Narra TN
El sábado llegó con un sol radiante, un contrapunto perfecto a la mezcla de nerviosismo y anticipación que sentía en mi estómago. El evento comunitario se celebraba en un parque cercano a la universidad, y el ambiente era bullicioso y lleno de vida. Mesas con información sobre proyectos ecológicos, puestos de comida local, juegos para niños y un escenario donde se llevarían a cabo algunas presentaciones. Seulgi me había recibido con una sonrisa cálida y le había presentado a otros miembros del grupo.
Me integré con una facilidad sorprendente. Me encontraba conversando animadamente sobre reciclaje con una señora mayor, ayudando a unos niños a pintar un cartel sobre la conservación del agua y, incluso, probando un delicioso pastel de arroz hecho por una vecina. El tiempo se deslizaba sin que me diera cuenta, estaba sumergida en la energía positiva del lugar y la satisfacción de formar parte de algo significativo.
En un momento de calma, mientras observaba a los niños jugar, ví a Yoongi sentado en una banca a cierta distancia. Él no estaba participando activamente, observaba la escena con una expresión neutral, con un libro en sus manos. Como siempre, tuve la necesidad de acercarme. Se trataba de una curiosidad por el alma solitaria que percibía en él.
Decidí acercarme.
--¿Sigues leyendo? --pregunté con una sonrisa, acercándome a la banca. Yoongi levantó la vista, sorprendido.
--Ah, hola --respondió con una expresión casi imperceptible de sorpresa.
Observé su rostro con atención. El cansancio de la semana se veía mezclado con la evidente incomodidad por estar rodeado de tanta gente. Su mirada parecía pedirme perdón por no participar en la diversión general.
--Es un libro muy denso, ¿verdad? --dije, señalando el libro con un gesto amable.
--Seulgi me contó que te gusta mucho la literatura clásica --parezco acosadora, lo sé.
Yoongi se sorprendió ante mi confesión, un pequeño indicio de vulnerabilidad brilló en sus ojos.
--Sí, es... fascinante --contestó él, con un tono más suave que en encuentros anteriores.Sonreí, animada por la apertura que comenzaba a asomar en Yoongi-- ¿Te gustaría hablar de ello? A veces, un buen libro se disfruta aún más cuando se comparte --sugerí, sentándome en la banca a su lado.
Él dudó un momento, pero finalmente cerró el libro y lo dejó a un lado.
--Claro, ¿por dónde empezar? --preguntó, su voz más cálida.
--¿Qué es lo que más te gusta de la literatura clásica? --inquerí, interesada.
Yoongi pareció pensar en su respuesta-- Creo que es la forma en que exploran las complejidades de la naturaleza humana. Los personajes son imperfectos y reales. Me gusta ver cómo se enfrentan a sus propios demonios
La profundidad de sus palabras me sorprendió y me hizo sentir que había más en él de lo que mostraba a simple vista.
--Eso es muy cierto --respondió ella-- A veces parece que los problemas de los personajes son más relevantes hoy en día que nunca
La conversación fluyó entre ellos como un río tranquilo, y TN se dio cuenta de que había olvidado el bullicio del evento a su alrededor.
Narra Yoongi
Hablar con TN era como descubrir un nuevo mundo; cada palabra que intercambiaban les acercaba más.
Mientras hablábamos, Seulgi apareció con un gran trozo de pastel de arroz en la mano.
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Good Heart, Bad Temper // Yoongi y TN
Romance~Parece un gato gruñón, pero es un bollito~