•Narra Dave:
No podía dejar de pensar en lo que había pasado aquella noche. La imagen de Leah siendo acosada por aquellos imbéciles , su mirada llena de temor al verse en esa sutuacion , lo que hubo en sus ojos al verme llegar y la pregunta que me hizo esa misma noche, esa estupida y simple pregunta que no supe como darle una respuestaa, la rabia y la frustración volvían a invadirme. ¿Por qué me importaba tanto? Es aoño una chica más, que más da , un polvo y estará olvidada — o eso es lo que estoy tratando de creer
No pude pegar ojo en toda la maldita noche , y la rabia y el puto deseo de destrosar todo a mi paso se iba intensificando , esto que siento es un maldito infierno, Aveces creo que mi pasado yo fue un cabronaso y yo estoy pagando por su estupidez , y esta puta enfermedad es el castigo.
"Estoy enfermo"
Las palabras se repiten una y otra vez.
"Soy un enfermo"
"No me merezco nada"
"Sería mejor que muriera y terminara con este dolor de una vez"
Suelto un suspiro, en realidad sería lo mejor así me liberaría de esta mierda
Esta mañana resivi un mensaje de mi madre y decía que necesitaban hablar conmigo —necesitaban en plural es decir ella y el hombre que dio sus malditos espermatozoides para que yo pudiera existir. Al llegar siento un irritante punzada en la nuca , desido ignorarla aunque sea imposible.
—¡Dave! —un prqueño monstruito es lo primero que visualizo al entrar por el lumbral —¡Te e extrañado mucho!
—Hola, princesita—respondí, mientras la elevo en el aire y suelta un pequeña risita.
—Te vas a quedar un rata.
—No pequeña, vine a resolver unos pequeños asuntos.
Hace pucheros y veo como sus ojitos se van llenando de lagrimas. Me arrodillo rápidamente y le limpio las lágrimas.
—Ey, no llores pequeña , te prometo que vendré a buscarte el próximo fin de y pasaras el día conmigo.
—Me lo prometes—dice en un susurro.
—Lo prometo
—Veo que ya haz llegado—esa voz tan irritante resuena una y otra vez en mi cabeza —no me sorprende que llegaraz tarde
Vuelve la punzada , y esta vez es mucho más intensa.
—Hola, hijo
—No me llames hijo —digo tratando de mantenrme sereno .
—Te he estado pensando —comenzó mi padre, con ese tono que siempre usaba cuando se dirije a mi —He estado hablando con un viejo amigo mío. Tiene una hija que es muy buena chica y... bueno, creo que sería una buena pareja para ti.
Mis ojos se abrieron con incredulidad. —¿Qué? Es broma ¿verdad?
—Me ves cara de que este bromeando Dave .Ella proviene de una buena familia y tiene un futuro brillante —insistió él, ignorando mi desdén.
—No necesito que intervengas —le respondí con firmeza. —Soy capaz de tomar mis propias decisiones, por algo es mi puta vida
—¿Y qué decisiones has tomado hasta ahora? —replicó él, levantando una ceja. Su tono es desafiante—Acaso ¿echarte a perder la vida es una decisión? Dime , no te basta volverte un psicopata cada que algo no sale como quieres—hace una pausa—¡Responde!
La ira comenzó a burbujear en mí. —No tienes idea de lo que estás diciendo . No necesito que me empujes hacia un matrimonio arreglado solo porque es lo mejor para ti , ¡Porque solo te interesa tu puto dinero , nada más! Eres una basura y disculpa que mi "enfermedad" arruine tus planes.
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Las miradas no se cruzan por casualidad✓[En edición]
RomansaMotos, mucho sexo y alcohol. Nada podría salir mal. ¿O sí? Liah, es una exitosa estudiante universitaria de arquitectura que lleva una vida basada en una monotonía constante, pero de una cosa si estaba segura: Le encantaban las motos, y más si inc...