Reflejos En la Oscuridad

Capítulo 11: La Sombra del Pasado

Los días se convirtieron en semanas, y la presión de los exámenes se
intensificó. Alexei se sumergió en los estudios, buscando la distracción en
la literatura y la filosofía, intentando encontrar respuestas a las preguntas
que lo atormentaban. Sin embargo, a medida que se adentraba más en sus
lecturas, se sentía cada vez más abrumado por la dualidad de su existencia:
ser auténtico en un mundo que premia la conformidad.
Una tarde, mientras hojeaba un viejo volumen de Dostoyevski, un pasaje
específico capturó su atención.
"El hombre es lo que cree que es, y todo lo
que está fuera de él se convierte en una sombra de su propia alma.
" Las
palabras resonaban en su mente, como un eco que desenterraba los temores
que había intentado ignorar.
Decidió dar un paseo por el parque cercano, buscando la claridad que la
lectura no había proporcionado. El aire fresco lo envolvió, y el murmullo
de las hojas caídas bajo sus pies le dio una sensación momentánea de paz.
Sin embargo, a medida que caminaba, la sombra de su pasado lo siguió.
En una esquina del parque, se encontró con un grupo de estudiantes de su
universidad. Se reían y conversaban animadamente, ajenos a las dudas que
lo asediaban. Entre ellos, notó a Igor, su antiguo amigo, quien había
mantenido una distancia prudente desde su última conversación sobre
autenticidad.
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Se acercó, sintiendo un impulso de reconectar.
una sonrisa nerviosa.
—Hola, Igor —saludó, con
Igor levantó la vista, sorprendido.
¿Cómo has estado?
—Alexei. No te había visto por aquí.
—Un poco perdido, la verdad —admitió, sintiéndose vulnerable—
. Estoy
tratando de encontrar mi camino.
Igor lo miró con curiosidad, como si evaluara sus palabras.
—A veces,
perderse puede ser la mejor manera de encontrarse. Pero no creo que todos
tengan el lujo de darse ese tiempo.
Alexei sintió una punzada de frustración.
—No se trata de lujo, Igor. Se
trata de necesidad. Todos tenemos que hacer frente a lo que somos, aunque
duela.
Igor frunció el ceño.
—¿Y qué pasa si lo que somos no es suficiente? ¿Y si,
al final, solo nos encontramos con una versión distorsionada de nosotros
mismos?
Esa pregunta lo golpeó como un puño. Alexei no tenía una respuesta clara.
El miedo a no ser suficiente había sido un compañero constante, pero había
decidido que la búsqueda en sí misma valía la pena.
—Quizás eso es lo que significa ser humano —respondió finalmente—
. La
lucha, la incertidumbre... todo forma parte de nuestra experiencia.
Igor se quedó en silencio, sus ojos mirando al suelo.
—A veces, siento que
es más fácil rendirse. En vez de luchar contra la corriente, simplemente
dejarse llevar.
—Pero, ¿realmente quieres eso? —replicó Alexei, sintiendo que la
conversación tomaba un rumbo inesperado—
. ¿Dejar de lado tus deseos,
tus sueños?
Igor lo miró, y Alexei vio un destello de conflicto en su mirada.
Quizás estoy cansado de luchar.
—No lo sé.
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La conversación quedó suspendida en el aire, y Alexei sintió que una parte
de él quería ayudar a su amigo, pero no sabía cómo. La lucha interna de
Igor lo reflejaba, como si sus propias dudas estuvieran tomando forma ante
él.
—Piensa en lo que realmente deseas, Igor. No en lo que otros quieren de ti.
A veces, enfrentarnos a nuestras sombras puede ser lo más liberador —dijo,
sintiendo que sus propias palabras resonaban en su interior.
La expresión de Igor cambió, como si se diera cuenta de algo.
tienes razón. Tal vez tengo que enfrentar esas sombras.
—Tal vez
Después de despedirse, Alexei continuó su paseo por el parque, sintiéndose
algo más ligero. La conversación con Igor había desatado una chispa de
esperanza en él, un recordatorio de que no estaba solo en su lucha.
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, decidió escribir sobre su
encuentro en su diario.
—Hoy, me di cuenta de que nuestras luchas son universales. Todos
llevamos sombras dentro de nosotros, pero enfrentarlas es parte del viaje
hacia la autenticidad. Tal vez no tenga todas las respuestas, pero estoy
comenzando a comprender que la búsqueda misma es lo que le da
significado a la vida.
Cerró el diario y se recostó en la cama, sintiendo que la lucha por su
identidad era, de alguna manera, una forma de conectarse con los demás.
No podía prever el futuro, pero estaba decidido a seguir avanzando en su
búsqueda, a enfrentar sus miedos y a descubrir lo que realmente significaba
ser él mismo.