Luan acababa de regresar a casa con las manos cargadas de las compras que hizo junto a Luna. Estaba casi tan estresada como su hermana, pues a pesar de que con tiempo habían ido por los regalos que en un par de semanas repartirían de su parte a la familia cuando fuese navidad, ya les había tocado una aglomeración de personas en el centro comercial que habían ido con el mismo propósito.
—No pensé que fuésemos a toparnos con tanta gente.
—Ya sé, Luna. Estoy tan agotada que no puedo ni hacer una broma de eso.
Luna saludó a Lincoln con un asentimiento de cabeza antes de subir por la escalera con las cosas, pero éste apenas y le prestó atención por estar hablando con gran ánimo en el teléfono de la sala.
—Es una pena, Stella. Tal vez puedan visitar a tu abuela en su cumpleaños. ¿No es en enero? Te diré algo, si tu mamá no tiene inconveniente, pueden venir a desayunar con nosotros el día de navidad. ¿Qué te parece? Clyde y sus papás también nos acompañarán... No es ninguna molestia, tú avisale a tu mamá y... ¡Oh! Está ahí... claro, te espero.
En lo que Lincoln parecía aguardar la respuesta de su amiga, el muchacho no pareció darse cuenta que detrás de él, y sin importarle el peso de las bolsas, Luan muy atenta lo estaba escuchando.
—¡Perfecto! —con ánimo Lincoln exclamó pasado un par de minutos—. Entonces las veremos ese día. Aquí las esperamos.
Tras colgar, Lincoln se dio la vuelta con la curiosa sensación de estar siendo espiado, pero debieron de haber sido imaginaciones suyas, pues no había nadie al pie de las escaleras, si acaso las gemelas que salían de la cocina llevando de la mano a Lily explicándole una vez más con emoción el concepto de Santa Claus.
Arriba, Luna en la habitación que compartía con Luan, estaba extendiendo el papel decorado navideño en su cama para comenzar a envolver los regalos, cuando su hermana con una amplia sonrisa abrió la puerta para entrar.
—¡Cierra pronto, Luan! No quiero que las niñas vean con demasiada anticipación lo que "Santa" les traerá. ¿Y qué es lo que tienes? Ya no pareces tan cansada como hace un momento.
—Es porque mi cerebro una vez más se puso en marcha y se me está ocurriendo una buena broma para Navidad.
Luna negó con un gesto.
—Y por eso Santa Claus no te traerá nada.
—¿Por qué no lo haría? La broma que se me está ocurriendo sería por una buena causa. ¿Sabes quién va a acompañarnos en Navidad además de Clyde y sus papás?
—Pues los abuelos. ¡Oh! También Sam y su hermano. Ya te había contado que le pedí permiso a mamá y a papá para que dejaran que vinieran un momento.
—Bueno, sí. Pero también hay unos invitados de último momento que creo que ninguno de los dos ponga objeciones en que vengan. Una es una señora y te doy una pista de quién es su hija. Es una niña que cuando llegó al pueblo, Lincoln trató de impresionarla, y que aunque quedaron como amigos, sospecho que Linky se quedó con las ganas de que fueran algo más.
Aunque normalmente prefería no involucrarse en las travesuras de su hermana, Luna muy a su pesar tuvo que posponer la envoltura de los regalos para prestarle atención.
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—¿Me repites de nuevo cómo será esto?
Aunque Lori entendió muy bien lo que Luan le había explicado por teléfono, sólo quería cerciorarse de no haberse perdido de ningún detalle.
—Sin excepción todas besaremos a Linky, obvio en la mejilla, y por lo que te conté que haré estará más que justificado. El pobre quedará tan abochornado que será divertido avergonzarlo delante de sus amigos, en especial de Stella. Con mi cámara estaré grabando todo para molestarlo algún tiempo con eso. ¿Qué dices? Que Lincoln está pegando el estirón demasiado rápido. Será un bonito y adorable recuerdo de lo que le queda de niño antes de que comience a actuar más raro por eso de la adolescencia y esas cosas.
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Tan sólo Lynncoln
FanficTan sólo siete historias de mi ship favorito para realizar un aporte a la comunidad en la Lynncoln Week, evento que he esperado por años. Espero les gusten.