BABYMAMA |Luar La L|

Capitulo 5

—¿Se puede saber que hace el carro de Raúl allá fuera? —Preguntó mi tío con un semblante serio.

—Es como tu hijo ¿No? Eso sabrás tú —Terminé de ponerme labial.

—¿Y tú crees que yo me capeo esos embustes que meten los dos? —Rió sin gracia— Si tú te quieres metes con Raúl, cosa de ustedes dos pero me dejas a Myers primero.

—El se la quiere dar en importante tío, solo quiere que yo ande detrás de él rogándole y explotándole el celular ¿No crees que estoy muy buena para esas cosas? —Lo miré.

—Pero yo no quiero tener que mandar a que le hagan daño a ese cabrón por algo que se puede evitar —Me miró con desaprobación— El no es estúpido Atenea.

—Si lo es tío —Crucé mis brazos— En estos dos días que llevo conociendo Raúl ya ha hecho más que estos siete meses que tengo con ese pendejo.

—Tampoco quiero que le dañes la carrera a Raúl, es un muchachito un poco acelerau' pero tiene talento y dedicación no quiero que me lo desenfoques.

—¿Le vas a sabotear el camino del amor? —Dije colándome mi bolso para irme.

—Solo quiero que se enfoque en el camino del éxito.

—Te veo en un rato.

—Atenea, —Me llama provocando que me de la vuelta para verlo— No hagas nada malo, por favor.

—Si tío no haré nada malo —Sonreí sin mostrar mis dientes.

Dejando a mi tío solo en la casa me fui a donde se encontraba Luar en su carrito, tenía un par de tatuajes que le resaltaban el brazo que tenía en el guía haciendo que se vea demasiado sexy.

Con una estúpida sonrisa me subí de copiloto y Raúl comenzó a guiar para un lugar que desconocía hasta que paró en una urbanización. Salimos de el carro y Raúl me llevaba de la mano hasta una de las casas que habían ahí.

—Aquí vivo yo con unos amigos, no están así que podemos aprovechar.

Reí nerviosa, jamás me había tocado otro hombre que no sea Bryant ni tampoco le había sido infiel a diferencia de él a mi.

—Vamos pa' arriba –Me lleva con el a subir las escaleras.

La puerta de una de las habitaciones estaba abierta y sin mucho nebuleo y entre besos entramos en ella.

Besaba a Raúl con mucho deseo desde que lo vi aquel día trabajando en mi casa junto a mi tío. Acariciaba su cuello mientras hacía una leve presión en su nuca para profundizar el beso. Sus manos levantaron mi falda y jugaba con el elástico del pantysito que llevaba puesto haciendo que se humedeciera y que mi excitación aumentara.

Hizo mi pantysito a un lado y entró dos dedos en mi parte íntima provocando que un gran gemido saliera de mi boca. Comenzó a moverlos despacio y con movimientos circulares.

—¿Te gusta mami?.... —Preguntó cerca de mi oído provocando que yo asintiera sin más.

Aumentó el ritmo de sus dedos y yo sentía que en cualquier momento iba a explotar, mis piernas se sentían frágiles y de un momento a otro Raúl sacó sus dedos ganándose una mirada amenazante de mi parte.

—Sigue —Supliqué.

Este me miró con una sonrisa perversa, acarició mi clitoris y siguió con lo que ya estaba haciendo. Mis gemidos aumentaron y solo se escuchaban en la habitación al igual que mis súplicas.

Sentía como una ola corría por mi cuerpo al igual que unos estamos indicado que ya había llegado al orgasmo.

Raúl se llevó esos dedos a la boca chupándolos mientras su mirada no se despegaba de mi.

—Sabes deliciosa... —Me miraba a los ojos con una mirada llena de deseo.

La pantalla de mi celular iluminó el cuarto de Raúl, lo observé y era Bryant con mensajes preguntándome que dónde estaba así que apague el celular y miré a Raúl quien me miraba confundido.

—¿Nos tiramos uno o ya te cansaste? —Le pregunté mientras pasaba mis manos por mis senos apretándolos para provocarlo.

—Eso no se pregunta mami. —Regresó hacia mi.