La maestra salió y todos empezaron a hablar entre ellos. Algunos se acercaban a Emma a preguntarle su edad y otras cosas. Me sentía mal escuchando lo que decían, así que me puse mis auriculares. Un viejo amigo, Zack se acercó a mi. Él era rubio, bastante alto, de ojos verdes. Muy atractivo y deseado por las chicas, es una pena que tenga novio, sí, Zack es gay, una persona, normal, que respira, no tiene nada malo.
-Hola Sarah, ¿cómo estás?-
-¡Hola! Bien, gracias-
-¿Qué tal tus vacaciones?-
-Normales y en familia como siempre, ¿y las tuyas?
-Geniales, fui a Londres con Lucas, fue perfecto.- dijo sonriente
-Ay, me alegra que la hayas pasado muy bien-
-Gracias. Pero dime, ¿cómo te parece la chica nueva?- su pregunta me sorprendió
-¿Emma? Es linda-
-¿¡Linda!? Te conozco Sarah, te gusta-
-No seas payaso- solté una risa- es linda, no diré nada más. Y con tu permiso, iré al baño- Él rió y me guiñó un ojo.
Salí del salón y en el pasillo me encontré a Alice.-¿Estás bien? Te ves preocupada-
-No, sólo estoy algo distraída-
-¡Niñas! No pueden estar fuera de su salón- apareció la directora
-Sólo iba al baño- dije
-Repito; no pueden estar fuera de su salón- dice de una manera totalmente molesta
-Si señora- respondimos al unísono y nos fuimos cada una a su salón.
La maestra aún no llegaba, volví a mi asiento, saqué un libro de mi mochila y seguí la lectura donde iba. Algo no me dejaba concentrar, releía una y otra vez el mismo párrafo y seguía sin concentrarme. Miré a mi lado, y ahí estaban esos ojos claros mirándome.-Hola- pronunció Emma. Me congelé y no podía dejar de mirarla
-Hola- contesté
-Veo que te gusta leer- acerco su silla a la mía hasta quedar a unos 5 centímetros
-Así es, ¿a ti te gusta?-
-Me encanta, es como mi escape- sonreí por lo dicho
-Es otra vida-
-Es otro viaje- agregó
-Es otro mundo- dijimos al unisono, lo cual hizo que ambas soltaramos una carcajada seguida de un silencio algo incómodo
-No sé tu nombre- dijo rompiendo el silencio
-Es Sarah, Sarah Turner-
-Lindo-
-Gracias- sonreí
-Tu edad- pidió
-16, ¿tú?-
-16, casi 17-Hablamos sobre nuestra información básica y gustos, en muchas cosas somos idénticas, cosas como: gusto en música, dibujo, arte, estilo, literatura y demás cosas. No era tan tímida como creí, todo lo contrario.
La campana nos sorprendió, le dije que vería a Alice y aceptó venir conmigo.-Alice- grité del otro lado del pasillo, ella me vio y vino hacia nosotras. -Mira, te quiero presentar a Emma, es nueva y viene de Canadá-
-Hola- saludó Emma
-Alice, un placer-
Hablamos las tres hasta que la campana para entrar a clases sonó, nos despedimos y caminamos hasta el salón.
Una vez adentro, Emma y yo no parábamos de hablar, en clase me encontré varias veces con la pícara mirada de Zack queriendo insinuar lo anteriormente dicho, a lo cual yo negaba y reía. También a él le presenté a Emma, se llevaron muy bien, en ocasiones hablaban de otras cosas, dejándome fuera del tema.Por suerte el día pasó rápido, Emma sugirió caminar juntas hasta la casa más cercana. Faltando una cuadra para llegar a mi casa, señaló una blanca de puerta negra.
-Aquí vivo- comentó. Me paralicé, sin un motivo real. Era cierto, NO, ¿!Cómo era posible que viviera junto a la casa de mi ex!?
-¿Estás bien?- preguntó
-Sí, sólo, me dio un poco de mareo-
-¿Segura? ¿No quieres un poco de agua?-
-No, gracias, estoy bien. Te veré mañana en clases, hasta pronto-Ella se despidió y justo después de cerrar su puerta, se abrió la del lado. "Que no sea. Que no sea. Que no sea" suplicaba en mi mente. Volteé con el mayor disimulo, y mi temor ahora era cierto; era Hanna, mi ex-novia. Rubia, ojos claros, alta y cuerpo perfecto. Nuestra relación fue de un año y medio, rompió mi corazón cuando se metió con una de mis primas.
Me fulminó con la mirada, hubiese querido desaparecer en ese momento, hace tanto no la veía, hizo que todo dentro de mí se moviera, pero no eran mariposas era algo más, dolor y rabia. Traté de sacar esos pensamientos pero nada funcionaba.
-Hola- dijo Hanna. ¿Es enserio? ¿Con cuántas personas más me voy a congelar hoy?
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~Nuevo Cielo~
Teen Fiction"El amor no tiene edad, ni altura, ni género, ni etiquetas, ni tiempo".