Capítulo 4.

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Él yacía angustiado, la joven de cabello rojizo podría presentar un edema pulmonar y no había tiempo para esperar, así que optó por tomarla entre sus brazos para luego dirigirse con precisión hacia su auto y emprender camino hacia el hospital más cercano.

Ji Ho conducía apresurado, y en ocasiones observaba por el espejo del retrovisor a aquella fémina quien yacía tumbada en el asiento trasero, ella respiraba débilmente, mas no había señal de que despertara, sus labios azulados y su fisionomía cenicienta no aportaban nada positivo, no obstante, en manos de un médico casi completo quizá había una diminuta esperanza para que pudiese ser salvada del abrazo gélido de la muerte.

—Estarás bien. —Murmuró con seguridad.

No se necesitaba ser un experto como para percatarse de que a ella la abrazaba la soledad, pues las palabras que ella había pronunciado antes de desvanecerse solo podrían provenir de una persona engentada, sin embargo, había algo mucho más aterrador como para que una bella dama con semblante  fastuoso y prohibitivo se sintiera ávida por ponerle fin a su propia existencia.

Afortunadamente, el hospital yacía a la vista; estacionó el auto frente a las instalaciones y descendió del vehículo  a la joven de cabellos rojizos siendo precavido y preciso. Al ingresar brindó algunas indicaciones a los profesionales de salud, quienes al escucharlo trasladaron a la joven de inmediato hacia el interior, mientras que él solo observaba cómo se alejaban con ella.

—¿Es usted su esposo? —cuestionó una de las enfermeras.

—No, solo sálvenla. —solicitó brindando una leve reverencia.

Ji Ho disponía a marcharse, pero la mujer mayor se lo impidió tomándolo desprevenido e inyectándolo en por el cuello y dejándolo inconsciente.

Por otro lado, Eun Hye y Si Young intercambiaban miradas preocupadas mientras disfrutaban de un aperitivo con Park Sae Jo y Do Min Ik en el restaurante de lujo.

—¿Alguien ha sabido algo de Ha Ni?, —cuestionó Eun Hye, rompiendo el silencio.

Si Young negó con la cabeza.

—No he podido contactarla desde que la dejamos en el hotel. Es extraño, siempre responde a mis mensajes.

Sae Jo y Do Min Ik se miraron entre sí, notando la inquietud en las voces de las chicas.

—¿Crees que algo malo haya pasado? —cuestionó Sae Jo.

Eun Hye se puso de pie.

— Tenemos que buscarla... ahora.

Do Min Ik asintió.
—Vamos, podemos dividirnos y buscar en diferentes lugares.

Si Young ya estaba llamando a Ha Ni, pero la trasladaba directamente a voz de correo.

Mientras salían del restaurante, Eun Hye se dirigió a Sae Jo. —"Vamos al hotel donde la dejamos. Quizás esté allí."

Sae Jo asintió y tomó su mano. —No te preocupes, encontraremos a Ha Ni.

Do Min Ik y Si Young se adelantaron, revisando los alrededores del hotel.

La noche se había hecho presente y parecía más oscura con la incertidumbre sobre el paradero de Ha Ni.

—La encontraremos. —se repitió Eun Hye, intentando calmar su corazón acelerado.

La ansiedad crecía con cada paso y los resultados eran negativos, solamente una cuestión invadía la mente del cuarteto.

"¿Dónde estaba Ha Ni?"

En medio de un fastuoso hotel yacía una persona egoísta y altanera que haría hasta lo imposible por conseguir lo que tanto anhelaba y sonreía al saber que su plan marchaba a la perfección cuando uno de sus empleados trasladó información confidencial con solo pronunciar: "El objetivo ha caído".

"PARADOJA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora