"Dr. Octopus."
"Duende Verde."
"Buitre."
"Rino."
"Shocker."
"Escorpión."
"Camaleón."
"Vaya, sí que acertaron con los nombres," pensó en voz alta, recordando la información que había encontrado en una computadora de la biblioteca. Para no levantar sospechas, había recurrido a Clockwork para llevarse el equipo temporalmente y luego devolverlo, sin que nadie notara su ausencia.
"Bien, tenemos a un científico que se volvió loco, un elfo volador psicópata, un tipo con nariz de loro al que le encanta robar bancos, otro ladrón profesional... y, por último, una acosadora de Spider-Woman, también aficionada a robar."
Suspiró profundamente y se recostó hacia atrás en el banco de madera, observando el parque en su apacible vaivén. A su alrededor, algunas personas trotaban, otras paseaban charlando, y los niños corrían detrás de él, riendo bajo la mirada atenta de sus padres. La suave brisa refrescaba su piel, y la sombra del árbol en el que estaba sentado hacía el ambiente aún más relajante.
"Claro, todos los villanos cuentan con tecnología avanzada," murmuró para sí. "Yo no la necesitaría tanto, gracias al control maestro, pero no quiero asustar a nadie viendo a un alienígena cambiar de forma frente a sus ojos. Mejor construyo mis propios inventos... aunque lo complicado será conseguir el dinero para los materiales."
"Un momento..." Se inclinó hacia adelante, recordando algo importante. "¿Cómo pude olvidarlo? Tengo un título en astrofísica. Puedo trabajar como científico de datos en misiones espaciales, o tal vez como ingeniero de sistemas de navegación espacial, en análisis de datos, o en investigación de tecnología avanzada... ¡Claro!"
Sonrió al ver una posible solución a su problema. Sin embargo, su sonrisa se desvaneció rápidamente. "Tss," chasqueó, contrariado. "Pero eso tomaría demasiado tiempo."
Volvió a recostarse, cubriéndose el rostro con las manos. Había pensado en trabajar de repartidor de pizza, pero sabía que la paga sería baja, y él necesitaba algo mejor. Miró al cielo, esperando que alguna idea brillante cruzara por su mente, y de pronto, sonrió de nuevo. "Podría trabajar como profesor de física o astronomía en una universidad... sí, mejor en la universidad."
Con una salida en mente, ya tenía casi todos sus problemas resueltos, al menos en teoría. Solo necesitaba ajustar algunos datos en sus documentos civiles e infiltrarse en los registros de la universidad que figuraba en su currículum. Bajó la mirada y observó a varias personas de su edad caminando en parejas. Dos chicas pasaron cerca, y una de ellas le lanzó una tímida sonrisa y lo saludó con un leve gesto de la mano. Ben, un poco sorprendido, respondió con una sonrisa y la saludó de vuelta.
Cuando su amiga se alejó, la joven pareció ponerse más nerviosa, y Ben lo notó en su lenguaje corporal. "Va a suceder lo que creo que va a suceder," pensó, esbozando una sonrisa. La chica, cada vez más nerviosa, comenzó a acercarse a su posición.
—Ho-hola —saludó la chica, su rostro rojo como un tomate. A Ben le resultó divertido; esta era la segunda vez que se saludaban.—Hola —respondió él con una sonrisa. Pasaron unos segundos en silencio, y Ben notó cómo ella luchaba por encontrar algo más que decir. A él mismo le había pasado, así que decidió darle un empujón.
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Un héroe en su NO Nueva York
FanfictionTan solo tenía que hacer algo simple y era echarle un vistazo a la máquina que Azmut estaba construyendo en la cual lo había dejado en el laboratorio, sin embargo, 2 Galvan's salieron del lugar corriendo de la sala dejando confuso y algo fastidiado...