de cazar a la presa y la presa de huir hasta ser cazada. Los lobos seguirán al conejo hasta su madriguera para comerlo y el conejo huira a su madriguera para sentir la pequeña creencia de la seguridad, hasta que los dientes del lobo desgarren sus entrañas sin piedad.
"A veces los lobos se visten con piel de oveja. Porque siempre obtienen lo que quieren."
De esa misma manera se sentía el hombre de cabello turquesa en su propio departamento. El conejo había sido encontrado luego de estar jugando con lobos.
Buggy había sido amordazado en la comodidad de su hogar por un hombre que le doblaba el tamaño y se encargaba de mantenerlo apresado como si de un criminal se tratara.
Al observarlos con detenimiento en el pequeño diluvio de consciencia que mantenía, pudo observar el cómo una cicatriz se extendía por el lado izquierdo del rostro en forma de "X" al lado de su globo ocular, la cual no lucia nada bien de su opresor. Quien se acompañaba de una estatura más baja, piel morena, y una sonrisa dulce en su rostro, junto a las rastas que caían en los costados de su rostro, podía jurar que esa pequeña acción no tenía ni un ápice de dulzura en su interior. Y el último, pero más importante, el pelirrojo, con una bella cicatriz posándose a lo largo de su rostro, en el cual destacaban aquel par de bellas gemas de un color oscuro similar al ónix en su máxima pureza, acompañado de aquel vello que crecía alrededor de sus labios que formaban una línea recta, mostrando un porte masculino, serio e intimidante. La piel magullada alrededor de su párpado y la falta de vello en una de sus cejas, provocaba más que una creciente necesidad salvaje de seguir observando al hombre. Buggy estaba encantado.
━ ¿Dónde está? ━ Aquella pequeña pregunta que salió similar a un gruñido de los labios de aquel ser que parecía irreal para el pequeño farmacéutico le hizo trastabillar. ━ ¿De quién hablas?...━ Respondió en seco con un ápice de dudas y pequeñas incoherencias al no comprender absolutamente nada. Buggy estaba aterrado, pero por sobre todo mantenía una pequeña capa de moralidad por sobre la situación. En su pequeña cabeza, cuál se encontraba magullada y dolía a más no poder. Sentía que podía reventar en cualquier segundo.
Aunque era nula su resistencia, sabía que todo esto fue causado por su propia irresponsabilidad y debilidad al recoger a pequeños gatos callejeros... en este caso gata. ━ Ya sabes a quién busco. Desapareció hace una semana y sus ropas están aquí. ━ Las últimas prendas de aquella mujer fueron arrojadas a sus pies, estaban mal dobladas y llenas de sangre. No se había tomado la molestia de lavarlas al pensar que a ella no le gustaba que lavara lo que le pertenecía, más cuando eran prendas íntimas.
Un pequeño recuerdo inundó su mente al recordar aquella niña, tan bella con sus hebras al viento en frente del balcón que daba hacia la calle principal, llena de pequeños moretones alrededor de la comisura de sus labios, vistiendo sus ropas holgadas de color crema con rayas ocres y una bella sonrisa, aquellas perlas blancas llenas de pureza y alegría. Esa era Alvida. Su Alvida.
La imagen mental fue borrada ante el impacto en su cabeza que lo obligó a desviar su rostro. Su cabeza dolía y el líquido que caía por su donde el impacto, estaba caliente.
El hombre sentado a su frente dio la orden que levantaran el rostro de la peli turquesa, obligándolo a observarlo. El rostro del pequeño farmacéutico se encontraba algo magullado ante los golpes anteriores, al igual que su desordenado cabello caía por mechones a sus alrededores ante el trato descuidado que tenía su acompañante.
━ Se fue. ━ Musitó entre un pequeño murmullo, casi un pequeño jadeo, Justo un momento antes de estallar en un silencioso llanto. El rostro de Buggy se distorsionó mientras las lágrimas caían por sus regordetas y rojizas mejillas, cayendo hasta sus labios. Los cuales intentaban aclarar sus palabras, pero lo único que entonaban sus cuerdas vocales eran palabras sin un acuerdo mutuo de ser coherentes. Volviéndose un ser chillón y lamentable.
El hombre con claro disgusto ordenó que los lloriqueos del contrario fueran callados de golpe, era molesto. Luego de aquella noche lo único que pudo encontrar entre las sabanas fue la ausencia de la mujer de hebras azabaches, que al certero sentimiento de amor carecía. Sin embargo, le era su favorita en mercancía. Así que le era frustrante el saber que aquella que robaba sus pocos deseos desapareció sin nada, llevándose información importante acerca de su trabajo.
━ Eres igual a un cerdo chillando en el matadero. Cállate. ━ Con molestia arremetió contra el rostro del hombre, obligándolo a caer al suelo de bruces de nuevo. Poco a poco para Buggy se acostumbraba a sentir las gratas caricias del suelo en su rostro. ━ T-Te juro que no sé donde está, e-ella... la encontré al lado de la empresa y... y se fue. ━ Cada vez más los tartamudeos aumentaban al igual que las lágrimas. Buggy estaba comenzando a desesperarse. Si la idea era salvar su maldito pellejo, no lo estaba logrando.
━ ¿Y esta nota? ━ Un pequeño retazo de papel fue colocado sobre su rostro, logrando percibir aquel dulce aroma floral de la mujer de la cual era la causa de todas sus desgracias.
"Gracias por todo, ahora puedes continuar."
Buggy se encontraba comenzando a molestarse de gravedad, la situación empeoraba a cada segundo. Solo podía por rogar por su vida y aclamar que su cabeza no volara por los aires; lo cual era más probable. ━ Te lo dije... se fue. No sé nada más. ━ Intento llorar en silencio, aunque los pequeños quejidos que salían de sus labios eran imposibles de desviar o callar.
━ ¿Que eres de ella? ━ El pelirrojo ya estaba fastidiado, no estaba logrando ni un mérito en ese lugar, solo había logrado encontrar un cerdo chillón que no paraba de parlotear estupideces. Ninguna útil al parecer. ━ Un amigo. ━ La mesa del salón de estar voló en pedazos ante el impacto que realizó el hombre. Buggy saltó en su propio lugar ante el impacto.
El arma se colocó en su garganta y el rostro del pelirrojo cambió a uno menos amigable. ━ ¿Me estás jodiendo? ━ La sangre de su rostro desapareció, continuó a las lágrimas que se agotaron de sus bellos orbes azules. Estaba asustado, similar a cuando tenía cinco años. Sin embargo, sabía que no podía morir en ese lugar, muchas cosas por las que se había esforzado estaban en ese lugar. Además, que este tipo de gánster era la única manera de encontrar a su pequeña hermana que lo había abandonado.
━ Si te estuviera jodiendo, no estaría pensando en querer chuparte la polla. ━ Escupió en último caso de supervivencia, aunque era cierto que parte de toda la situación le parecía caliente, lo cual incluía en toda pieza al pelirrojo; también podía ser que tantos golpes afectaran su capacidad de sentir el peligro. Culpemos a la adrenalina.
El hombre de piel morena y sonrisa brillante soltó una sonora carcajada. Aquel hombre suspiró resignado con un ápice de molestia en su cien, al menos sabía que matarlo era un desperdicio por el momento. ━ Bien, científico Buggy Silvers. Haremos un trato.
Su garganta estaba intacta, aunque su orgullo carecía de presencia. Pero era lo que menos importaba en esas circunstancias. ━ ¿Q-Qué clase de trato? ━ Su visión fue cubierta y su boca tapada al instante, logrando inhalar un líquido amargo desorientándolo. Lo último que pudo diferenciar, fue aquella voz rasposa entre las neblinas de su mente. ━ Lo discutiremos luego Buggy.
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𝐆𝐀́𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 ━━━━━━━━ 𝐒𝐇𝐀𝐍𝐆𝐆𝐘.
Fanfiction𝐒𝐇𝐀𝐍𝐆𝐆𝐘| Un pequeño farmacéutico que en su juventud se dedicó a realizar locos experimentos atentando contra su vida, pero que luego abandono para llevar una vida más tranquila. Era actualmente acosado por uno de los mafiosos más peligrosos...