𝟒|𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀𝐒

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HYORI

Toda la situación en la que me encontraba. Por un lado, estaba atrapada en la villa de un hombre que, a juzgar por sus palabras y el ambiente que lo rodeaba, parecía tener más secretos de los que estaba dispuesto a revelar. Y por el otro, había esos nombres que Jin y Jimin mencionaban, como si asumieran que yo debía conocerlos, especialmente el de ese tal Wooyoung, quien aparentemente quería hacerme daño.

Al observar a Jin, noté que su expresión se había suavizado, casi como si simpatizara con mi confusión, pero sus ojos delataban algo más. Quizá pena. Como si supiera algo que no estaba dispuesto a compartir.

Me crucé de brazos, intentando esconder mi nerviosismo. Aunque mi mente me gritaba que debía encontrar una manera de escapar de esta situación, mi cuerpo parecía estar paralizado, congelado por la incertidumbre y el miedo. Jin lo notó y se inclinó un poco hacia mí.

⸺Hyori ⸺dijo con voz calmada, usando mi nombre como si intentara calmarme⸺, lo que sea que haya sucedido en la galería, no fue un simple accidente. Alguien quería hacerte daño.

⸺¿Y tú? —pregunté, desafiante⸺. ¿Cómo sé que tú y Jimin no son igual de peligrosos?

Jin me observó en silencio durante unos segundos, sus ojos estudiándome como si evaluara cada una de mis reacciones. Finalmente, sonrió con esa mezcla de burla y sinceridad que hacía tan difícil descifrar sus verdaderas intenciones.

⸺No tienes ninguna garantía ⸺respondió simplemente⸺. Pero créeme, si fuéramos una amenaza, ya no estarías aquí sentada hablando conmigo. Lo nuestro es... distinto.

Su respuesta, por extraña que fuera, despertó en mí una pequeña chispa de curiosidad. Había algo en él, en su tono y su mirada, que me hacía querer confiar. O quizás, solo me aferraba a esa idea porque me encontraba atrapada, y él era la única persona con quien podía hablar.

⸺Entonces, ¿Qué planean hacer ahora? ⸺pregunté, alzando la barbilla en un intento por mostrarme desafiante, a pesar de mi evidente vulnerabilidad.

Jin esbozó una sonrisa.

⸺Lo que mejor sabemos hacer ⸺respondió⸺. Asegurarnos de que nadie se atreva a acercarse a ti... y si Wooyoung intenta algo, él será quien deba preocuparse.

Era como si cada respuesta que obtenía abriera una puerta a una pregunta más grande, más inquietante, y a cada momento me sentía más atrapada en un juego que ni siquiera sabía que estaba jugando.

La información que me habían dado era confusa y estaba llena de contradicciones, y la frustración empezaba a hacer mella en mí. No era solo la incomodidad de estar en un lugar extraño y bajo el poder de gente que claramente no se dedicaba a negocios legales; era el hecho de que algo en todo esto parecía afectarme más de lo que debería.

⸺Entonces, ¿me puedes decir qué es lo que realmente quieren? ⸺le pregunté a Jin, quien parecía disfrutar de mis constantes preguntas.

Él sonrió, pero no era una sonrisa amable; parecía más bien la de alguien que se entretenía viendo cómo otra persona se ahogaba en su propia confusión.

⸺Ya lo sabrás a su debido tiempo, princesa. Pero te aseguro que si cooperas, todo será más fácil.

Rodé los ojos. No podía entender por qué me llamaba así ni por qué actuaba como si fuera mi amigo cuando claramente no lo era. Pero algo en su mirada me decía que no ganaría nada insistiendo más.

De repente, la puerta de la cocina se abrió, y Jimin entró. Su presencia era como una ráfaga de aire frío que llenaba la habitación. Su expresión era impenetrable, y sus ojos me escudriñaban como si intentaran descifrar algo escondido en lo más profundo de mí.

𝐒𝐔𝐒𝐔𝐑𝐑𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐈𝐃𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora