Seis

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Las chicas salieron del agua, empapadas y riendo, mientras Maddie se sacudía el agua de la cara con fastidio

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Las chicas salieron del agua, empapadas y riendo, mientras Maddie se sacudía el agua de la cara con fastidio.

—Malditos pogues. Siempre enredados en algo raro —gruñó Maddie, sacudiéndose la cabeza.

Cass rió, aún emocionada por el bote hundido que habían visto. —Bueno, ¿quieres ir a la fiesta que están organizando o prefieres quedarte aquí quejándote?

Maddie la miró con una ceja levantada y una sonrisa burlona. —Por supuesto que vamos. Necesito una distracción de todo. Además, si vamos, quizá averiguamos qué rayos están tramando.

Sin más, ambas se dirigieron a la casa de Cass para cambiarse y prepararse. Cass se enfundó en un vestido rosa que le caía justo por encima de las rodillas y que resaltaba su tono de piel. Maddie, en cambio, eligió un vestido negro ajustado que le daba un aire de chica mala. Se observaban en el espejo, listas para salir.

—¿Lista? —preguntó Maddie, dándole un vistazo de arriba abajo a Cass—. No te ves tan mal para ser una ñoña.

Cass le sacó la lengua y se cruzó de brazos. —Oh, por favor. A ver cuánto tiempo pasas antes de que te quedes dormida en la fiesta.

Maddie se rió, —Solo paso una vez.—Dijo subiéndose a su moto. —Súbete. Quiero ver si puedes aguantar el viaje hasta la playa sin pedir que baje la velocidad.

Cass rodó los ojos, pero aceptó el reto. Subió detrás de Maddie y se aferró con fuerza mientras aceleraban por la carretera que los llevaba a la fiesta.

Al llegar, el sonido de la música y las risas los envolvió de inmediato. La playa estaba llena de jóvenes, y las luces de la fogata le daban al lugar un toque salvaje. Maddie observó el lugar con una sonrisa, como si analizara cada detalle.

—Mira quién decidió aparecerse —bromeó Kiara, acercándose a ellas con una bebida en la mano—. Ustedes dos se ven… aceptables.

—Y tú necesitas cambiar de espejo —le respondió Maddie con una sonrisa burlona mientras le quitaba la bebida de las manos y tomaba un sorbo—. ¿Qué es esto? Está asquerosa.

Kiara se rió y le dio una palmada en el hombro. —Es cerveza. Ven, tenemos algo diferente por allá, si no quieres algo muy barato para ti, claro.

Maddie lanzó una mirada divertida a Cass antes de seguir a Kiara hacia la fogata, donde algunos pogues ya estaban sentados, compartiendo historias. Cass se sentó junto a Maddie, quien estaba recostada con la mirada fija en las llamas.

—¿Entonces, cuál es el plan? —preguntó Cass en voz baja, sus ojos reflejando la misma curiosidad de antes.

—Primero averiguamos qué demonios estaban haciendo esos idiotas en la cala esta tarde —respondió Maddie, entrecerrando los ojos mientras observaba a uno de los pogues que parecía distraído—. Y luego, si no es interesante, nos largamos.

ENEMIES -Outerbanks- +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora