Después de rogarle a Aziraphale para que lo llevará a la iglesia al final su acompañante fue Crowley. Aziraphale estaba realmente aterrorizado con la idea de que ese demonio podía comérselo incluso le pidió a Will que no fuera pero éste no quizo hacerle caso. Cuándo llegaron a la iglesia en Baker Street, Crowley decidió quedarse afuera.
—Si tienes problemas, solo grita —Dijo con sarcasmo mientras el demonio estaba adentro de su Bentley.
Will sólo lo ignoró. Will había exceptuado todo excepto de que Hannibal era increíblemente guapo para ser un demonio. Los demonios que Will había visto hasta el momento eran feos, con barbas largas y sonrisas desagradables. Al entrar a la iglesia, planeó una gran entrada y abrió ambas puertas hacia adentro. Pero Hannibal lo había ignorado y estaba a punto de arrancarle el brazo a un último ser humano vivo. La persona gritó y la sangre del brazo se espació por el suelo, manchando el altar. Hannibal se rió ruidosamente y lo apuñalo unas cuantas veces más, luego se quedó en silencio.
Luego se volvió lentamente hacia él, sus fosas nasales se abrieron mientras inhalaban, agitando su aliento e inmediatamente se dio cuenta que Will era un ángel. Los ojos recorrieron todo su cuerpo y una sonrisa diabólica se extendió por su rostro.
La sonrisa de Hannibal era muy desagradable, pero también atractiva, parecía un simple humano. Desafortunadamente, la impresión de ser humano se desvaneció cuando los ojos de Will se posaron en los cadáveres humanos masacrados y destripados en las filas de la iglesia y luego en los ojos completamente homólogo. Incluso los tejidos normalmente blancos alrededor de las pupilas eran negras.
El cabello casi rubio y canoso de Hannibal estaba teñido de salpicaduras de sangre y la mano que sostenía el cuchillo era grande y con un antebrazo nervudo. Con la mirada fija en lo que tenía delante, Will condenó el hecho de haber sido obligado a ir directamente con Hannibal y su pregunta de si se le permitiría vagar un poco por la tierra primero había desestimada con una expresión inexplicable.
—Bueno, supongo que es tu juicio otra vez, mi estúpido ángel—Hannibal escupió sus palabras con desdén. Su voz profunda pero aterciopelada.
Will intentó no hacer una mueca de desagrado, pero su acento raro hizo que las comisuras de su boca se movieran.
Hannibal lo miro con molestia ya que lo había interrumpido en su matanza, miro al ángel de pies a cabeza, le llamo la atención su distinta forma con los ángeles anteriores que habían venido a cazarlo. El ángel tenía un cabello rizado algo alboratado, también tenía algo de barba lo cuál hacía que se viera de una manera atractiva, Hannibal se acercó a él pero el ángel retrocedía.
—¿Qué pasa, ángel? No debes tenerme miedo.
Will se recuperó y carraspeó.
—No te tengo miedo. Demonio de pacotilla.
—Para venir del cielo, es muy grosero —Dijo con un tono molesto—¡Adelante, haz tu mugroso anunció y vete!
Will se enderezo parpadeando, respiro profundo y intento sonar amenazador.
—Demonio horrible, eres una vergüenza para el cielo y un grave insulto para Dios. Estoy aquí para derrotarte con el poder sagrado de—Tibuteo tratando de recordar lo que seguía.—¿El poder sagrado de..? —Will se mordió el labio, no podía creer que lo había olvidado las frases que le habían dado. Avergonzado, camino de un pie al otro. Hannibal lo miró aún sin comprender.
—¿Lo olvidaste? —observó atentamente las reacciones de Will bajo esa mirada fija, se sintió aún más incómodo.
—¡Claro que no!
—Entonces. Desenvuelve tus alas y ataca.
—Me temo que no tengo alas.
—Estás colmando mi paciencia, que por cierto es poca.—Hannibal arrugó la nariz y lo miró con desprecio.
Will se quedó callado y quieto. Hannibal ya estaba harto de su comportamiento así que luego cargó hacia adelante y atacó rápidamente. Will no sabía luchar bien, aunque tenía siglos de entrenamiento, simplemente nunca había visto el sentido en ello, de todos modos nunca abandonaría el cielo. La velocidad de Hannibal lo sorprendió. No tenía ninguna posibilidad y sólo podía bloquear los ataques, había sacado su cuchillo sagrado y trato de defenderse.
Aceleró un poco y reprimo un grito de dolor cuando el cuchillo de Hannibal le cortó el brazo. El intento agarrarlo, Will era más ágil, así que acercó a Hannibal y lo lanzó por los aires, estrellandolo contra el suelo. Con un estruendo, Hannibal se puso de pie y salto sobre su pecho, Will cayó de espaldas y abrió los ojos jadeando cuando las manos le cortaron el suministro de aire. Entonces Hannibal se dio cuenta que Will respiraba.
Hannibal se rió a carcajadas.
—Un ángel que necesitaba oxígeno, eso es algo nuevo, incluso para mi—Aplico más presión en su garganta y jadeando, Will le agarro las muñecas tratando de soltarse. Pero el otro era demasiado fuerte y las lágrimas asomaron a las comisura de sus ojos, su consciencia comenzaba a desvanecer hasta que escucho un fuerte golpe y la presión de su garganta se había ido. Pues el que lo había ayudado era Crowley quien entró a la iglesia y con ayuda de su gracia mando a volar a Hannibal contra la pared.
Hannibal desde la otra esquina tambaleandose aún por el golpe miró a Crowley.
—¿Qué demonios haces?
—Se acabó la hora del juego.—se acercó a Will quien le extendió una mano y así ayudarle a ponerse de pie. —Creo que es hora de que nos vayamos.
Hannibal se acercó a ambos, Crowley se colocó delante del aturdido Will, cubriendolo con sus alas negras.
—No le haré nada. —se dirijo a Crowley con una expresión molesta para luego mirar a Will, quien se tocaba su cuello.—¿Cual es tu poder, pequeño ángel?
—No tengo ningún poder—Dijo para luego toser.
—¡No me mientas!
—¡Es la verdad! —Will miró fijamente al otro. —¡Debés saber que los ángeles no pueden mentir! —Qué Will había mentido Mucha veces antes de no mencionarlo con una sola palabra, el demonio paso por su lado chocando con el hombro, antes de irse Hannibal lo miró sin creerlo
—Eres tan humano, que me fascina—Hannibal desaparecio entre las sombras dejando a solas a Crowley y un herido ángel.
—¿Te duele? —pregunto por su brazo herido, el ángel asintió. Will no supo cómo pero derrepente su conciencia se apagó causando un desmayo, por suerte Crowley lo sostuvo. Colgando de su hombro, Crowley llevo a Will hasta su auto para después llevarlo donde Aziraphale.
—No lo entiendo. —Dijo preocupado Aziraphale.
—No se cura.
—No. Se supone que las heridas sanan sin ningún tipo de problemas, pero esta herida no se desvanece.
Ambos miraron el cuerpo de Will sobre la cama, los moretones de su cuello si habían desaparecido pero la cortadura de su brazo no. Crowley le explico Aziraphale sobre el objecto con el que habían herido a Will. Se trataba de un cuchillo normal, las armas humanas no pueden dañar a los ángeles ni a los demonio, para hacerlo se necesitan cosas con extremo poder divino o demoníaco. Al no encontrar explicación alguna, decidieron dejar descansar a Will quién estaba dormido.
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Un Mundo Para Ambos (Hannigram Y Aziracrow)
FanfictionWill, un ángel que no sabe su propósito de haber sido creado. Su dicha y gracia le eran inútiles hasta que se le concedió una tarea realmente difícil y que haría cambiar tanto su manera de pensar.