𝟎𝟎𝟎;-𝐀𝐂𝐓 𝐙𝐄𝐑𝐎.↯

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will you marry me?

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LAS PAREDES ALTAS y las ventanas decoradas con intrincados diseños se sentían opresivas, como un límite de piedra erigido para retenerla, para cercarla

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LAS PAREDES ALTAS y las ventanas decoradas con intrincados diseños se sentían opresivas, como un límite de piedra erigido para retenerla, para cercarla. Su cuerpo apenas se movía mientras miraba por la ventana hacia la oscuridad de los jardines.

Nayla apretó su vientre, donde una vida frágil comenzaba a crecer. Aún no se notaba apenas, pero ella podía sentirlo, una certeza cálida que latía junto con su propio corazón. Estaba embarazada de Raúl, un hombre que había transformado su mundo en tan solo unos meses. Sus pensamientos viajaron hacia aquel recuerdo que, había sido de pura alegría.

Recordó Nueva York y el bullicio de la ciudad que en aquel momento le había parecido desbordante, casi insoportable. Todo era nuevo, el ritmo rápido, las personas y la constante sensación de extrañeza a comparación con su vida en Arabia.

Su madre, siempre un tanto adelantada para su tiempo, había insistido en que ella estudiara en Estados Unidos, lejos de la supervisión familiar, en un intento de darle una perspectiva diferente, una que podría serle útil cuando regresara a su país y asumiera su rol en la sociedad. Para Nayla, estudiar en Nueva York era un constante pensamiento de libertad, pero no estaba del todo contenta; sentía que, por primera vez, su vida era propia sin las molestas restricciones de mami y papi, pero esa misma libertad traía consigo una sensación de desorientación y vacío.

Fue en un pequeño café cerca del campus donde Nayla, acurrucada con un libro y una taza de té, sintió una mirada en. Alzó la mirada y vio a un hombre joven, de sonrisa encantadora y mirada curiosa con un aspecto agradable y de piel morena. Era Raúl, un estudiante de intercambio puertorriqueño que la miraba con simpatía.

—Disculpa, ¿te importa si me siento aquí? —preguntó él, con amabilidad, señalando la silla frente a ella.

Nayla asintió, algo nerviosa, y se obligó a apartar la vista hacia su libro. No sabía qué decir ni cómo comportarse. En su cultura, las interacciones con los hombres eran mucho más medidas y formales. Pero Raúl no se intimidaba ni se retiraba ante su seriedad; al contrario, parecía fascinado por ella, intrigado por esa rigidez y vulnerabilidad que le transmitía.

❝𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍❞ clarentkp edition!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora