Capítulo 114: ¡Disturbios de acapar dinero en la ciudad!

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Lorien sonrió y siguió conduciendo. "No hay prisa por volver, vamos a deambular por Nueva York un poco".

"¡Me apunto!" Gwen estuvo de acuerdo rápidamente. Mientras estuviera con Lorien, estaba feliz de hacer cualquier cosa.

Hela, por otro lado, tenía pensamientos más simples. Ella quería agarrarse a Lorien o jugar videojuegos. Su creciente adicción a Internet se estaba volviendo... preocupante.

A las 8 p.m., el Ferrari estaba navegando por las calles. Las luces nocturnas de la ciudad la hicieron parecer animada y vibrante. Si alguien tuviera astigmatismo, la vista aparecería como miles de luces de mosaico borrosas y parpadeantes.

Hela, apoyada en la ventana, miró hacia la bulliciosa ciudad. "Es tan diferente de Asgard".

Gwen, curiosa, preguntó: "¿Cómo es la noche en Asgard?"

Hela pensó por un momento antes de responder: "Hay farolas mágicas brillantes, y el templo brilla con oro. Pero fuera de Asgard, solo el Bifrost conduce a la oscuridad".

Gwen trató de imaginarlo: Asgard parecía una joya flotante en la inmensidad de los Nueve Reinos, con la oscuridad rodeándola, pero aún firme y radiante. Le recordó a las luciérnagas que brillan en la oscuridad.

En ese momento, Gwen de repente se tensó y miró hacia una esquina de la ciudad.

"¡Psst~!"

Un rayo láser disparó al cielo desde algún lugar de la ciudad, desapareciendo en la atmósfera.

"¡Psst~!"

Otra viga atravesó un edificio, saliendo por el otro lado.

"Algo anda mal", se dio cuenta rápidamente Gwen.

Lorien miró hacia otro lado y vio a un hombre con algún tipo de traje parecido a un pájaro volando entre los edificios. Hela, mirando hacia arriba a los láseres, se emocionó.

"¡¿Eso es un arma láser?!" Ella preguntó con entusiasmo.

"Parece que sí", confirmó Lorien con un asentido.

"¡Entonces vamos a por unos cuantos!" Dijo Hela con entusiasmo.

Lorien se rió. "De acuerdo, vamos a comprobarlo".

Le dio el volante, y al instante siguiente, la Fuerza Fénix se arrimó dentro de él. El Ferrari, que había estado navegando sin problemas, de repente desapareció en un borrón, reaparecieron cerca del lugar que acababan de ver.

Guió el Ferrari hacia un callejón. Cuando los tres salieron del coche, vieron que el área ya había sido acordonada por la policía. Los oficiales estaban estacionados en todas partes, manteniendo la situación bajo control.

Lorien escaneó la escena desde la distancia, captando rápidamente la situación. Gwen, al darse cuenta de que Hela era demasiado baja para ver por encima de la multitud, explicó: "Parece que el banco más grande de Nueva York acaba de ser robado".

"Pero no solo robaron dinero; los billetes están esparcidos por todas partes".

De hecho, los billetes de un dólar todavía estaban lloviendo desde arriba, revoloteando en el aire como hojas. El suelo estaba lleno de dinero, y la gente estaba empezando a darse cuenta.

"¡Coge el dinero! ¡Es gratis!"

"¡Recoge todo lo que puedas y corre!"

"¡Todo es efectivo! ¡Toma!"

Al instante, estalló el caos. Un grupo de jóvenes fueron los primeros en comenzar a recoger los billetes que estaban esparcidos tanto en el suelo como en el aire. Estaba claro que no eran ladrones organizados, sino oportunistas que buscaban sacar provecho.

Marvel: El Psiquiatra de héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora