Malos recuerdos 🦉parte 1:

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Era un día cualquiera, y Akaashi se sentía hecho polvo.

Aquellas pastillas no tenían ningún efecto, y esa situación lo estresaba. Se sentía extraño, ajeno a sí mismo. No había sido él mismo en toda la semana.

Sin saber qué hacer, se levantó y miró a su alrededor: estaba rodeado de cajas de pastillas y botellas de cerveza. ¿Cómo había terminado así? Todo le dolía...

Sin más remedio, Akaashi se dirigió al baño y se miró en el espejo. Su rostro estaba marcado por ojeras, y aquellas mejillas redondas que le daban un aspecto "tierno" habían desaparecido. Lo que veía en el espejo era un reflejo vacío, alguien que no reconocía.

¿Por qué había dejado al amor de su vida? Lo amaba tanto, pero el dolor que sintió en esa fiesta aún lo atormentaba. En ese momento, sentía que su vida carecía de sentido, que podría desaparecer y nadie lo notaría.

Meses antes
05 / 04 / 2024 - Hora: 3:07 pm

Perspectiva de Akaashi:

Era un día tranquilo, pero prometía una noche increíble. Akaashi sentía su corazón latiendo a mil por hora; no dejaba de pensar en Bokuto-san, su novio, porque ese día celebrarían su primer aniversario juntos, y estaba emocionado.

La fiesta empezaría a las 5:00 pm, así que Akaashi tenía una hora y 43 minutos para alistarse. Sin perder tiempo, se levantó de su silla y se paró frente al armario, donde colgaba el traje que tanto esfuerzo le había costado diseñar. Para esa ocasión tan especial, decidió hacer su propia ropa. Todo tenía que ser lo más perfecto posible.

05 / 04 / 2024 - Hora: 4:00 pm

Perspectiva de Bokuto:

¿Realmente esto está pasando? Se supone que éramos solo mejores amigos, ¿no? ¿Cómo sucedió todo esto? No lo entiendo. No me entiendo. No sé qué siento, estoy confundido... necesito tiempo. ¿Por qué todo tiene que pasar tan rápido?

Bokuto soltó un pequeño suspiro y salió de su casa, dándose cuenta de que, de tanto pensar, habían pasado ya treinta minutos.

La fiesta sería en casa de Kuroo, su mejor amigo, quien había planeado casi todo. En ese momento, Bokuto sentía un profundo cariño por Kuroo.

Conduciendo hacia el lugar, ya más relajado, se dio cuenta de que necesitaba hablar con Akaashi. Necesitaba aclarar lo que sentía, entender qué estaba ocurriendo entre los dos.

05 / 04 / 2024 - Hora: 5:00 pm

En la fiesta había demasiadas personas, algunas conocidas y otras completamente extrañas. El corazón de Akaashi latía tan rápido que apenas podía disimular su nerviosismo.

Todos parecían estar divirtiéndose, excepto él.

¿Por qué Bokuto no había llegado? No solía llegar tarde. ¿Tal vez lo dejaría solo en aquella fiesta? No... Bokuto no era así. Akaashi confiaba en él, en que siempre estaría a su lado. Pero mientras los minutos pasaban, una creciente duda se apoderaba de él, como una sombra oscura cubriendo todo su entusiasmo inicial.

Akaashi miraba su reloj cuando sintió una mano en su hombro. ¿¡Era Bokuto!? Su corazón se aceleró, pero al darse la vuelta, vio que era Kuroo, con una expresión de seriedad en su rostro.

Diálogo Akaashi y Kuroo:

—¿Qué necesitas, Kuroo?

—Hola, Akaashi. Bokuto quiere hablar contigo, pero... sabes cómo es él. Le da un poco de pena entrar.

Akaashi suspiró, intentando calmarse.

—Nunca cambiará, ¿verdad?

—Tienes toda la razón. -hizo una pausa- Me cuentas lo que pase entre ustedes dos. Después de todo, son mis amigos.

Akaashi asintió y se dirigió a la puerta, sintiendo una mezcla de temor y esperanza. Sabía que algo no iba bien. La inseguridad de Bokuto no era normal, y aunque Kuroo intentaba tranquilizarlo, una intuición persistente le decía que había algo más.

Al llegar a la puerta, tomó la manija con nerviosismo. Su mente estaba inundada de preguntas: ¿Qué le diría? ¿Cómo reaccionaría? ¿Sería algo bueno o... todo acabaría ahí?

A pesar del miedo, su corazón se aferraba a la idea de que tal vez solo necesitaban hablar, que solo sería una conversación privada. Con un último suspiro, Akaashi abrió la puerta, decidido a enfrentar lo que fuese necesario, porque en el fondo, todavía quería creer en el amor que compartían.

Finalmente, Akaashi abrió la puerta y se encontró con Bokuto, quien estaba sentado en una banca cercana a la casa. Akaashi dio su último suspiro y caminó hacia la banca.

Al verlo girar, su corazón se aceleró; eran de nuevo aquellos ojos amarillos que brillaban como estrellas.

—Bokuto-san, hola... Kuroo me dijo que necesitabas hablar conmigo en privado. ¿Está todo bien?

¿Realmente me amas? (Bokuaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora