Emily y Lilith se conocieron en la escuela cuando Emily se mudó a la ciudad. Lilith, con su belleza y timidez, había estado sola hasta que Emily llegó. La energía y la sociabilidad de Emily la atrajeron de inmediato.
"¡Hola! Me llamo Emily", dijo con una sonrisa. "Acabo de mudarme aquí."
Lilith se sonrojó y murmuró un saludo. Pero Emily no se dio por vencida. Se sentó junto a Lilith en el comedor y comenzaron a hablar.
Pasaron meses, y su amistad creció. Un día, Emily fue invitada a la casa de Lilith. Mientras jugaban en el patio, un insecto venenoso se acercó a Emily.
Lilith reaccionó instintivamente. Lanzó fuego de su mano, y el insecto se quemó. Emily se sorprendió.
"¿Cómo...?", empezó a preguntar.
Lilith se puso a llorar, pensando que Emily tendría miedo de ella. Pero Emily se acercó, emocionada.
"¡Eso fue increíble!", dijo. "¿Cómo lo hiciste?"
Los padres de Lilith, que estaban observando, se sorprendieron por la reacción de Emily. Pero pronto se tranquilizaron.
"Es un secreto", dijo la madre de Lilith durante la comida. "Lilith tiene poderes especiales."
"¿Qué poderes?", preguntó Emily.
La madre de Lilith se inclinó hacia adelante, con una mirada seria.
"Cuando estaba embarazada de Lilith, los doctores me inyectaron un líquido negro en mi panza", dijo. "Nunca supe qué era, pero siempre pensé que tenía algo que ver con los poderes de Lilith."
Emily y Lilith se miraron, unidas por un secreto que cambiaría sus vidas para siempre.
Sin embargo, desconocían que detrás de ese líquido negro había una historia más compleja, una historia de científicos encubiertos y experimentos clandestinos. Pero eso era solo el comienzo.

ESTÁS LEYENDO
Spidex y Angel: La Unión de dos Almas
Ficção CientíficaEn un mundo donde los superpoderes pueden ser una realidad, dos adolescentes, Emily y Lilith, llevan una doble vida. Por día, son estudiantes normales, pero por noche, se convierten en las legendarias superhéroinas Spidex y Angel. Con su valentía y...