Parte 4

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Floyd había comenzado una nueva vida en las afueras de Volcán Rock City, alejado del bullicio y el caos de la ciudad

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Floyd había comenzado una nueva vida en las afueras de Volcán Rock City, alejado del bullicio y el caos de la ciudad.

 Rodeado de la quietud de la naturaleza y la majestuosidad del paisaje volcánico, encontró un refugio donde podría sanar. Y fue allí, en medio de la tranquilidad, cuando conoció a Isaac.

Isaac era misterioso, con una presencia que parecía llenar el aire de secretos no dichos. Sus ojos oscuros y su sonrisa enigmática cautivaron a Floyd desde el primer momento.

 Aunque Isaac no hablaba mucho de su pasado, había algo en él que Floyd no podía resistir. 

Pasaron tardes enteras conversando y riendo bajo el cielo estrellado, compartiendo sueños y miedos, hasta que Floyd, sin darse cuenta, se fue enamorando.

La relación creció lenta pero firmemente. Se hicieron inseparables, y un día, en una tarde dorada, Floyd le pidió a Isaac que fuera su compañero para siempre. Isaac, con una mirada profunda y sincera, aceptó, y juntos, se prometieron un amor eterno.

Un tiempo después, Floyd recibió una noticia que lo llenó de alegría: sería padre. 

¡Y no solo de uno, sino de gemelas! 

Floyd no podía esperar para contarle a Isaac la feliz noticia.

 Sabía que juntos formarían una familia perfecta, aunque, en el fondo, una pequeña parte de él se sentía inseguro de cómo recibiría Isaac la noticia.

Esa mañana, Floyd estaba tan emocionado que casi no podía esperar para decírselo a Isaac.

 Preparó su desayuno favorito y, con una sonrisa en los labios, fue a encontrarlo.

-Isaac, tengo algo que contarte- dijo Floyd, su voz llena de entusiasmo mientras Isaac se sentaba a la mesa.

Isaac levantó la mirada, curioso.-¿Qué pasa, Floyd?- preguntó Isaac, sin despegar la mirada de una revista.

Floyd tomó su mano y, con los ojos brillando, soltó la noticia.-¡V-vamos a ser padres! ¡Vamos a tener gemelas!- exclamó Floyd, su voz temblando de emoción.

Isaac se quedó en silencio por un momento, su rostro inexpresivo. Floyd pensó que tal vez Isaac estaba tan feliz como él, pero entonces, algo cambió. Isaac apartó la mirada, y su rostro se oscureció.

-Pfft- ¿Gemelas?- Isaac bufo, y la tensión en el aire se volvió palpable.

-Sí, Isaac, gemelas. Va a ser increíble... ¿no lo ves?- Floyd dijo, tratando de esconder su ansiedad, pero algo en la expresión de Isaac lo inquietó.

Isaac se levantó de la mesa y comenzó a caminar de un lado a otro. Floyd lo observaba, sin entender qué estaba pasando.

-No puedo... no puedo ser el padre de unas niñas, Floyd. No soy lo que necesitas para eso. No sé cómo hacerlo. No sé si quiero.- Isaac lo miró con los ojos llenos de pánico.

-Isaac, por favor, esto es lo que siempre quisimos... ¡esto puede ser nuestro futuro!- Floyd intentó acercarse, pero Isaac dio un paso atrás.

-¡No! ¡No quiero ser parte de eso! No soy un buen tipo, Floyd. No soy lo que crees que soy- gritó Isaac, con la voz quebrada.

Floyd se quedó paralizado, la emoción se desvaneció de golpe y se sintió herido. Intentó calmarlo.

-Isaac, esto no es sobre si eres bueno o malo. ¡Esto es sobre nosotros, sobre nuestra familia!- dijo Floyd, sus palabras saliendo entrecortadas.

-¡No! ¡No soy lo que quieres!- Isaac se acercó rápidamente y empujó a Floyd con fuerza, quien cayó al suelo. Isaac lo miraba con los ojos llenos de rabia, y las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

-¡Isaac, por favor!- Floyd se levantó, pero antes de que pudiera decir algo más, Isaac comenzó a lanzar cosas a su alrededor, descontrolado. Un jarrón se estrelló contra la pared, y Floyd esquivó una silla que voló hacia él.

-¡Te lo dije, Floyd! ¡Yo no soy lo que buscas! ¡Lo que necesitas está fuera de mi alcance!- Isaac gritaba, su ira creciendo cada vez más.

Floyd, asustado y con el corazón roto, vio un macetero cerca. 

Sin pensar en las consecuencias, lo levantó con fuerza y lo estrelló contra la cabeza de Isaac. 

El sonido del impacto llenó la habitación, y Isaac cayó al suelo, atónito y sangrando ligeramente.

Floyd se quedó en silencio, mirando a Isaac en el suelo. El dolor, el miedo y la confusión lo invadía.

-Lo siento... pero no puedo quedarme aquí...- Floyd susurró, mirando a Isaac, pero sin poder sentir pena por lo que acababa de hacer. Todo lo que quería era huir, proteger a sus hijas y escapar de esa pesadilla.

Floyd corrió hacia la puerta, sin mirar atrás, y se dirigió a su motocicleta. Arrancó el motor con rapidez, dejando atrás la casa, dejando atrás todo lo que había conocido. Solo pensaba en un lugar lejos de allí, donde pudiera crear un hogar para él y sus hijas.

........

Con el paso de los años, Floyd se dedicó por completo a Madeline y Valentine, sus gemelas. Madeline era tranquila y serena, siempre reflexiva y calmada, mientras que Valentine, traviesa y llena de energía, traía risas y caos a la vida de su padre. Las crió con todo el amor que podía ofrecer, sin importar el dolor de su pasado.

Un día, cuando las gemelas cumplían 16 años, Floyd salió un día a hacer algunas compras para la casa. Las dejó solas, confiando en que se cuidarían entre ellas. Pero cuando la tarde avanzó y él no regresó, la preocupación comenzó a crecer.

Madeline miró el reloj, inquieta.

-¿Papá no ha vuelto aún?- preguntó, su voz preocupada mientras veía la hora.

Valentine, que estaba en el sofá, frunció el ceño.

-No... siempre vuelve antes. Algo no está bien.-

Madeline se levantó y caminó hacia la ventana, mirando afuera. La noche comenzaba a caer.

-Tal vez se retrasó... o algo pasó en el camino.- Madeline intentó calmar a su hermana, pero algo en su voz no sonaba convincente.

Valentine miró fijamente el teléfono de su padre, esperando ver una llamada perdida. Nada. Sus ojos se llenaron de duda.

-No sé, Mad. Esto no es normal...- Valentine susurró, su mente llena de pensamientos oscuros.

Las horas pasaron, y Floyd no regresó. Ni llamadas, ni mensajes. La desaparición de su padre comenzó a ser un vacío inquietante para las gemelas, que no podían entender qué había sucedido.

.-.-.-.-.

¿Va a volver?

¿Y si nos abandonó?

¿Y si le están haciendo daño?

¿Y si esta....por morir?

Madeline a pesar de su tranquilidad suspiraba con temor y angustia. Habían pasado 9 horas y ya eran las 2am. Pero no podía dormir. 

Había logrado dormir a su hermana, a base de amenazas, pero lo hizo.

-Q-quiero a mi pa...- Ella dijo, lágrimas amenazando con salir - Quiero que este aqui...-


Sin darse cuenta, esta historia ha comenzado....

TROLLS: Qué pasaría si?....-MELODY-XDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora