Elizabeth sufría por eso, se sentía mal de que yo no eligiera a una y le hablara y me comportara igual con ambas, y Antonio era el que le hacía sentir mejor cuando ella estaba triste y la escuchaba y aconsejaba, hasta llegar al punto en el que ambos se gustaran, pero Elizabeth no había dejado de sentir algo por mi.
Era 15 de septiembre, día de la revolución mexicana y lo estábamos festejando en la escuela, aunque Elizabeth no era mexicana, es venezolana, igual festejaba con nosotros; en ese día yo ya sabia que a Elizabeth la había perdido, y bueno, estaba decidido a estar con Sam, pero ¡ah, sorpresa! Un chico de un grado mayor le pidió a Sam que fuera su novia y Sam dijo que si, y Antonio también le había pedido a Elizabeth que fuera su novia, pero ¿que fue lo peor?, que yo estaba detrás de ellos.
Ese mismo día, pero en la noche, Rosa (compañera que la maestra de sexto había bautizado como mi hermanastra) tenía una fiesta en su casa por su cumpleaños y Elizabeth y Antonio estaban invitados también.
