---
"¡La Armadura Destructora me persiguió tan pronto como llegué a Alemania! ¡Después de luchar contra ella durante mucho tiempo, ustedes ya se habían ido! ¡Luego, la armadura me persiguió desde Alemania hasta Nueva York!"
"Bueno, eso es mala suerte para ti."
"¡Gran villano!"
Los dos caminaron por la calle, comiendo todo tipo de comida deliciosa y jugando todo tipo de juegos. Después de unas dos horas, Lorien miró la hora. Era casi mediodía, así que decidió llevar a la pequeña Hela a hacer las compras. Una vez que terminaron, se dirigieron directamente a casa.
*Goteo~clic~*
Tan pronto como Lorien abrió la puerta, la pequeña Hela se escondió detrás de su cintura.
—¡Lorien! ¡Has vuelto! —exclamó Wanda, trotando feliz para saludarlo. Pero entonces se dio cuenta de que la niña de pelo verde se escondía detrás de Lorien—. Lorien, ¿eres...?
—Ya la conocías —respondió Lorien, sacando a la pequeña Hela de detrás de él—. Ella fue contigo a Deguo ayer. Ella es Hela.
—¿Qué? —Wanda se quedó atónita. Hizo un gesto con las manos—. Pero ayer, Hela era toda cuero, todo bordes afilados. Ahora es...
Justo cuando Wanda estaba a punto de continuar, Hela intentó hablar.
"B-!"
—¿Qué? —Lorien hizo un ruido y fingió mirar dentro de la cesta de la compra—. ¿Olvidamos algo?
—Déjame revisar. —Wanda se inclinó para inspeccionar los comestibles.
Hola: ...
La pequeña Hela hizo pucheros. Si él no quería que ella hablara, bien. ¿Por qué era tan feroz?
"Está todo listo. Entremos y preparemos el almuerzo", confirmó Wanda después de revisar los comestibles. Los tres entraron a la casa, seguidos por la pequeña Hela con sus botas nuevas que Lorien le había comprado.
—Espera —dijo Lorien, agarrando a la pequeña Hela por el pelo y tirándola hacia atrás. Señaló las zapatillas que había junto a la puerta—. Cámbiate los zapatos antes de entrar.
"Mou~" La pequeña Hela hizo un puchero, pero obedientemente se quitó sus botitas, dejando al descubierto sus delicados pies, donde se veían venas azules. Luego se puso unas pantuflas enormes.
*Pa-ta~Pa-ta~*
Los tacones de las zapatillas hacían ruido al caminar contra el suelo. Lorien chasqueó los dedos y las zapatillas se encogieron para ajustarse perfectamente a sus pies.
"Pequeña Hela, esas serán tus pantuflas a partir de ahora".
La pequeña Hela miró las pantuflas rosas y luego sonrió, todavía haciendo pucheros. "¡A quién le importa, humm~!"
Lorien llevó las compras a la cocina y Wanda la siguió para ayudarla. Una vez que la puerta estuvo cerrada, se rió. "Es tan graciosa cuando es pequeña. Intenta ser testaruda pero aun así se comporta de manera obediente. Es tan linda".
De repente, Wanda se sintió un poco maternal. La pequeña Hela era tan pequeña y adorable, como la princesita perfecta. No pudo evitar admitir que la línea de sangre real asgardiana era fuerte. Thor era guapo, Frigga había sido la mujer más hermosa de los Nueve Reinos y ahora Hela, en su forma de loli, era absolutamente exquisita.
Pero Lorien le recordó: "Su personalidad e inteligencia emocional pueden haber retrocedido a las de una niña, pero su coeficiente intelectual no ha cambiado. No le mientas".
ESTÁS LEYENDO
Marvel: El Psiquiatra de héroes
AvventuraLorien atravesó el Universo Marvel y emergió como un consejero psicológico de primer nivel. Es más, fue pionero en el sistema de 9 a 5, asegurándose de nunca trabajar horas extras y holgazanear durante y después del trabajo, ¡y aún así logró ingresa...