Capítulo 3: Ángeles de la Justicia

5 1 0
                                    


Seis años habían pasado desde que Emily y Lilith se conocieron. Ahora, ambas eran niñas de 12 años, llenas de energía y determinación.

Un día, mientras caminaban por el parque central, rodeado de árboles altos y un lago tranquilo, vieron a un ladrón de bolsos escapando con la bolsa de una anciana.

"Es hora de actuar", dijo Lilith, con una sonrisa.

Emily asintió y juntas se alejaron un momento. Sacaron unos antifaces y batas negras de sus mochilas y se los pusieron.

"Vamos", dijo Emily, ya disfrazada.

El ladrón corrió hacia un pasillo profundo y sin salida, lejos de la anciana. Pensaba que había escapado.

Pero Emily no se rindió. Corrió hacia el pasillo y gritó:

"¡Devuelve lo que no es tuyo!"

El ladrón se distrajo y se dio la vuelta hacia Emily.

En ese momento, Lilith se deslizó detrás de él y le quitó el bolso de las manos.

El ladrón se quedó atónito y huyó lejos, por culpa del miedo.

La anciana abrazó a Emily y Lilith, agradecida. "Gracias, ángeles. No sé qué habría hecho sin mi bolso."

Emily y Lilith sonrieron y se despidieron de la anciana. Se alejaron del lugar, buscando un lugar tranquilo para quitarse sus disfraces.

Una vez lejos de miradas curiosas, se quitaron los antifaces y las batas negras, revelando sus ropas normales.

"Me encanta ser un ángel de la justicia", dijo Emily, riendo.

Lilith sonrió. "Y lo mejor es que nadie sabe quiénes somos."

Emily y Lilith se miraron, sabiendo que su secreto estaba a salvo.

Comenzaron a cazar a los ladrones de bolsos en el parque, utilizando la habilidad de Lilith para sorprenderlos sin que nadie viera sus alas.

Su éxito llamó la atención de alguien, que comenzó a observarlas desde las sombras.

Spidex y Angel: La Unión de dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora