Después de aquella maravillosa semana que pasé a todas horas con Lauren, las dos tuvimos que regresar a nuestros deberes. Ella a su clínica y sus pacientes y yo a la facultad y mis prácticas. Sin embargo, cada tarde tan pronto terminaba en el hospital, me acercaba a su casa y pasábamos un rato juntas. Era incapaz de pasar un día completo sin verla. Necesitaba, al menos, aquellas dos horas diarias, aunque estuvieran siempre centradas en mis estudios. Lauren siempre me ayudaba y yo agradecía que lo hiciera, porque cada vez me costaba más concentrarme en algo que no fuera ella.
Solo me dejaba libres los viernes por la noche y los fines de semana. En ocasiones ni eso. Estaba tan empeñada en que no descuidara mis estudios, que era casi peor que mi madre. Muchísimo peor, fui descubriendo con el tiempo.
Comenzamos a frecuentar el Havet las noches de los fines de semana, aunque yo prefiriera estar a solas con ella. Dinah me rogaba por ver a Laia y así yo podría ver también a Lauren. Era la excusa perfecta, según ella. Lo que Dinah no sabía, es que yo ya la veía y no necesitaba aquellas noches en compañía de tanta gente, que lo único que hacían era distanciarnos más. Me veía obligada a cambiar mi actitud frente a los demás. Ya no podía abrazarla en público y echaba dolorosamente de menos su proximidad física. Aun así, entendía a Dinah cuando me decía que necesitaba ver a Laia, yo misma había experimentado el vacío y la angustia cada vez que pensaba que algo pudiera alejarme de Lauren. Dinah era mi amiga y estaba dispuesta a mantener esos encuentros por ella. No obstante, me negaba a revelar a nadie la extraña pero especial relación que existía entre Lauren y yo, aunque nunca fuera más allá de simples abrazos y caricias. Me conformaba con aquello a pesar de que deseara mucho más. Marco también se unía a aquellas noches de música con la esperanza de ver a Joel, el rubio amigo de Lara que había conocido en BouAzzer.
Y lo conseguía, porque aquel chico aparecía con sus amigos, aunque Marco mantuviera que era por las L's. Ya me había dado cuenta de que Joel mostraba un claro interés por Marco y que las L's tan solo se habían convertido en una coartada. Sin saberlo, el grupo se había convertido en la coartada perfecta para todos. Cualquier excusa era buena con tal de no revelarnos, los unos a los otros, nuestros verdaderos sentimientos. Elisa Gómez también se dejaba caer por allí con sus amigas. Una noche, en la que había bebido un poco más de la cuenta, se acercó a mí iniciando una conversación. En realidad, no me apetecía entablar conversación con nadie que no fuera Lauren, pero no quise mostrarme maleducada y disimulé prestándole atención. Cuando al rato, mi mirada se cruzó con la de Lauren, volví a ver en sus ojos aquel brillo en el que ya había reparado el fin de semana anterior. No me gustaba lo que leía en sus ojos. Estoy segura de que pensaba que ella estaba fuera de lugar y que yo tendría que estar, como en aquel momento, divirtiéndome con la gente de mi edad. De una manera sutil, me empujaba para que así lo hiciera.
— Buenos días — saludó reflexiva.
Me esperaba apoyada en la puerta que sostenía abierta para mí y su presencia me dejó sin aliento. No pude evitar recorrerla con la mirada y me pregunté si tendría idea de hasta qué punto la quería. La observé de cerca cuando estuve a su lado. Tenía el pelo oscurecido por la humedad y sus ojos del color esmeralda desprendieron, como siempre, destellos ónices bajo la luz del sol.
— Buenos días — respondí acariciándole la mano al pasar.
Me acomodé en el asiento del copiloto y la seguí con la mirada mientras rodeaba el coche. Nuestros ojos se encontraron a través del parabrisas, no desvié la vista, aunque me hubiera descubierto atenta a cada uno de sus movimientos.
— Te invito a desayunar — dijo bajo mi incesante mirada.
— Te invito yo.
— No, invito yo. Tú ahorra el dinero.
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Un amor secreto (Camren)
FanficUna historia de amor secreto entre Camila y Lauren. - ¿Puedes oírme? - preguntó la voz de mujer más bonita que jamás se hubiera dirigido a mí. - Sí, pero no veo bien. No veo nada. - No te preocupes, te pondrás bien. ¿Cómo te llamas? - Camila, ¿y t...