Marry Me │Wonha

04 - Organizar una boda.

—¿De verdad estas bien? —preguntó Sowon a Eunha revisándole la mejilla enrojecida en cuanto las puertas se cerraron.

La joven asistente solo pudo asentir.

—Perdona a mi madre. Es una mujer demasiado impulsiva. Y la mayoría de las veces no mide el alcance de sus palabras.

—Igual que tú —le escupió Eunha— ¿Qué fue todo eso?

Sowon soltó por fin la mano de Eunha y dejo salir todo el aire de sus pulmones.

—No lo sé. Estaba enojada y deje que...

—¡Les dijiste que nos casaremos en un mes! —grito Eunha siendo consiente por fin de lo que había pasado— ¡¿Estás loca?! ¡¿Te das cuenta del lio en el que nos has metido?!

—Por favor Eunha —pido Sowon dejándose caer sobre el sofá— No grites. ¿Quieres...? Solo... dame un minuto para entender lo que acaba de pasar, e idear un plan para librarnos de mi estupidez.

—¡No me casare contigo! —un gesto de dolor apareció en el rostro de la castaña ante las palabras de Eunha— ¡No puedo!

—¿Por qué no? —susurro Sowon, sin que Eunha escuchara la pregunta.

Sowon y Eunha habían hablado durante un largo rato y al final llegaron a la conclusión de que la única forma de librarse de toda aquella confusión, era hablar con la verdad y arreglar las cosas antes de que todo llegar más lejos.

Aunque por un momento Sowon insinuó que podían hacerlo, y no porque de verdad quisiera casarse con ella —pensó Eunha— sino porque no quería que su madre tuviera la satisfacción de tener la razón.

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Al día siguiente, las dos chicas subían en el elevador de la empresa en silencio hacia la oficina del director, el padre de Sowon, con quien hablarían primero de la situación. La joven heredera se veía cabizbaja y sumergida en sus pensamientos.

—Todo saldrá bien —le dijo Eunha a Sowon para tratar de levantarle el ánimo.

Comprendía que no se sintiera de lo mejor, ya que en el último fin de semana había roto la relación con su novia, le había pedido matrimonio ficticiamente, lo que desato toda aquella confusión así que, como la amiga que era, debía tratar de hacerla sentir mejor, sin embargo, Sowon sonrió forzadamente, y eso le dolió.

Caminaron en silencio hasta la oficina de su padre, y cuando la secretaria abrió la puerta, las dos se sorprendieron de ver allí no solo al padre de Sowon sino también a su madre y a otro sujeto que no tenían idea de quien era.

La señora Kim se acercó a su hija para saludarla con un abrazo y un beso, que Sowon no correspondió. Después trató de acercarse a Eunha, pero Sowon se interpuso protegiéndola con su cuerpo. Su madre solo sonrió.

—¿Qué es todo esto, madre?

—Bueno, ya que estas tan decidida a casarte con esta jovencita, y después de hablarlo mucho con tu padre, he decidido hacerme cargo de los preparativos de la boda.

—Eso no será necesario...

—Por supuesto que lo es. Ninguna hija mía tendrá una boda de cuarta. Aunque me lo han puesto muy difícil. Tengo solo un mes para organizarlo todo. Pero por suerte, Jungkook nos hizo un espacio en su apretada agenda, y él se hará cargo de todo.

—Pero yo... —Sowon trato de hablar, pero su madre de nuevo no se lo permitió.

—No está a discusión, Sowon.

—Papá...

—Dale ese gusto a tu madre. Fue muy difícil para ella aceptarlo y ahora solo quiere demostrar sus buenas intenciones.

—A menos que... —dijo la señora Kim clavando la mirada en Eunha que seguía detrás de Sowon. Luego miro a su hija y sonrió— Estés dispuesta a aceptar que todo esto es una mentira y que solo es un capricho tuyo.

Sowon apretó con fuerza los puños conteniendo su ira al ver la mirada y la sonrisa maliciosa de su madre.

—Por mi está bien. Si quieres hacerte cargo de esas cosas, hazlo —termino diciendo. No iba a darle la satisfacción de humillarlas.

—¡Excelente! Jungkook... —el hombre se acercó a ellas— Ella es mi hija Sowon y su prometida, Eunha.

—Es un placer conocerlas —Jungkook saludo a Sowon y su madre aprovecho para acercarse por fin a Eunha y abrazarla.

—Espero que estés preparada, querida... —le susurró Hyo-jin al oído mientras la abrazaba— Porque no voy a permitir que te salgas con la tuya. Mi hija hace esto solo por un capricho, y tarde o temprano se va a dar cuenta del enorme error que está cometiendo —la mujer se separó de ella y le dio un beso en la mejilla.

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—Sowon, ¡¿qué estás haciendo?! —pregunto Eunha una vez que estuvieron en su oficina. Sowon se sentó en su escritorio y se llevó las manos a las sienes para masajearse cerrando los ojos por el fuerte dolor de cabeza— ¡Dijiste que les dirías la verdad!

—¡Lo sé! ¡Pero ella me saca de quicio! ¡Me provoca! ¡Me está retando!

—Lo lamento, pero yo no tengo nada que ver con tus conflictos hacia tu madre. No puedes involucrarme en esto...

—No te estoy involucrando...

—¡Nos vamos a casar en un mes! —grito Eunha perdiendo el control.

—No nos vamos a casar —respondió Sowon— Eunha, ella no tiene intenciones de organizar una boda. Solo está retándome, pero al final será ella la que pierda.

—Pero...

—Por favor, Eunha. Solo ayúdame y sigue la corriente.

—No voy a casarme contigo —sentencio la chica.

Sowon se puso de pie y se acercó a ella para tomarla de las manos sonriendo.

—Lo sé —Eunha no pudo apartar la mirada de sus hermosos ojos— ¿Por qué lo harías?